Los impactos provocan explosiones del tama?o de detonaciones nucleares
Datos secretos procedentes de sat¨¦lites militares en ¨®rbita a miles de kil¨®metros sobre la Tierra muestran que el planeta est¨¢ siendo constantemente bombardeado por grandes meteoritos que provocan explosiones del tama?o de detonaciones nucleares. El Departamento de Defensa (EE UU) ha mantenido hasta ahora clasificada esta informaci¨®n, tomada mediante equipos espaciales estadounidenses dedicados a vigilar las pruebas at¨®mica y el lanzamiento de cohetes.
Desde 1975 a 1992, los sat¨¦lites detectaron 136 explosiones en la alta atm¨®sfera, lo que supone una media de ocho por a?o. Se calcula que las explosiones ten¨ªan intensidad equivalente a detonaciones de 500 a 15.000 toneladas de explosivos, o la potencia de peque?as bombas at¨®micas. Los expertos que han analizado los datos -que preparan la publicaci¨®n de sus sus conclusiones en el libro Cat¨¢strofes debidas a cometas y asteroides, que saldr¨¢ este a?o-, afirman que el n¨²mero de impactos detectados por los sat¨¦lites puede ser muy inferior a los que realmente se producen y que el bobardeo de meteoritos podr¨ªa ser diez veces mayor: unas 80 explosiones por a?o.La informaci¨®n ahora dada a conocer, parece apoyar la idea de que Tierra est¨¢ sometida a choques de este tipo en un amplio rango de tama?os, incluyendo alg¨²n pedazo de roca espacial que cada diez millones de a?os, m¨¢s o menos, produce una hecatombe de escala planetaria. Estos datos, secretos hasta ahora, se consideran investigaciones derivadas de las tecnolog¨ªas de la Guerra Fr¨ªa, que pueden ayudar a la causa de la paz evitando falsas alarmas de ataques nucleares. De hecho, en varias ocasiones los expertos militares han tardado meses en determinar si se trataba de explosiones naturales o artificiales.
El libre acceso a estos datos parece que va a incentivar una nueva alianza entre astr¨®nomos y expertos en reconocimiento militar. "Es una fuente ¨²nica de informaci¨®n", ha declarado Eugene M. Shoemaker, astr¨®nomo del Observatorio Lowell en Flagstaff (Arizona, EE UU).
Los meteoritos son restos de la formaci¨®n del sistema solar, cuerpos compuestos de hielo roca, hierro y niquel de muchas formas y tama?os. Las lluvias de meteoros en algunas ¨¦pocas del a?o y los destellos solitarios que cruzan el cielo, se generan cuando peque?os fragmentos de materia c¨®smica, a veces no superiores a un grano de arena, se quema al entrar en la atm¨®sfera terrestre a gran velocidad.
Pero las explosiones registradas por los sat¨¦lites militares se producen cuando los cuerpos que chocan no son granos de arena sino cuerpos, incluso m¨¢s grandes que una casa, que arden y explotan a unos 30 kil¨®metros de altura sobre la superficie terrestre. Producen grandes bolas incandescentes y potentes ondas de choque, pero apenas suelen dejar trazas apreciables en el suelo puesto que todo tiene lugar a bastante altura. Si est¨¢n compuestos de metales densos, los meteoritos de este tama?o tienen muchas probabilidades de atravesar toda la atm¨®sfera y llegar a la superficie terrestre.
Los cient¨ªficos sugieren que cada 10 millones de a?os, m¨¢s o menos, aut¨¦nticos cuerpos de tama?o colosal procedentes del espacio chocan violentamente contra la Tierra y levantan una nube de polvo global que vela el sol, altera el clima y cambia el curso de la evoluci¨®n al provocar la extinci¨®n de muchas especies de animales y plantas. Se cree, que un meteorito de estas caracter¨ªsticas hizo un cr¨¢ter de 300 kil¨®metros de di¨¢metro hace 65 millones de a?os, en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n (M¨¦xico). Su impacto, seg¨²n algunos investigadores, provoc¨® o contribuy¨® a la desaparici¨®n de los dinosaurios.
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