"El madrile?o es elegante de natural"
Enrique Loewe Knappe, madrile?o de pura cepa de 81 a?os, es un ciudadano del mundo al que llaman "el le¨®n que no se rinde" (Loewe es le¨®n en alem¨¢n). Fundador de la famosa marca, estuvo durante 40 a?os al frente de Loewe y es el padre del actual presidente, Enrique Lynch. Su abuelo, un emigrante alem¨¢n, abri¨® una empresa de marroquiner¨ªa y fabricaci¨®n de art¨ªculos de piel en 1846; Enrique Loewe Knappe se hace cargo en 1934 y eleva Loewe a la categor¨ªa de una de las primeras marcas de prestigio del mundo. Por diferencias entre los socios, Ruiz-Mateos llega a tener dos terceras partes de las acciones. Con s¨®lo el 13% del capital llega la expropiaci¨®n de Rumasa y de Loewe, y "con las cuatro perras del justiprecio" se va a Londres. Desde 1989 vend¨ªa como mayorista. Para concretar sus esfuerzos y dar una imagen inaugur¨® antes de Navidad una tienda de 125 metros cuadrados con las siglas Elk, las iniciales de su nombre, en la calle Claudio Coello.Pregunta. ?Por qu¨¦ Madrid y ahora, en tiempos de crisis?
Respuesta. Creo que en momentos de crisis a m¨ª tambi¨¦n me resulta m¨¢s barato. Y esta tienda es el s¨ªmbolo concreto de toda la herencia de la familia. En Madrid, porque es de las pocas ciudades espa?olas que puede permitirse un comercio as¨ª. Para el comercio de lujo, los mejores clientes han sido los japoneses.
P. ?C¨®mo ve el comercio en Madrid?
R. No creo que sea excesivo. Lo bueno se concentra en pocas calles. Hay menos nivel y menos abundancia que en Barcelona.
P. ?Qu¨¦ era antes este local?
R. Era una peleter¨ªa; pero la primera vez que lo vi era como un t¨²nel cochambroso, maloliente y sucio, con cinco metros de fachada. Un arquitecto franc¨¦s, Blond, me dijo que se pod¨ªa aprovechar, y el resultado es obvio.
P. ?Cu¨¢l ha sido su relaci¨®n con Madrid?
R. Nac¨ª y he vivido casi siempre en Madrid. Estudi¨¦ el bachillerato en el colegio Alem¨¢n de Madrid. Mi padre me sac¨® antes de acabar y me mand¨® a Alemania para que aprendiera el negocio. Al volver hice todo el bachillerato espa?ol en dos convocatorias, 50 asignaturas, en el Cardenal Cisneros. Yo soy espa?ol por todos los costados. Algo que me es sagrado es la costumbre de la siesta. La siesta, no para dormir, sino para ralentizar motores.
P. En cuanto a elegancia, ?qu¨¦ tienen de particular los madrile?os?
R. El madrile?o es elegante de natural. La mezcla de tantas razas y el peso de la historia se acusa en la personalidad del espa?ol. Lo que menos me gusta es el descuido con que visten los j¨®venes, pero lo entiendo. Mi duda es si detr¨¢s de, esa antiest¨¦tica hay una nueva revoluci¨®n cultural, una vuelta a la sustancia.
P. Sobre gustos...
R. Aunque hay todo escrito, le aseguro que el mal gusto existe y cada vez m¨¢s. Para m¨ª no hay nada m¨¢s horrible que algo bien hecho y feo. El dise?o es fundamental.
P. ?Qu¨¦ le gusta de Madrid?
R. La gente. Es simp¨¢tica. Pero lo mejor son los taxistas; son como novelistas orales. Los juglares de hoy.
P. ?Qu¨¦ siente al ver la tienda de Loewe?
R. Me cruzo de acera porque me duele el coraz¨®n. Pero no les deseo nada malo. Para m¨ª es como un hijo espiritual.
P. ?Tiene usted olfato de hombre de negocios?
R. No, yo no soy. para nada el cl¨¢sico hombre de negocios. Para m¨ª lo importante es la calidad. El precio no me importa.
P. ?Es usted un hombre optimista? ?Qu¨¦ prima, raz¨®n o pasi¨®n?
R. Me llaman idealista. Quiz¨¢ lo sea; pero yo soy fundamentalmente un hombre razonable, lo cual no excluye que sea apasionado. Para llevar a cabo todo lo que yo he realizado es necesario tener grandes dosis de pasi¨®n. Pero tambi¨¦n es muy importante ser moderado, saber razonar la fantas¨ªa; hay que saber navegar entre el esteticismo y la comercialidad para que el art¨ªculo sea perfectamente vendible.Elk est¨¢ en Claudio Coello, 91.
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