Expertos en conducta humana alertan sobre el peligro de reprimir la verdad, frente al placer
500 lacanianos reivindican en Madrid el psicoan¨¢lisis como experiencia liberadora
M?NICA SALOMONE Cuando no hay otro remedio que elegir, ?qu¨¦ es mejor, afrontar la verdad o elegir el placer? Si se elige s¨®lo el, placer y se ignora la verdad esto produce sufrimiento en el individuo. ?ste es uno de los principios en los que se han mostrado de acuerdo muchos de los 500 expertos psicoanalistas de distintas partes del mundo que han participado en las XI Jornadas del Campo Freudiano, clausuradas ayer en Madrid. Frente al callej¨®n aparentemente sin salida en que se encuentra el hombre de hoy estos expertos en conducta humana, seguidores de las doctrinas de Freud y de Jacques Lacan, han reivindicado la actualidad y la utilidad del psicoan¨¢lisis como experiencia liberadora.
Entre los m¨¢s de 500 psicoanalistas reunidos bajo los auspicios de la Escuela Europea de Psicoan¨¢lisis y otras organizaciones de apoyo a las teor¨ªas freudianas se han dado cita Jacques Alain Miller, heredero directo de las teor¨ªas de Lacan, y la hija, de Jacques Lacan y esposa de Miller, Judith Miller. Pero tambi¨¦n han asistido matem¨¢ticos y fil¨®sofos. Para unos y otros la corriente lacaniana del psicoan¨¢lisis exige no s¨®lo la discusi¨®n cient¨ªfica de las experiencias personales, sino tambi¨¦n abordar el problema de la cura anal¨ªtica desde disciplinas distintas, como la l¨®gica matem¨¢tica. Miller, heredero directo de las teor¨ªas de Lacan, record¨® ayer en su intervenci¨®n que la misi¨®n del psicoanalista no es solamente hacer elegir al sujeto la verdad frente al goce, sino "lograr cambiar en ¨¦l el modo de gozar el inconsciente" puesto que, de acuerdo con la teor¨ªa lacaniana, el individuo s¨®lo adquiere placer a trav¨¦s de su inconsciente, es decir, mediante su modo de percibir la realidad.Dos grandes corrientes
Para Judith Miller, el objetivo fundamental de la cura anal¨ªtica es lograr que el sujeto "identifique su propio deseo y consiga sostenerlo sin sufrir, sin chocar con la sociedad". Y es precisamente este punto el que, desde la entrada en escena de Lacan en la d¨¦cada de los cincuenta, enfrenta a las dos grandes corrientes del psicoan¨¢lisis: la inspirada por ¨¦l y la representada por la Asociaci¨®n Psicoanal¨ªtica Internacional, que desde Estados Unidos se difunde al resto del mundo y que se distancia m¨¢s de Freud. La psicoanalista Miriam Chorne, del Grupo de Estudios Madrile?os de la Escuela Europea del Psicoan¨¢lisis, destac¨® como lo m¨¢s importante de las jornadas el debate en torno al tema El psicoan¨¢lisis como experiencia liberadora. "Freud se di¨® cuenta al comienzo de su trabajo de que si el hombre tiene que elegir entre la verdad y el placer, sacrifica la verdad. Pero la verdad no desaparece, s¨®lo se reprime, y eso provoca sufrimiento". "La experiencia psicoanal¨ªtica puede resumirse como el esfuerzo para que se deje de sacrificar la verdad, para que el paciente se la encuentre cara a cara y pueda decidir", a?adi¨® Chorne. El argentino Jorge Chamorro, director de la Escuela de Orientaci¨®n Lacaniana; ha considerado que uno de los principales logros de la reuni¨®n ha sido el de "avanzar en la articulaci¨®n de la l¨®gica y el psicoan¨¢lisis. Por otra parte en las jornadas se pusieron de manifiesto las diferencias entre el n¨²mero y el tipo de pacientes que recurren al psicoan¨¢lisis para resolver sus conflictos. El caso de Jap¨®n y de los pa¨ªses el Este son significativos. Miller, por ejemplo, se?al¨® c¨®mo los japoneses tienen dificultades para psicoanalizarse puesto que en su lengua la palabra "yo" var¨ªa seg¨²n la frase. En los pa¨ªses del Este hasta hace muy poco pr¨¢cticamente no exist¨ªa el psicoan¨¢lisis pero con el cambio del sistema pol¨ªtico comienza a revelarse como una t¨¦cnica sumamente necesaria y exitosa.
