Historia de un fracaso

La historia del fracaso de Merco y su correspondiente agujero a costa del contribuyente empieza en 1987. En los a?os anteriores, la empresa p¨²blica se hab¨ªa centrado en la compra de cereales, frutas y hortalizas para venderlas despu¨¦s a grandes proveedores. La sociedad facturaba alrededor de 8.000 millones anuales y sus p¨¦rdidas rondaban entre 500 y 1.000 millnes al a?o, cantidades asimilables para una empresa que per segu¨ªa favorecer al agricultor.Pero en 1987, Merco dio el salto y se introdujo en un sector clave dominado por las multinacionales europeas como Ferruzzi, Frint, Bunge o Unilever. En la direcci¨®n de Merco surgi¨® la idea incluso de crear una gran empresa nacional del aceite. El titular de Agricultura, Carlos Romero, favorec¨ªa ese tipo de incursiones, seg¨²n los responsa bles de la ¨¦poca en Merco, frente a la opini¨®n de su colega de Econom¨ªa, Carlos Solchaga.

Merco se lanz¨® a la compramasiva de aceite en origen. Comenz¨® a controlar buena parte del aceite de cooperativas, se hizo con plantas extractoras, de refinado y embotelladoras, y hasta se present¨® en el mercado con marcas propias como Coosur, y Coosol. Debido a estas actividades, la facturaci¨®n de la sociedad p¨²blica lleg¨® a rondar los 70.000 millones en 1990.

Pero Merco no dispon¨ªa de liquidez, Hacienda no acced¨ªa a sus peticiones de ampliaciones de capital, y las compras de aceite se hicieron con cr¨¦ditos a corto plazo y a un inter¨¦s de entre el 14% y el 19%. Para cumplir con los plazos crediticios, Merco se ve¨ªa obligada a vender pronto su aceite. Por el contrario, las multinacionales reaccionaron forzando que la empresa p¨²blica tuviera que vender a m¨¢s bajos precios. Para ello, llegar on a importar en 1989 aceite para consumo de T¨²nez o Grecia -caso ¨²nico en la historia de Espa?a- para hacer caer los precios. La empresa p¨²blica vendi¨® grandes partidas a precios m¨¢s bajos que los de compra.

En esas condiciones, Merco no pudo hacer frente a las cargas financieras y en 1989 las deudas superaban ya los 30.000 millones. Ese a?o, las p¨¦rdidas acumuladas ascend¨ªan ya a 9.800 millones, a los que se sumaron 8.728 en 1990, 8.233 en 1991 y 5.817 en 1992. En 1991, Merco abandon¨® su actividad aceitera, pero el da?o ya estaba hecho. Las consecuencias, a cargo del contribuyente. Se hab¨ªa dado el primer paso para que un sector estrat¨¦gico como el aceite -Espa?a produce el 50% de las exportaciones mundiales de aceite de oliva- quedara -irremediablemente bajo el control de multinacionales.