El ¨²ltimo libro de Lope

La casa de Lope de Vega -su quietud, su huertecillo y estudio, como ¨¦l dec¨ªa- y sus secretos ya tienen una gu¨ªa que ayude a descubrirlos. La Comunidad de Madrid ha editado un libro con el que el visitante puede adentrarse en el aposento m¨¢s querido de El F¨¦nix de los Ingenios, la casa en la que vivi¨® entre los a?os 1610 y 1635 y donde muri¨®.La casa museo de Lope de Vega tiene dos plantas, una buhardilla y un huerto. Actualmente se asemeja mucho a la que el escritor ocup¨® durante 25 a?os, gracias a los importantes trabajos de recuperaci¨®n efectuados sobre ella. A pesar de su importancia hist¨®rica, literaria y momumental, los madrile?os no siempre la trataron como se merec¨ªa.

El zagu¨¢n de entrada da paso directo a la puerta del jard¨ªn, los s¨®tanos de la casa y la escalera que lleva a los pisos superiores.

En el primer piso se encuentran la alcoba de Lope, el comedor, el aposento de sus dos hijas, el oratorio, su estudio y el estrado (sala de estar). En el oratorio, el escritor se entregaba diariamente a sus devociones. Repleto de im¨¢genes religiosas, ocupa un lugar prominente en la casa.

En los muros del estudio, Lope de Vega renov¨® completamente el teatro universal. Es una pieza amplia y c¨®moda presidida por una mesa de nogal situada junto a la ventana para aprovechar la luz del d¨ªa. Sobre, ella cuelga un retrato an¨®nimo del autor. Por las paredes se extiende una importante biblioteca.

Tres cuadros adornan el estrado, pieza que se corresponder¨ªa con las actuales salas de estar. Una alfombra, varias sillas y un escritorio creaban el ambiente propicio para las reuniones familiares del siglo XVII.

La alcoba contigua es la estancia m¨¢s peque?a y recogida. Carec¨ªa de ventilaci¨®n como medio para. evitar el fr¨ªo. Cuando sus familiares entraron el d¨ªa de su muerte encontraron manchas de sangre en las paredes por la fuerte penitencia que el moribundo se hab¨ªa infligido d¨ªas antes.

El dormitorio de sus hijas est¨¢ modestamente amueblado. Guarda el recuerdo de la noche m¨¢s tr¨¢gica de la vida del escritor: aqu¨¦lla en que su hija Antonia Clara fue raptada.

A Lope de Vega no le gustaba ir al comedor. S¨®lo su hijo Carlitos era capaz de convencerle para que abandonase sus escritos. La mesa familiar era modesta. Se conserva, incluso, uno de sus men¨²s: "Huevos frescos de sus gallinas y unos esp¨¢rragos".

El lugar exacto en donde cocinaba la familia Lope es un misterio. Los historiadores han sido incapaces de situarla correctamente. Lo que es seguro es que no podr¨ªa estar junto al estudio, tal y como ahora se encuentra.

El cat¨¢logo cuesta 1.600 pesetas y se vende en el museo (Cervantes, 11). Visita gratuita.