"Los n¨²meros cantan: mujeres y ni?os sufren violencia dom¨¦stica"
No todas son cortadoras de penes como Lorena Bobbitt, pero son muchas las mujeres que se enfrentan violentamente a sus maltratadores. ?Venganza? ?Autodefensa? En Estados Unidos -donde cumplen condena cientos de mujeres por ese motivo- hay un movimiento que lucha porque los jueces admitan como leg¨ªtima defensa el que una mujer reaccione ante su maltratador. "No es algo nuevo que las mujeres contraataquen", dice Stacey Kabat, fundadora de la organizaci¨®n Battered Wornen Figliting Back! (BWTB) y premio Reebok Derechos Humanos 1992.La organizaci¨®n, nacida en 1985), y con bas¨¦en Boston, considera, la violencia dom¨¦stica equiparable a la tortura. Kabat, de 31 a?os, no habla por hablar. Es hija y nieta de mujeres maltratadas. "Es injusto decir simplemente que Lorena Bobbitt se volvi¨® loca y cometi¨® una barbaridad. Ha quedado probado que su marido ten¨ªa un historial violento", dice Katiat, y piensa que a los hombres que se quejan de la agresividad femenina y se presentan como v¨ªctimas "les va a resultar dificil acumular estad¨ªsticas. Los n¨²meros cantan, y la realidad es que las mujeres y despu¨¦s los ni?os, son las v¨ªctimas principales de la violencia dom¨¦stica".
Kabat relata las cifras con rabia y coritundencia: "Cuatro millones de mujeres son maltratadas al a?o en EE UU. En los ¨²ltimos siete a?os, la m¨¢xima autoridad sanitaria de Estados Unidos (el cirujano general) ha venido recordando que la violencia dom¨¦stica es la primera causa de da?os y muerte de las mujeres norteamericanas, m¨¢s que las violaciones, los asaltos callejeros y los accidentes de tr¨¢fico juntos. Seg¨²n el FBI, cada 15 segundos una mujer es maltratada y cada 1,3 minutos se produce una violaci¨®n. Es como para gritar: ?qu¨¦ est¨¢ pasando? Mujeres y ni?os de todas las razas, de todas las clases sociales, de todas las preferencias sexuales, sufren abusos y agresiones. ?Es esto normal, es esto tolerable? En laBWFB decimos rotundamente: no. Esto es intolerable, tanto en las calles como en las casas como en el trabajo".
"Autodefensa se produce cuando la persona siente que su vida est¨¢ en peligro, y puede ser la de una mujer, un hombre, un ni?o. Todos ellos tienen el derecho a defender sus vidas", afirma Kabat. "Lo que suele suceder en los casos en que una mujer o un ni?o se defienden de la violencia que sufren en su casa matando a su agresor es que la gente no comprende todo lo que han sufrido estas personas antes. El juez dice: no hay evidencia de que hubo abuso, y no permite a los expertos aportar pruebas del historial violento de la persona que fue matada ni de las denuncias presentadas por los maltratados antes de llegar a una reacci¨®n extrema de autoprotecci¨®n. No se les deja a los familiares que testifiquen... Se ponen trabas todo el tiempo".
"Rechazamos la violencia y el asesinato, pero pedimos que las personas que responden a sus agresores tengan derecho a ser escuchadas en los tribunales. En el caso de las mujeres y ni?os esto no se aplica porque las evidencias de que sufrieron maltrato son dificiles de probar".
BWFB surgi¨® como un grupo de apoyo a las mujeres encarceladas en Massachusetts por haber contraatacado matando a sus agresores. Desde 1993, la BWFB es una organizaci¨®n proderechos humanos sin ¨¢nimo de lucro en contacto con otras asociaciones similares en EE UU y con planes de proyecci¨®n internacional. Feministas, asistentes sociales, abogados, psic¨®logos y distintos profesionales trabajan por un estatuto de autodefensa, por un juicio justo a quienes atacan a sus maltratadores y por el reconocimiento del maltrato dom¨¦stico como una violaci¨®n de los derechos humanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.