Nace un centro cultural de una f¨¢brica de dulces

Pas¨® de manufacturar sabores a producir entretenimiento. No hace m¨¢s de nueve meses, un edificio de tres plantas de la calle de Antill¨®n (Latina) produc¨ªa los caramelos Mauri. Los propietarios de ese dulce negocio abandonaron el lugar, y un grupo de artistas, hartos de vagar en busca de contratos, tom¨® el relevo. El rock, el flamenco, el cabaret y el teatro han sustituido a los dulces. De su etapa anterior s¨®lo queda un montacargas que da nombre al local.

La Torre Infiel -"infiel a la normalidad, a lo establecido es el grupo de teatro que emprendi¨® el proyecto de crear un centro cultural privado. Decidieron ponerle el nombre de El Montacargas en honor al ¨²nico elemento que ha sobrevivido al cambio de actividad."Est¨¢bamos hartos de esperar a que sonara el tel¨¦fono", dice Manuel Fern¨¢ndez, actor de La Torre Infiel y uno de los cinco socios de El Montacargas. "Nos tir¨¢bamos todo el d¨ªa criticando a los que organizaban actividades y no contaban con nosotros afirma. Las intervenciones de Manuel en series de televisi¨®n como Farmacia de guardia o Inocente, inocente le sab¨ªan a poco. Y lleg¨® un d¨ªa en que se dio cuenta de que en vez de criticar hab¨ªa que pasar a la acci¨®n.

Manuel y Aurora -otra actriz- se unieron a Clara, una profesora de yoga; a Bel¨¦n, para que se encargase de las actividades con ni?os, y a Rafa, un artista ligado al mundo del flamenco. Todos se pusieron manos a la obra con el cemento y el ladrillo. Los cinco millones que hab¨ªan conseguido reunir entre todos no daban para contratar obreros.

"Agujeros, guarrer¨ªa y humedad". Esa es la herencia que recibieron de la f¨¢brica, seg¨²n dice Manuel. Y el montacargas, por supuesto. En un principio ten¨ªan previsto quitarlo, porque ocupaba mucho sitio. S¨®lo disponen de 216 metros cuadrados, 72 en cada una de las tres plantas. "Pero el cacharro se nos impuso", afirma Bel¨¦n, y acab¨® dando nombre al proyecto. "Incluso Clara, que dec¨ªa que el nombre era muy heavy, acab¨® elaborando la teor¨ªa de que el montacargas transporta energ¨ªa de abajo arriba, sube arte, ideas...".

El nuevo centro cultural del barrio de la Puerta del ?ngel acoge m¨²sica, teatro, variedades y espect¨¢culos infantiles. En la planta baja se encuentra el bar, en el que se exponen cuadros y fotograf¨ªas de artistas j¨®venes que se renuevan cada quince d¨ªas. La segunda planta es para espect¨¢culos. Tiene una capacidad para 60 personas sentadas y unas 150 de pie. All¨ª ha actuado ya un grupo de blues, La Banda sin Nombre, y el grupo de teatro Morboria. En la tercera planta se imparten clases de teatro, yoga o artes marciales.

"Pretendemos darle cancha al peque?o teatro, al cabar¨¦, al flamenco y a los nuevos grupos de rock", dice Manuel Fern¨¢ndez. Este colectivo de artistas se encuentra a la espera de la obtenci¨®n de una subvenci¨®n como sala alternativa. Aurora cree que ellos ofrecen unos caramelos diferentes a los de los antiguos inquilinos: "Los nuestros son de todos los sabores".