H¨¢gase la luz

"Te advierto que no s¨¦ vivir sin estar colgado de los brazos de la luna", canta Pablo Guerrero, artista luminoso. Acercarse a su obra es descubrir nuevas zonas de luz, guardianes que est¨¢n dormidos, ni?os que juegan a las cuatro esquinas, mundos lejanos que est¨¢n dentro, seres que tienen las llaves del sosiego. Guerrero, como bien saben los iniciados, engancha. Toda la vida es ahora, su ¨²ltimo disco, lo demuestra.En directo, es una droga, un sedante necesario. No s¨®lo crea ambiente sino tambi¨¦n espacios, y transmite una paz s¨®lo comparable a la del canto gregoriano. Cuenta para ello con unos m¨²sicos de exquisita sensibilidad. Suso S¨¢iz ha conseguido encontrar los sonidos ocultos del silencio. Es perfecta la ¨®smosis entre m¨²sica y textos. Unos textos a la vez transparentes y mist¨¦ricos, sencillos y complejos, de variada lectura.

Pablo Guerrero siempre fue un explorador de territorios escondidos. Pero mucha gente tiene de ¨¦l la idea t¨®pica del cantautor cl¨¢sico con talante lugare?o. Nada m¨¢s falso. Desde que grab¨® su primer disco en 1968, no ha cesado de buscar y experimentar. Ahora parece que ha encontrado el camino definitivo con este disco al que algunos no dudan en calificar como una joya de la m¨²sica new age.

En el C¨ªrculo de Bellas Artes, Guerrero estuvo espl¨¦ndido, sencillamente, porque supo convertir en belleza a la sencillez. Atrap¨® al tiempo entre sus redes, se detuvo el reloj, y la gente sali¨® del concierto con la firme convicci¨®n de que toda la vida es ahora. H¨¢gase la luz. Y la luz fue hecha. En la m¨²sica popular espa?ola no todo est¨¢ perdido.