Los estudiantes de Montes se examinan en los pasillos de edificios prestados
Una antigua f¨¢brica de corcho se convierte en bar. Los pasillos, en improvisadas salas de ex¨¢menes. Son algunos de los ejemplos de la lecci¨®n de supervivencia de los profesores y 1.300 estudiantes de la Escuela Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Polit¨¦cnica, que llevan desde el principio de curso con el edificio principal cerrado por la precariedad de la construcci¨®n. Un informe reciente revela que los da?os en algunos pilares son graves.
Todo empez¨® el verano pasado. En unas obras m¨¢s o menos rutinarias en el edificio, que data de 1945, se descubrieron que los pilares principales presentaban "un aspecto algo feo", seg¨²n ha contado un profesor. En septiembre se encarg¨® un estudio a la empresa Intemac, que recomend¨® en principio el desalojo y cierre del edificio en cuesti¨®n mientras se elaboraba un informe m¨¢s exhaustivo. Mientras tanto, con dos semanas de retraso, los alumnos se incorporaban a las clases. Pero no a las de siempre. El edificio cerrado representa casi el 80% de toda la Escuela, as¨ª que se tuvieron que improvisar soluciones de urgencia.Los ingenieros de Forestales, cuya escuela est¨¢ de la de Montes, les han prestado algunas de sus aulas. "Y a las tres de la tarde, como nosotros no tenemos comedor, en Forestalestales se organiza la gran movida, con gente comiendo por los pasillos lo que se ha tra¨ªdo de casa", comentaba el viernes Carlos M., de Montes.
La sala de audiovisuales se ha convertido en una confortable, aunque pequena, aula de butacas mullidas. "Excesivamente c¨®rnoda", cuenta uno de los estudiantes, "porque a veces te entra sue?o".
Cuando los ex¨¢menes son multitudinarios, como el de ayer de C¨¢lculo, en la puerta de entrada del edificio contiguo al principal, en donde se trasladaron urgentemente todas las dependencias, se incluye por relaci¨®n alfab¨¦tica d¨®nde tiene que ir cada alumno. De tal letra a tal otra en los pasillos de la sala x; de tal letra a la otra, en Forestales; de tal otra a tal otra en la sala...
Ayer, unos 40 estudiantes pensaban silenciosamente las respuestas de C¨¢lculo en los pasillos. Una chica, tras levantar la cabeza del papel y despabilarse por un momento del mareo de las soluciones, dijo: "La verdad es que, como las mesas son las mismas que en clases, no es especialmente inc¨®modo".
El grupo de teatro ha tenido que celebrar una gira que le ha llevado de la Facultad de Matem¨¢ticas a la de Aperejadores en busca de locales para ensayar. Aun as¨ª presentar¨¢n una obra en el festival de teatro de la Polit¨¦cnica en abril. Y el bar, que tambi¨¦n estaba en el edificio principal, ha volado hasta una antigua y cercana f¨¢brica de corcho cerrada que ha quedado convertida en un curioso local: si uno no sabe que es una cafeter¨ªa de circunstancias puede pensar que la decoraci¨®n est¨¢ hecha a prop¨®sito. El director de la Escuela, Rodolfo Carretero, coment¨® el viernes pasado que la cosa tardar¨¢: "Ya tenemos el nuevo informe de Intemac, y es desmoralizador. Habr¨¢ que reparar los pilares" prosigui¨®.
Una inspecci¨®n de la Polit¨¦cnica est¨¢ calculando la cantidad el dinero que costar¨¢ la reparaci¨®n, que, seg¨²n Carretero, rondar¨¢ los 400 millones de pesetas. "Espero que Educaci¨®n se d¨¦ prisa luego con los cr?ditos; esto es una casa de cultura, como el Liceo. Lo importante es que s¨®lo hemos perdido dos semanas de clase", concluy¨®.
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