Obsesi¨®n de muerte

El m¨¢ximo atractivo de El buen hijo es su original historia, en la medida que es un claro reflejo de la compleja personalidad del novelista brit¨¢nico Ian McEwan. Maneja muy pocas localizaciones, una magn¨ªfica mansi¨®n y sus bellos alrededores en Massachusetts, pero logra hacer una perfecta trasposici¨®n del mito de Ca¨ªn y Abel en un pl¨¢cido ambiente familiar, al enfrentar a dos ni?os muy diferentes, pero obsesionados por la muerte.El filme narra c¨®mo un ni?o, que acaba de perder a su madre y en alguna medida se siente culpable por ello, va a pasar un par de semanas a casa de sus t¨ªos y all¨ª se encuentra con un diab¨®lico primo de su misma edad y una t¨ªa trastornada por la muerte de su hijo peque?o. El reci¨¦n llegado trata de ver a su madre en su t¨ªa y ¨¦sta se niega a aceptarle como un sustituto del beb¨¦ muerto, pero sobre todo deben luchar contra los celos que despierta en su primo e hijo.

La historia funciona muy bien, y convierte a Ian McEwan en la estrella de la pel¨ªcula, pero tambi¨¦n en cuanto ha sabido integrarla dentro del tradicional esquema de las m¨¢s cl¨¢sicas producciones de aventuras. Esto porque lo que cuenta es el m¨ªtico enfrentamiento entre el bueno y el malo por el amor de la chica, con la curiosa diferencia de que ellos son dos ni?os y ella la madre de uno y la t¨ªa del otro, pero sin tan siquiera olvidar la pelea final al borde del abismo. Lo que da al gui¨®n en su conjunto mucha mayor resonancia, un valor casi m¨ªtico.

Un buen artesano

Muy poco, o nada, conocido, a pesar de haber rodado 10 largometrajes en casi 20 a?os de profesi¨®n, el norteamericano Joseph Ruben era el director perfecto para esta historia. En buena parte, debido a que es un s¨®lido artesano, sin pretensiones autorales y bastante experiencia, que s¨®lo funciona cuando tiene una buena historia entre sus manos; en El buen hijo se limita a rodar el gui¨®n de la mejor manera posible, evitando introducir discutibles elementos personales.Joseph Ruben ha seguido escena a escena el gui¨®n de lan McEwan, lo ha narrado desde el punto de vista del ni?o bueno y ha conseguido una s¨®lida pel¨ªcula, nada brillante, pero muy eficaz y con un perfecto desarrollo dram¨¢tico. Logra crear casi una estructura de pesadilla, donde un ni?o afectado por la muerte de su madre descubre un mundo todav¨ªa m¨¢s negro del que acaba de conocer, en el que la muerte es algo m¨¢s palpable. La baza comercial de El buen hijo es que el ni?o malo lo hace el conocido actor infantil Macaulay Culkin, as¨ª como que se enfrenta al otro gran ni?o actor norteamericano, Elijah Wood.