Gobierno y productores blindan el cine espa?ol
Televisiones, exhibidores y distribuidores se oponen a un proteccionismo "que perjudica a los espectadores"
El Gobierno ha decidido proteger el cine espa?ol a costa de televisiones, exhibidores y distribuidores, obligados a incrementar el n¨²mero de filmes comunitarios en detrimento de los norteamericanos. El decreto aprobado el d¨ªa 10 ha abierto una profunda brecha en el sector audiovisual. Los productores, que, al margen de las subvenciones actuales, recibir¨¢n una importante inyecci¨®n econ¨®mica, consideran que es la apuesta m¨¢s valiente para sacar adelante al cine espa?ol. El resto del sector audiovisual ha hecho un frente com¨²n en contra de un texto que "no tiene en cuenta los gustos del espectador, s¨®lo favorece al lobby de los productores y reducir¨¢ la asistencia al cine". En 1992, cada pel¨ªcula espa?ola consigui¨® una media de 20.903 espectadores por 63.128 de cada cinta norteamericana. El cine espa?ol recaud¨® 3.300 millones de pesetas y el estadounidense 27.500. La protesta incluye el cierre, ma?ana, de todos los cines.
"Es igual que si al ir a comprar un libro de los norteamericanos Tom Clancy y Stephen King te obligaran a llevarte otro de Cela. Y si dices: 'Mire usted, es que a m¨ª no me gusta Cela', te responden: 'Da igual, se lo tiene usted que llevar". Con este ejemplo, el distribuidor independiente y exhibidor Enrique Gonz¨¢lez Macho, due?o de los cines Princesa y Renoir de Madrid y Multicines de Cuenca, explica su rechazo a las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno. Pese a que el Ministerio de Cultura y los productores hab¨ªan mantenido a principios de a?o conversaciones sobre c¨®mo adecuar la normativa espa?ola a la nueva realidad de la Uni¨®n Europea (UE), fue la imminencia de la firma de los acuerdos del GATT, el pasado d¨ªa 15, la que movi¨® a las dos partes a redactar un texto urgente. Aunque final mente el tema audiovisual qued¨® excluido de los acuerdos del GATT, los distintos pa¨ªses deb¨ªan tener en vigor antes de esa fecha las normativas de protecci¨®n al cine, ya que en caso contrario cualquier medida protectora ser¨ªa in¨²til. Por ello, el viernes 10 de diciembre el Consejo de Ministros aprob¨® el real decreto ley de medidas urgentes para la cinematograf¨ªa, publicado en el BOE un d¨ªa despu¨¦s. Este decreto fue fruto de reuniones aceleradas y constantes en tre el Gobierno y la Federaci¨®n de Asociaciones de Productores (FAPAE), con el apoyo del lobby de la Fundaci¨®n Procine, de las que quedaron excluidos distribuidores, exhibidores, televisiones, ope radores de cable y sat¨¦lite y em presarios videogr¨¢ficos. El texto tampoco recoge la opini¨®n de los ministerios de Hacienda, Transportes y Comercio, con claras competencias en algunas de las medidas. La Generalitat de Catalu?a y el grupo parlamentario catal¨¢n en el Congreso de los Diputados mantuvieron una participaci¨®n importante en las discusiones, y consiguieron la introducci¨®n de medidas para favorecer el doblaje al catal¨¢n, y tambi¨¦n al euskera y al gallego.El decreto ley, que ser¨¢ debatido para su convalidaci¨®n el pr¨®ximo martes en el pleno del Congreso de los Diputados, consta s¨®lo de ocho art¨ªculos de los 25 que ten¨ªa el texto sin membrete oficial que present¨® la ministra de Cultura en la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE). Las medidas de fomento, como desgravaciones fiscales y planes crediticios, esperan a una nueva normativa actualmente en estudio.
El decreto aprobado establece en su art¨ªculo 4 la obligaci¨®n de coproducci¨®n entre las televisiones y los productores independientes hasta un m¨¢ximo de un 5% del tiempo de emisi¨®n anual.Las televisiones espa?olas emiten unos 8.000 t¨ªtulos al a?o. Legalmente est¨¢n obligadas a reservar el 40% (3.200) a pel¨ªculas de nacionalidad comunitaria, lo que significa que con el nuevo decreto deber¨¢n coproducir un m¨¢ximo de 160 filines anuales, es decir, el 5% de las obras europeas emitidas.
Desde las televisiones se apunta que una de las primeras consecuencias del decreto ser¨¢ reducir el n¨²mero de filmes que emite cada cadena, para reducir as¨ª el porcentaje de producci¨®n pactado con Cultura. Las medidas del ministeno no establecen las f¨®rmulas de coproducci¨®n por parte de las televisiones, con lo que ¨¦stas podr¨ªan computar como producci¨®n la precompra de los derechos de emisi¨®n.
