Amotinados centenares de presos en trece c¨¢rceles argentinas
Unos 3.000 presos se encuentran amotinados en trece c¨¢rceles de la provincia de Buenos Aires, donde han tomado una cincuentena de rehenes, para exigir la libertad de los. que llevan m¨¢s de dos a?os sin condena, la excarcelaci¨®n de enfermos de sida y de los mayores de 60 a?os y mejores condiciones carcelarias.
El mot¨ªn comenz¨® en cinco centros penitenciarios, pero en la pasada noche se hab¨ªa extendido a otras ocho prisiones, a pesar de que en la penitenciar¨ªa de La Plata, donde comenz¨® el estallido, los presos se hab¨ªan rendido tras obtener garant¨ªas de que sus demandas ser¨ªan cumplidas.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, emplaz¨® a los presos para que entreguen los rehenes y depongan su actitud. En caso contrario, Duhalde amenaz¨® con recuperar los penales ocupados por los presos amotinados.
Para lograr una distensi¨®n en la crisis carcelaria, el ministro de Justicia argentino, Jorge Maiorano, anunci¨® el env¨ªo de un proyecto de ley seg¨²n el cual ninguna prisi¨®n preventiva podr¨¢ exceder los dos a?os. Maiorano pidi¨® asimismo a los jueces que suspendiesen las vacaciones judiciales de verano para acelerar las sentencias pendientes.
Al verano caliente de Argentina se han sumado, tras la rebeli¨®n en Santiago del Estero y la amenaza de disturbios en otras provincias, los motines y protestas en varias c¨¢rceles. La simultaneidad de las protestas induce a pensar que no se trata de una acci¨®n espont¨¢nea.
La chispa de la rebeli¨®n
Las c¨¢rceles argentinas presentan las condiciones habituales de otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica como hacinamiento, presos a la espera de juicio y malas condiciones. En este caldo de cultivo, la proximidad de la Navidad, y sin duda las noticias de Santiago del Estero, sirvieron de chispa para hacer saltar m¨¢s all¨¢ de los muros de las c¨¢rceles el estallido de la rebeli¨®n.En la provincia de Buenos Aires se concentra el 70% de todos los presos del pa¨ªs. El ministro del Interior de la provincia, Fernando Galmarini, declar¨® que la situaci¨®n era muy dif¨ªcil, pero se manten¨ªan conversaciones para llegar a una soluci¨®n y conseguir la devoluci¨®n de los rehenes, que llevan cuatro d¨ªas en poder de los presos. En im¨¢genes de televisi¨®n se pudo ver c¨®mo los presos mostraban a un reh¨¦n por un agujero abierto en la pared de la c¨¢rcel y amenazaban con arrojarlo al vac¨ªo. Galmarini declar¨® que en la c¨¦rcel de Olmos 3.000 presos son controlados por s¨®lo 26 carceleros.
Desde hace varios d¨ªas a la puerta de los penales se concentran los familiares, que gritan, lloran y se comunican como pueden con los presos que tienen tomados los pabellones y algunos rehenes. La presencia de las c¨¢maras de televisi¨®n se considera una garant¨ªa para que las fuerzas de seguridad no procedan a reprimir los motines. Por eso, los familiares suplican a los periodistas que no se vayan.
La Asamblea permanente de los Derechos Humanos ha declarado que s¨®lo un 6% de los presos recibe en Argentina sentencia en un plazo menor a seis meses y un 75% de los presos con condenas a un m¨¢ximo de tres a?os no llega a gozar de los beneficios de la libertad condicional por la lentitud de la justicia. Las Madres de la Plaza de Mayo tambi¨¦n se manifestaron solidarias con las reivindicaciones de los presos y piden libertad para los que llevan m¨¢s de dos a?os de prisi¨®n preventiva sin condena.
La inquietud y la tensi¨®n crecen a las puertas de los penales. El lunes, en la c¨¢rcel de Caseros, dentro de la capital federal, estall¨® un mot¨ªn que dur¨® tres horas hasta que pudo ser sofocado con un balance de 30 heridos leves, a partes iguales entre presos y guardianes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.