Tres apuntes a la cumbre de Bruselas
El primer apunte a la reciente cumbre de la OTAN en Bruselas se refiere a las relaciones entre la Uni¨®n Europea (UE) y EE UU. Jim Hoagland escribi¨® hace unos d¨ªas que la gran cuesti¨®n era si EE UU va a continuar siendo la fuerza, predominante de la seguridad europea. ?Qu¨¦ puede decirse sobre los resultados al respecto? Varias cosas interesantes. Clinton ha mostrado una disposici¨®n a aceptar el protagonismo colectivo europeo en materia de seguridad, dentro y fuera de la Alianza, muy superior a la capacidad que hoy muestran para ejercerlo la UE y la UEO. Esto puede abrir una din¨¢mica original y positiva. Quiz¨¢ veamos pronto a EE UU estimulando a los brit¨¢nicos y alemanes a comprometerse m¨¢s en iniciativas europeas de defensa y a los franceses tratando de evitar que se debilite el compromiso estadounidense con las mismas. En lo inmediato, la iniciativa europea crecer¨¢, aunque la de EE UU continuar¨¢ siendo predominante. Ma?ana -cuando los europeos hagamos converger m¨¢s nuestras voluntades pol¨ªticas y los estadounidenses aprendan a trabajar en equipo, aun sin ser quien manda puede inaugurarse una nueva ¨¦poca.El segundo apunte se refiere a la ampliaci¨®n, tema del que se ha hablado en demas¨ªa, suscitando expectativas exageradas y, a la postre, frustraciones. La cumbre parece haberlo enfocado de la siguiente manera. La cuesti¨®n no es ampliar o no ampliar la Alianza Atl¨¢ntica. La cuesti¨®n es mejorar la seguridad europea. La mejor seguridad europea ser¨¢ una que cuente con el concurs¨® de Rusia. Hoy por hoy, tal colaboraci¨®n no puede articularse con su ingreso en la OTAN. En estas circunstancias, su extensi¨®n a otros es percibida por Rusia como una operaci¨®n de aislamiento del enemigo y reclama que no se le trate as¨ª. Ignorar esta demanda ser¨ªa prejuzgar negativamente la capacidad' dem6cratizadora de Rusia y favorecer a sus fuerzas m¨¢s conservadoras. La OTAN no debe hacer tal cosa. Lo que s¨ª puede hacer la Alianza es ofrecer, en pie de igualdad, a todos los pa¨ªses interesados oportunidades de cooperaci¨®n en materia de defensa. En pie de igualdad aunque se trate de pa¨ªses muy diferentes; esas diferencias las manifestar¨¢n ellos en las respuestas. Hay que esforzarse por no volver a dividir Europa. Mejor dicho, por unirla. Esto no se logra ni corriendo hacia el Este la frontera de la OTAN ni disolviendo la Alianza. La cumbre ha ofrecido -un camino para hacerlo paso a paso y dando los pasos con cuidado: se llama Asociaci¨®n para la Paz.
¨²ltima cuesti¨®n, Bosnia. A este respecto, la cumbre ha sido un momento m¨¢s para reflexionar que para actuar. Reflexionemos nosotros tambi¨¦n. ?Hay qu¨¦ dejar creer- a la opini¨®n p¨²blica que los problemas de Bosnia pueden ser resueltos desde fuera y militarmente? No hay que explicar que se trata de un conflicto multi¨¦tnico en el que no cabe imponer una soluci¨®n militar? ?Hay que alimentar las simplificaciones medi¨¢ticas empe?adas en presentar un bueno y un malo con apellidos ¨¦tnicos, o hay que de cir que existen verdugos y v¨ªctimas de todas las etnias? ?Cu¨¢nto hay que menospreciar la actuaci¨®n de la UE por haberse visto debilitada por discrepancias entre sus miembros y cu¨¢nto hay que valorarla por estar logrando que por primera vez un conflicto balc¨¢nico no se generalice y conduzca al enfrentamiento entre las grandes potencias europeas? ?Qu¨¦ merece una calificaci¨®n pr¨¢ctica y floral m¨¢s alta, la propuesta estadounidense de bombardeos selectivos, o la ayuda humanitaria y la mediaci¨®n llevada a cabo en el teatro de operaciones por las fuerzas de Unprofor, con un duro coste humano? La convivencia multi¨¦tnica es la f¨®rmula m¨¢s adecuada para organizar la vida en un mundo de etnias mezcladas, pero ?autoriza moralmente esto a castigar a quienes prefieren vivir en entidades ¨¦tnicamente homog¨¦neas?
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