Obligados a entenderse
Partiendo de la base de que el cine y la televisi¨®n est¨¢n obligados a entenderse y de que la coproducci¨®n es positiva, Antonio Pozueco, director de producci¨®n externa de Tele 5, califica de absurdo que sea el Estado el que tenga que obligar a trabajar juntas a dos empresas privadas, como pueden ser un canal de televisi¨®n y una productora de cine.
Juan Cueto, director de Canal +, se muestra contrario a que se defienda la producci¨®n "sin tener en cuenta al consumidor" y afirma que Ias televisiones no est¨¢n para producir cine". En su opini¨®n, "hay que desmitificar la producci¨®n desde el momento en que se cuenta con posibilidades de distribuci¨®n, como el estreno en salas comerciales y v¨ªdeo, en televisiones de pago y en las generalistas". Con esas m¨²ltiples taquillas, los productores "deber¨ªan estar encantados, ya que supone una garant¨ªa para la salida de cualquier pel¨ªcula". Javier Gimeno, consejero delegado de Antena 3 Televisi¨®n, se?ala que cualquier l¨ªnea de actuaci¨®n "debe basarse en proyectos de calidad", para lograr as¨ª "un beneficio mutuo" para la industria cinematogr¨¢fica y las cadenas. Desde Televisi¨®n Espa?ola (TVE), su director, Ram¨®n Colom, es partidario de la coproducci¨®n, "siempre que la aportaci¨®n de las televisiones no sea testimonial, sino que puedan opinar sobre el proyecto que financian".
Lo primero que denuncian los distribuidores es el "secretismo" con el que, dicen, se ha elaborado el decreto, y la ausencia de un debate sobre la calidad del cine espa?ol. "No ha existido la menor autocr¨ªtica, ni se han estudiado las razones de la decadencia del cine espa?ol", dice Gonz¨¢lez Macho, portavoz de todos los distribuidores.
Para Gonz¨¢lez Macho, "una gran parte de las pel¨ªculas espa?olas no se producen en funci¨®n de criterios profesionales, industriales o art¨ªsticos, sino en funci¨®n del conocimiento que se tenga de los vericuetos administrativos para la obtenci¨®n de ayudas con cargo al erario p¨²blico. Ello nos condena a que cada a?o tengamos un n¨²mero de pel¨ªculas que van a fracasar y que, sin embargo, siguen produciendo filmes y fracasando. Los productores espa?oles de determinadas pel¨ªculas achacan siempre el fracaso al distribuidor y al exhibidor; nunca reconocen que su filme es un pesti?o,'.
Y las cifras cantan, para Gonz¨¢lez Macho. En 1992 se estrenaron en Espa?a alrededor de 320 pel¨ªculas, de las que 32 eran espa?olas, mientras que la producci¨®n fue de 52. De ellas, ¨²nicamente nueve superaron los 100 millones de pesetas de recaudaci¨®n en salas. "El cine de Todos a la c¨¢rcel, Kika o Belle ¨¦poque no se va a ver afectado. El problema est¨¢ en t¨ªtulos como Tretas de mujer, La Lola se va a los puertos y otras que la gente no est¨¢ dispuesta a ver, con protecci¨®n o sin protecci¨®n", dice Macho. "Tratan de limitar el mercado de pel¨ªculas norteamericanas para que la gente vaya a ver cine espa?ol, y si el cine espa?ol sigue siendo un pesti?o lo que har¨¢ la gente es quedarse en su casa, con el consiguiente cierre masivo de salas [en la actualidad hay 1.8071", termina Gonz¨¢lez Macho.
Los exhibidores, por medio del presidente de la Federaci¨®n de Entidades de Empresarios de Cine de Espa?a, Jos¨¦ del Villar, resaltan la incongruencia de mantener la defensa a ultranza de la exhibici¨®n obligatoria de una pel¨ªcula europea, aunque "sea mala".
Los que est¨¢n como unas casta?uelas son los productores. Pedro P¨¦rez, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Productores Audiovisuales de Espa?a y miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de la Fundaci¨®n Procine, dice que el decreto va a corregir los excesos de un mercado que est¨¢ claramente "perturbado" para ellos.
Los productores quieren alcanzar, gracias a las nuevas normas de cuota de pantalla y licencias, que el 25% de los espectadores vayan a ver cine espa?ol (ahora, s¨®lo es un 9%). "Para nosotros", dice P¨¦rez, "la obligatoriedad de las cuotas de pantalla y las licencias no son el ideal definitivo, pero es la ¨²nica manera,de momento, de que crezca el n¨²mero de espectadores en el cine espa?ol".
El subsecretario del Ministerio de Cultura, Enrique Linde, insiste en que la tarea del Gobierno, pese a quien pese, es proteger la identidad cultural espa?ola, y que el cine es el instrumento capital para ello en una sociedad moderna. "El sector cinematogr¨¢fico a¨²na dos par¨¢metros que no se dan en ning¨²n otro producto, como son el industrial y el cultural, y esto no se puede olvidar", se?ala Linde.
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