Primer acuerdo parlamentario entre el PSOE y el PP

El Gobierno, el PSOE y el Partido Popular (PP) acercaron ayer posiciones y sellaron en el Congreso un acuerdo sobre la creaci¨®n de comisiones de investigaci¨®n, un conflictivo asunto que envenena la relaci¨®n entre los dos principales partidos desde hace a?os. Lo m¨¢s destacable es que la apertura de una investigaci¨®n judicial impedir¨¢ la creaci¨®n de una comisi¨®n u obligar¨¢ a suspender sus trabajos. Hasta ahora, los principales esc¨¢ndalos, como los de Filesa, Renfe o Juan Guerra, han estado o est¨¢n en los tribunales. El acuerdo sobre las comisiones forma parte de otro m¨¢s amplio, sobre la reforma del Reglamento del Congreso, es decir, las normas que rigen la vida parlamentaria, entre ellas una mayor frecuencia de comparecencia del presidente del Gobierno.

Los populares consiguieron que a petici¨®n de 70 diputados se pueda formar una comisi¨®n de investigaci¨®n siempre y cuando no lo vete la mayor¨ªa absoluta (176 diputados). La limitaci¨®n est¨¢ en que los firmantes no podr¨¢n estampar su r¨²brica nada m¨¢s que una vez por periodo de sesiones, es decir, dos veces al a?o. Portavoces de los socialistas y los populares reconocieron por separado que con este acuerdo hay satisfacci¨®n para todos.El PP se da por satisfecho porque el Gobierno y el PSOE han tenido que ceder en algunas de sus posiciones iniciales sobre la reforma del reglamento, "necesitado como est¨¢ de acabar el a?o con algo concreto que presentar, ya que empez¨® la legislatura anunciando su voluntad de acuerdo y di¨¢logo".

Los socialistas interpretan que el PP ha dejado de apretar el acelerador en algunas cuestiones porque "se creen pr¨®ximos a alcanzar el Gobierno de la naci¨®n y no quieren que cuando llegue ese momento se les aplique excesivas normas de control".

La actitud que han mostrado los representantes del PSOE y del PP ha variado notablemente en tan s¨®lo una semana. El secretario general del PP, Francisco ?lvarez Cascos, flanqueado por el portavoz parlamentario, Rodrigo Rato, y el vicesecretario general, Mariano Rajoy, anunci¨® incluso con cierto tono de solemnidad su "satisfacci¨®n al anunciar el amplio acuerdo de principios sobre el reglamento".

Minutos despu¨¦s, el mismo tono fue utilizado por el ministro de la Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, acompa?ado del presidente del Grupo Socialista, Carlos Solchaga, y el secretario de organizaci¨®n del PSOE, Txiki Benegas. Estos dirigentes resaltaron, siempre por separado, el acuerdo sobre el asunto m¨¢s peliagudo, que es la creaci¨®n de comisiones de investigaci¨®n.

Una vez que se tramite por medio de una proposici¨®n de ley a la que aspiran que se unan todos los grupos, la cuesti¨®n quedar¨¢ de la siguiente forma: habr¨¢ dos procedimientos, uno, el que rige actualmente en el Reglamento del Congreso, es decir, que la mayor¨ªa del Pleno decide su constituci¨®n o no.

La segunda f¨®rmula, a propuesta del PP, se basa en que se crear¨¢ una comisi¨®n de estas caracter¨ªsticas cuando lo pida un quinto de los miembros de la C¨¢mara (70 diputados), con la limitaci¨®n de que cada diputado s¨®lo podr¨¢ firmar esta petici¨®n una vez por cada periodo de sesiones. Con ello se obstaculiza la utilizaci¨®n abusiva de este sistema, habida cuenta de la dificultad -en la pr¨¢ctica, la imposibilidad- de que no se repita la firma de ninguno de los 70 diputados. En este supuesto, para rechazar la petici¨®n ser¨¢ necesaria la mayor¨ªa absoluta del Pleno, es decir, 176 diputados.

En ambas situaciones hay un aspecto muy relevante: las comisiones de investigaci¨®n no podr¨¢n crearse si la materia de la que se quiere tratar est¨¢ sub j¨²dice (bajo investigaci¨®n judicial). Adem¨¢s, si se creara antes de que los tribunales entren en juego, la comisi¨®n parlamentaria quedar¨¢ suspendida.

Comparecencias del presidente

Los populares han conseguido otro de sus principales objetivos, que supone una novedad incluso para sus posiciones habituales y que hace referencia a la obligaci¨®n del presidente del Gobierno de comparecer obligatoriamente ante las c¨¢maras con cierta periodicidad.Los socialistas llevaban proponiendo desde hace semanas que en el nuevo Reglamento del Congreso quedara especificado que el jefe del Ejecutivo comparecer¨¢ semanalmente durante 15 minutos para responder a las preguntas de los parlamentarios, aunque con la salvedad de que los interpelantes fueran portavoces de los distintos grupos o altos cargos de los mismos.

Para sorpresa del PSOE, el PP se ha negado a que ello figure en el Reglamento, y lo acordado finalmente es un pacto de caballeros, seg¨²n el cual el presidente del Gobierno comparecer¨¢ con cierta frecuencia por acuerdo de la Junta de Portavoces.

Rodrigo Rato puso como ejemplo las comparecencias de Gonz¨¢lez en la C¨¢mara despu¨¦s de cada cumbre europea o los debates del estado de la naci¨®n, usos parlamentarios instaurados por el PSOE cuando lleg¨® al Gobierno, pero que no figuran en ninguna norma escrita.

Temor del PP

Fuentes socialistas interpretan que la negativa del PP a regular por escrito las comparecencias del presidente del Gobierno se debe al temor a que en un futuro pr¨®ximo sea Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y no Felipe Gonz¨¢lez quien se vea obligado a pasar "el trance" parlamentario cada semana. Aznar consider¨® ayer conveniente la celebraci¨®n de nuevas conversaciones con Gonz¨¢lez para propiciar nuevos acuerdos.Estas cuestiones, adem¨¢s de la creaci¨®n de una oficina presupuestaria para controlar la evo luci¨®n de los presupuestos cada ano, y otros asuntos relativos a la agilizaci¨®n de iniciativas con sumieron la mayor parte de la reuni¨®n de estas dos fuerzas pol¨ªticas. Han quedado para enero otras cuestiones que forman par te del impulso democr¨¢tico. Tambi¨¦n queda para el nuevo a?o la discusi¨®n sobre qui¨¦n ocupar¨¢ el cargo de Defensor del Pueblo, as¨ª como la provisi¨®n de las va cantes del Consejo General del Poder Judicial. Las conversaciones sobre estos mismos asuntos con Izquierda Unida se reanuda r¨¢n, a iniciativa del Gobierno, el pr¨®ximo lunes.