Trabajo 'semiclandestino'
A las seis de la ma?ana de ayer ya estaban a pie de obra en el Ministerio de la Presidencia su titular, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y el secretario general del Portavoz del Gobierno, Miguel Gil. Apenas hab¨ªan dormido porque hab¨ªan abandonado sus despachos menos de cinco horas antes. Se hab¨ªan ido a la cama conociendo los primeros pasos de la huelga, con la intervenci¨®n del l¨ªder de CC OO, Antonio Guti¨¦rrez, en la Puerta del Sol ante los piquetes informativos, y la incidencia del paro en los medios de comunicaci¨®n.Todo el Gabinete de la Presidencia, casi sin merma, dedic¨® ayer la jornada al seguimiento de la huelga. Muchos de sus miembros se encerraron en un despacho y se aislaron del exterior para un mejor an¨¢lisis de la jornada. El Ministerio de la Presidencia centraliz¨® toda la informaci¨®n procedente de otros departamentos y que se enviaba en cualquier momento a La Moncloa ante cualquier demanda de informaci¨®n.Hacia la desembocadura de la carretera de La Coru?a en Madrid -donde est¨¢ La Moncloa- hab¨ªa un flujo continuo de datos procedentes de los ministerios de Trabajo, donde se recog¨ªa el impacto del paro en los centros laborales; de Administraciones P¨²blicas, que centralizaba las incidencias en los ministerios; de Educaci¨®n, sobre los centros docentes, y de Interior, con el detalle de los incidentes. Oficialmente no se supo casi nada hasta el final de la tarde. Extraoficialmente, se sab¨ªa que el Ejecutivo manejaba como dato fundamental que la huelga hab¨ªa tenido gran incidencia en las zonas industriales de Madrid, Barcelona y el Pa¨ªs Vasco, pero que no se superaba el list¨®n del 14-D de 1988. Fue un trabajo semiclandestino en toda regla.
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