Un alto ejecutivo pinch¨® el tel¨¦fono a tres empleados para poder echarlos
Al alto ejecutivo Gonzalo Tejerina le sali¨® el tiro por la culata, y sin embargo no le dio. Quer¨ªa despedir a tres empleados de su empresa y les pinch¨® los tel¨¦fonos de sus oficinas para demostrar su infidelidad. Llev¨® las grabaciones al juzgado de lo social y el juez se ech¨® las manos a la cabeza: la prueba aportada se hab¨ªa obtenido ilegalmente. Por eso, el juez de lo social envi¨® las grabaciones a un juzgado de lo penal, que finalmente absolvi¨® al acusador acusado por "ingenuidad" y por haber cre¨ªdo "que obraba l¨ªcitamente". La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, pero siempre hay matices.As¨ª pues, Tejerina, consejero de la empresa Utisan, SA, fue absuelto del delito de revelaci¨®n de secretos.
Los tel¨¦fonos de los tres empleados estuvieron intervenidos durante 14 d¨ªas. El objetivo de Tejerina era grabar las supuestas conspiraciones de estos empleados y presentarlas como prueba en el Juzgado de lo Social n¨²mero 20 de Madrid, para justificar as¨ª ante el juez los tres despidos.
La idea de pinchar los tel¨¦fonos le fue sugerida por un detective privado, "y al parecer", explica el juez en su fallo, "con el visto bueno de la casa matriz". Utisan, SA, dedicada a la venta de material el¨¦ctrico industrial, pertenece a la multinacional francesa CDM, seg¨²n indicaron ayer fuentes de esta empresa.
La operaci¨®n de las escuchas ilegales se descubri¨® en el Juzgado de lo Social n¨²mero 20. Durante el juicio, el alto ejecutivo aport¨® las conversaciones privadas ante el asombro del juez y del fiscal. El magistrado desestim¨® las escuchas como medio de prueba y decret¨® improcedentes los despidos. Si quer¨ªa despedirlos, ten¨ªa que indemnizarlos. Al final, los trabajadores se fueron a otra empresa.
PASA A LA P?GINA 3
El fiscal pidi¨® cuatro meses de prisi¨®n para el ejecutivo
VIENE DE LA P?GINA 1
En el juicio por estas escuchas clandestinas, celebrado el pasado mes de diciembre, el fiscal pidi¨® que se impusiera a Gonzalo Tejerina una condena de cuatro meses y un d¨ªa de c¨¢rcel. El abogado de los tres empleados reclam¨®, por su lado, que la pena fuese de seis meses de arresto mayor y una multa de dos millones de pesetas. Los trabajadores cuyos tel¨¦fonos estuvieron intervenidos desde el 13 hasta el 27 de mayo de 1991 son Faustino M. LI., Casimiro C. C. y Juan M. R. C.
Reconoce el juez que ha absuelto a Tejerina que los hechos constituyen un delito de revelaci¨®n de secreto, pero justifica su absoluci¨®n en varios puntos: la decisi¨®n de pinchar los tel¨¦fonos cont¨® "probablemente con el benepl¨¢cito" de la empresa matriz, y su finalidad era descubrir "maniobras desleales, que, luego, gracias al fondo de comercio que manejaban", redacta el juez textualmente, "pod¨ªan competir en la misma rama negocial -pero en otra firma- con resultados ruinosos" para la empresa. Es decir, tem¨ªa que utilizasen su experiencia profesional y montaran otra empresa de electricidad, llev¨¢ndose a los clientes.
Aunque la ignoracia de la ley no exime de su cumplimiento, el magistrado alega que se puede aplicar a la conducta de Tejerina la denominada eximente de "error de prohibici¨®n invencible del art¨ªculo 6 del C¨®digo Penal". O sea, que el alto ejecutivo no pod¨ªa saber de ninguna forma que lo que hac¨ªa era delictivo.
Hasta su absoluci¨®n, Tejerina ha estado en libertad provisional. Poco despu¨¦s de este esc¨¢ndalo, la multinacional francesa decidi¨® apartarle de su puesto en Espa?a. En la actualidad desempe?a otra labor, ejecutiva en la sede central de la empresa, en Par¨ªs, seg¨²n explicaron ayer fuentes de Utisan. "Aunque tiene apellidos espa?oles, es franc¨¦s", aclararon.
Empresa paralela
Seg¨²n estos medios, Tejerina opt¨® por interceptar las conversaciones de estos trabajadores convencido de que planeaban abandonar la empresa -400 trabajadores en toda Espa?a- y crear otra. "De hecho, al final se han ido y trabajan en otro almac¨¦n de electricidad para el anterior due?o de Utisan, que fue quien vendi¨® Utisan a la multinacional francesa".
"Los tres empleados ocupaban puestos de responsabilidad: Casimiro era jefe de almac¨¦n; Juan Manuel, responsable de una de las tiendas de esta firma, y Faustino, delegado de una sucursal de Torrej¨®n", explican estos medios.
Casimiro C., uno de los trabajadores objeto de las escuchas, expres¨® ayer su enfado por la sentencia. Indic¨® que prefer¨ªa no hacer ninguna declaraci¨®n para olvidar cuanto antes "todo lo ocurrido en el anterior empleo", aunque record¨® que el juez hab¨ªa declarado improcedentes los despidos. "Al final nos marchamos, con una peque?a indemnizaci¨®n, porque ya poco futuro nos quedaba en esa empresa", dijo.
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