Spielberg dedica a Wiesenthal su ¨²ltimo filme

Cuando ayer el director de cine Steven Spielberg estrech¨® la mano del cazador de nazis Simon Wiesenthal, le susurr¨® al o¨ªdo que al fin se hab¨ªa cumplido su sue?o de infancia. Wiesenthal fue el h¨¦roe de su ni?ez, un personaje de leyenda, inalcanzable y mitificado en todas las familias jud¨ªas del mundo por haber dedicado su vida a perseguir a los responsables del holocausto. Spielberg eligi¨® venir a Austria, el pa¨ªs donde a¨²n viven verdugos y vict¨ªmas del nacionalsocialismo, para presentar su pel¨ªcula La lista de Schindler como un tributo a Wiesenthal, de 85 a?os.

El realizador norteamericano record¨® la impresi¨®n que la caus¨® haber le¨ªdo las memorias de este testigo excepcional de la historia, y especialmente el pasaje en el que Wiesenthal recuerda el d¨ªa de su liberaci¨®n. Pesaba 45 kilos, estaba enfermo del pulm¨®n y se agrav¨® a¨²n m¨¢s cuando ingiri¨® demasiado r¨¢pido su primer alimento. Un soldado norteamericano que llenaba una ficha con sus datos le pregunt¨® la edad, a lo que contest¨®: "Hoy, tengo m¨¢s de dos mil a?os".Protegiendo al anciano superviviente con su brazo, Spielberg se abri¨® camino por entre los m¨¢s de cien periodistas y c¨¢maras, hasta llegar a la sala de un hotel de lujo en Viena donde ambos conced¨ªan una conferencia de prensa. El director de La lista de Schindler dijo que hab¨ªa realizado la pel¨ªcula con intenciones educativas. "Es muy importante porque hay demasiada gente que jam¨¢s ha le¨ªdo un libro sobre el holocausto, y el cine tiene un gran poder". Wiesenthal tambi¨¦n se mostr¨® convencido de la funci¨®n did¨¢ctica del cine para las nuevas generaciones, y lo considera m¨¢s efectivo que los tribunales p¨²blicos y ejemplares para juzgar a los criminales del III Reich.

El juicio en Viena, en la d¨¦cada de los sesenta, de un alto oficial de las SS responsable del transporte de un mill¨®n de jud¨ªos a campos de exterminio, demostr¨® a Wiesenthal cu¨¢n dificil es hacer justicia: "Por cada v¨ªctima le dieron tres minutos de c¨¢rcel. Despu¨¦s de seis a?os se fue a su casa".

En el estreno de la pel¨ªcula en el cine vien¨¦s Baugarten, participaron supervivientes del holocausto, gentes que llevan los n¨²meros de registro de los campos de concentraci¨®n marcados al hierro caliente en sus antebrazos. Un gran n¨²mero de polic¨ªas vestidos de civil controlaban el recinto por temor a manifestaciones neonazis. Seg¨²n el portavoz del Ministerio del Interior, se evit¨® la presencia de uniformados para no provocar a los extremistas, que podr¨ªan aprovechar la oportunidad para hacer su propaganda apareciendo frente a las c¨¢maras de televisi¨®n. Ante cualquier disturbio, "un gran n¨²mero" de polic¨ªas estaban en estado de alerta para la noche de ayer.

Las ganancias de la noche del estreno, ser¨¢n destinadas, por expreso deseo de Spielberg, a AMCHA, una organizaci¨®n humanitaria fundada en Israel en 1988 para dar ayuda psicoterap¨¦utica a los 320.000 supervivientes del holocausto, que sufren de pesadillas, depresiones y enfermedades psicosom¨¢ticas.

Provocaci¨®n neonazi

Wiesenthal, que particip¨® ayer en un programa de radio para comentar la pel¨ªcula, recibio una llamada telef¨®nica a micr¨®fono abierto de un neonazi que asegur¨® que La lista de Schindler era "una provocaci¨®n para la juventud austriaca". Acostumbrado a este tipo de ataques, el anciano superviviente le contest¨® simplemente: "El antisemitismo no necesita de provocaci¨®n porque existe".La pel¨ªcula de Spielberg es para Wiesenthal, que ha visto la mayor¨ªa de las pel¨ªculas sobre el nacionalsocialismo, "la mejor obra cinematogr¨¢fica que se ha realizado sobre el holocausto. Me olvid¨¦ que estaba en el cine y varias veces me transport¨¦ nuevamente al campo de concentraci¨®n", dijo. En La lista de Schindler no hay "un abuso del horror, que aburre a la gente. Spielberg nos da pausas para respirar entre una escena y otra".