El proyecto "Stairs" de Peter Greenaway har¨¢ del espectador el director del filme

El cineasta brit¨¢nico Peter Greenaway ha empezado un nuevo proyecto, algo megal¨®mano como de costumbre, con el que intenta construir un filme global concedi¨¦ndole al simple transe¨²nte la posibilidad de participar en ¨¦l. El proyecto pretende "enmarcar diez ciudades en una hipot¨¦tica ciudad fantasma llamada Stairs (escaleras), que formar¨¢n una futura pel¨ªcula con extractos realizados por sus propios ciudadanos".La imaginaci¨®n enciclop¨¦dica de Greenaway quiere plantear un di¨¢logo crucial del cine con el resto de las artes -ante todo, arquitectura-, y por ello convertir¨¢ a diez ciudades en los cines m¨¢s grandes del mundo. La ciudad por la que comenzar¨¢ ser¨¢ Ginebra, en abril de 1994.

En cada una de las ciudades estar¨¢ 100 d¨ªas. Durante 100 d¨ªas, en100 sitios diferentes de cada ciudad, se construir¨¢n 100 escaleras de madera blanca en puntos estrat¨¦gicos a diferentes alturas. Al final de las mismas se instalar¨¢n dispositivos cinematogr¨¢ficos. Los objetivos son dos. Primero, traspasar las fronteras del marco, (pantalla) en que se han encuadrado el cine, otorgando a su vez al espectador la posibilidad de "convertirse en su propio director". Segundo, descubrir aspectos nunca mostrados de diez de las ciudades m¨¢s importantes del mundo.

Greenaway ha querido poner en pr¨¢ctica sus principales teor¨ªas; apasionado por los c¨®digos de representaci¨®n, por los s¨ªmbolos, y atrapado por una curiosa insatisfacci¨®n y un cierto pesimismo de los intereses y conservadurismo del cine actual "moribundo", se ha visto "obligado a interesarse por formas m¨¢s amplias del s¨¦ptimo arte". Dice: "Si lo comparamos a otras artes, el cine ha evolucionado m¨ªnimamente. Scorsese hace lo mismo que Griffith a principios de siglo. Pienso", contin¨²a, "que de la concepci¨®n del cine gr¨¢fico se va a pasar al cine electr¨®nico. Es la hora de la revoluci¨®n de Gutenberg en el cine. La revoluci¨®n visual nos espera. La audiencia, que hasta ahora ha sido pasiva, lo ser¨¢ menos; podr¨¢n tratar las pel¨ªculas, que se tratar¨¢n como libros. Y el tiempo y el espacio, hasta ahora controlados por el director de cine, lo ser¨¢n tambi¨¦n por la audiencia".

El espectador se convertir¨¢ en "un director de cine su? g¨¦neris controlando tiempo y espacio de la pel¨ªcula. El d¨ªa de la inauguraci¨®n, adem¨¢s de la vida diaria de la ciudad, se llevar¨¢n a cabo actuaciones y representaciones teatrales en los puntos estrat¨¦gicos escogidos". Tras Ginebra seguir¨¢n Amsterdam, Par¨ªs, Mosc¨², Viena, Madrid y Nueva York. Cada una versar¨¢ sobre un tema relacionado con el cine (el p¨²blico, el sonido, la luz, la ilusi¨®n ... ), teniendo en cuenta las particularidades culturales que las distingan. Tras los cien d¨ªas, Greenaway realizar¨¢ una pel¨ªcula de 100 minutos en Cinemascope que se compondr¨¢ de secuencias de un minuto, filmadas en cada uno de los puntos de vista, con diferentes condiciones de luz, clima, d¨ªa y noche. Cada ciudad ser¨¢ parte de una Stairs "una hipot¨¦tica-ciudad fantasma".