"Los mejores directores no son europeos ni americanos, son internacionales"

Poco despu¨¦s del estreno de M. Buterfly, de David Cronenberg, el actor brit¨¢nico Jeremy Irons, nacido en la isla de Wight en 1948, reaparece en las carteleras espa?olas con La casa de las esp¨ªritus, una adaptaci¨®n de la novela del mismo t¨ªtulo de Isabel Allende que se estren¨® ayer.Fichado muchas veces para interpretar a caballeros brit¨¢nicos, esta vez le ha tocado encarnar a un personaje cl¨¢sico de la literatura en castellano: Esteban Trueba. Irons habl¨® ayer desde Londres con EL PA?S.

Pregunta. ?Qu¨¦ le pareci¨® el libro de Isabel Allende?

Respuesta. Es un libro extrai ordinario. Lo le¨ª despu¨¦s e gui¨®n. Creo que La casa de los esp¨ªritus describe toda la condici¨®n humana y llega a alcanzarla en muchos niveles diferentes. Es una obra maestra, una historia tremenda, con mucha fuerza.

P. En la novela, el realismo m¨¢gico es mucho m¨¢s importante que en la pel¨ªcula.

R. Bille August no se ha concentrado en el realismo m¨¢gico. Creo que no le interes¨®, que quer¨ªa contar la parte de los sentimientos, del amor, de las relaciones humanas. Cuando se lleva un libro a la pantalla hay que concentrarse en uno de sus aspectos, y August elegi¨® ¨¦se.

P. Usted ha trabajado en muchos proyectos europeos. ?Prefiere rodar con directores europeos antes que con realizadores estadounidenses?

R. No se puede decir que tenga preferencia por ninguna naci¨®n. Los mejores directores son internacionales. Un buen director es un buen constructor de historias: da igual que sea americano, espa?ol o franc¨¦s. Para m¨ª, Europa tiene que defenderse sola del cine americano. La forma de defenderse es que su propia industria adopte las formas y los reflejos de la industria americana, tomar lo mejor de ambas cinematograf¨ªas. La diferencia est¨¢ entre las pel¨ªculas buenas y las malas, y no entre las pel¨ªculas europeas y las estadounidenses.

P. Parece que a usted no le gusta trabajar en pel¨ªculas concebidas para dar mucho dinero.

R. Si el gui¨®n y el personaje que voy a interpretar me gustan, y el director me interesa, entonces acepto hacer una pel¨ªcula. Un filme comercial consigue mucho dinero, pero muchas veces son personajes que carecen de inter¨¦s. Me gusta trabajar enproyectos que me emocionen, que me llenen. Y, sobre todo, en pel¨ªculas que luego me gustar¨ªa ir a ver al cine. Y la verdad es que no tengo ninguna gana de ver Parque Jur¨¢sico.

P. ?Le cost¨® mucho meterse en la piel de Esteban Trueba?

R. Es un personaje muy cruel, muy duro, pero al final es perdonado por su esposa y por su hija, y mi esperanza es que el p¨²blico tambi¨¦n le perdone. Es un hombre de su tiempo, del Chile de los a?os veinte.

P. ?No fue dif¨ªcil interpretar al mismo personaje durante un lapso tan largo de tiempo, desde su juventud hasta su vejez?

R. Fue apasionante. El maquillaje estaba tan bien hecho que fue una sensaci¨®n muy curiosa: es como si me viese a m¨ª mismo dentro de unos a?os.

P. La casa de los esp¨ªritus es un filme que re¨²ne dos de los grandes ejes en los que se est¨¢ moviendo el cine en los ¨²ltimos tiempos: las historias rom¨¢nticas y las historias pol¨ªticas.

R. Creo que el p¨²blico tiene ganas de ver pel¨ªculas que lo envuelvan, que lo llenen emocionalmente. Y el amor y la pol¨ªtica son las dos cosas que pueden llegar mejor al fondo de la gente.

P. ?Le gust¨® trabajar con Antonio Banderas?

R. ?ramos amigos antes de trabajar en esta pel¨ªcula. Es un hombre al que admiro, un gran actor al que he visto hacer excelentes papeles. Es muy generoso como compa?ero de reparto.

P. ?C¨®mo se desarroll¨® el rodaje en Portugal?

R. Bille August sabe lo que quiere. No le gustan las tensiones, quiere que los rodajes sean agradables. Por otra parte, fue tambi¨¦n maravilloso rodar en El Alentejo, uno de los lugares m¨¢s bonitos de Europa.

P. Uno de los mejores momentos del filme es la recreaci¨®n del golpe en Chile.

R. Esa parte es impresionante. August ha conseguido reflejar una atm¨®sfera terror¨ªfica. Pero no se puede decir que sea s¨®lo el golpe de 1973 en Chile. Ocurri¨® tambi¨¦n en Espa?a y en todos los lugares en los que se ha intentado robar la libertad.