Pintura y antipintura
Antoni Llena es sobradamente conocido en el medio art¨ªstico catal¨¢n, aunque no lo es como debiera en el resto de Espa?a. Fue, record¨¦moslo, el primer representante del arte pobre en nuestro pa¨ªs, en los a?os sesenta, sin conocer, en un principio, las experiencias paralelas que se estaban llevando a cabo en el resto de Europa. Su inicial vocaci¨®n religiosa (fue monje de Montserrat) tal vez incidiera en una concepci¨®n del arte como ex presi¨®n de fuerzas an¨ªmicas o espirituales; en todo caso, superando siempre una visi¨®n meramente formal del mismo.Sus obras de los a?os sesenta se basaban, fundamentalmente, en el concepto ef¨ªmero, as¨ª como en la importancia del gesto como arte. As¨ª, una de ellas consist¨ªa tan s¨®lo en pisar una goma espuma: la marca que dejaba era la obra, que duraba, exactamente, hasta que la materia recuperaba su forma inicial. Toda la idea del arte como un acto de nueva percepci¨®n sensonal; toda la emoci¨®n de lo fugaz y de la metamorfosis est¨¢n contenidas en piezas como ¨¦sta.
Antoni Llena
Galer¨ªa Joan Prats. Rbla. Catalu?a, 54. Barcelona. Hasta el 7 de enero de 1994.
Hoy en d¨ªa, en parte por un abuso de las propias pr¨¢cticas experimentales y en parte por el efecto del fen¨®meno del retorno al orden que nos invade, se han alzado voces criticando este tipo de trabajos (sin ir m¨¢s lejos, mi amigo Manuel Trallero arremet¨ªa no hace mucho contra Llena y su escultura de la Villa Ol¨ªmpica). Si cito el comentario, es porque creo que uno de los materiales mejores de esta exposici¨®n son las esculturas, un trabajo cuya culminaci¨®n es la obra de la Villa Ol¨ªmpica: por la monumentalizaci¨®n que sabe arrancar de la fragilidad y por el sentido l¨²dico de esa cometa metalizada. Llena dej¨® de hacer arte durante 10 a?os y a principios de los ochenta sorprendi¨® a todos otra vez con unos papeles de embalar recortados que se sosten¨ªan sin grapas ni pegamento, y cuyas formas ven¨ªas dadas por el tijeretazo y la propia ca¨ªda del papel.
Ahora, esta nueva vuelta de tuerca significa un paso adelante. Los colores son b¨¢sicamente los de los materiales. Aunque el conjunto no ahogue las referencias a T¨¢pies, todo el lodo dram¨¢tico y cerrado del maestro se trueca aqu¨ª en un epifan¨ªa, una especie de canto al papel arrugado o roto, en una composici¨®n abierta Hay bellas met¨¢foras, como las de las obras tituladas Ad¨¢n y Eva: "Mi obra tiende a mostrar la imposibilidad. Este hombre y esta mujer no podr¨¢n acoplarse jam¨¢s", dice Llena. Pero su comentario va a ser literal porque La Caixa, que por una vez ha acertado en su selecci¨®n de obra, ha comprado Eva y ha dejado Ad¨¢n. As¨ª que lo que el artista ha unido (conceptualmente, se entiende) La Caixa lo ha separado. ?H¨¦las!
En cuanto a las esculturas, traen a la memoria los grandes antecedentes de Picasso y Mir¨®, que con cuatro cartones y cuatro clavos hicieron maravillas. En ¨¦stas, el equilibrio inestable, una deliberada torpeza, un di¨¢logo a trompicones entre las distintas partes constituyen su gracia y su acierto.
Babelia
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