Progresar es sufrir
Desde su puesto de presidenta de la Fundaci¨®n del Campo Freudiano, la fil¨®sofa Judith Miller contin¨²a profundizando en las ideas de su padre, el psicoanalista Jacques Lacan, cuyas interpretaciones de las teor¨ªas de Freud, consideradas las m¨¢s precisas, son la base de toda una corriente mundial de psicoanalistas "de orientaci¨®n lacaniana".Judith Miller, de 51 a?os, no sabe si la gente acude hoy m¨¢s a los psicoanalistas, pero s¨ª est¨¢ segura de que ¨¦stos "tendr¨¢n un papel cada vez m¨¢s importante en el mundo actual, porque el progreso hace sufrir m¨¢s y m¨¢s al hombre". "La sociedad de consumo es dura de soportar", afirma.
Nueve a?os antes de su muerte en 1981, Jacques Lacan descart¨® a muchos candidatos antes de encontrar en Jacques Alain. Miller a la persona id¨®nea para encargarle la publicaci¨®n de sus ense?anzas orales. Judith Miller, casada con este antiguo disc¨ªpulo hoy presidente de la Escuela Europea de Psicoan¨¢lisis, no se cansa, de que en su vida haya tantas actividades y personas relacionadas con la obra de Lacan: "C¨®mo aburrirme de lo que me estimula intelectualmente".
Su profesi¨®n, ense?ar filosof¨ªa en la Universidad de Par¨ªs, la ayuda a cumplir el deseo de su padre de que los miembros de la Escuela de la Causa Freudiana no fuera ¨²nicamente psicoanalistas, "como si se tratara de un gremio". Lacan pensaba que el estudio del psicoan¨¢lisis implica un trabajo interdisciplinar. ?l mismo estudi¨® matem¨¢ticas y colabor¨® con famosos ling¨¹istas para desarrollar sus ideas, de la misma forma que ahora en ninguna disciplina se puede decir que las teor¨ªas de Lacan son v¨¢lidas s¨®lo para el psicoan¨¢lisis".
"Dentro del campo del psicoan¨¢lisis", explica Judith Miller, "la respuesta de tipo lacaniano, es distinta de la que da la asociaci¨®n internacional, en cuanto a la estandarizaci¨®n. Lacan dice 'respuesta espec¨ªfica para cada paciente'. Eso significa, que la funci¨®n del analista no es transmitir ideales o f¨®rmulas de adaptaci¨®n social ajenas al sujeto. Cada individuo va en busca de una verdad propia, no de una verdad estandarizada".
En opini¨®n de esta especialista, "el analista debe lograr que el paciente realice su propio destino, no el de otro. No se trata de convertirle en el protagonista de un cuento de hadas, integrado en la sociedad, casado, con hijos...". La cuesti¨®n de en qu¨¦ momento debe finalizar la cura anal¨ªtica tambi¨¦n es objeto de debate. Miller recuerda las parodias de Woody Allen para referirse a la "falta de ¨¦xito del psicoan¨¢lisis en Estados Unidos, donde por las teor¨ªas de la asociaci¨®n internacional ¨¦ste se vuelve interminable y cuesta mucho dinero".
Seg¨²n Judith Miller, "hoy tenemos claro que el psicoan¨¢lisis debe tener un final, y que el momento en que este se produce es clave. Freud ya descubri¨® que la desaparici¨®n de los s¨ªntomas no es buen criterio para terminar, porque si no se hallan las causas del sufrimiento ¨¦ste volver¨¢ a aparecer. La experiencia de cada psicoanalista le da un cierto saber hacer, aunque debe ser siempre un trabajo conjunto con el paciente".
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