Un oasis en la penumbra
El empresario Pedro Pueyo, presidente de Oasis, explica sus negocios con Mario Conde
Nada excita m¨¢s a la sociedad de Madrid como la aparici¨®n s¨²bita de un financiero avispado. Para mantenerse rico, la gente como Pedro Pueyo, un mallorqu¨ªn de 42 a?os, a salto de mata entre M¨¦xico y Estados Unidos, tiene que estar m¨¢s cerca de la muerte que de la vida. Econ¨®mica y financiera, se entiende. Estos d¨ªas, Pueyo, que es uno de los principales accionistas del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto), atraviesa esa situaci¨®n. Pueyo representa 4.879.853 acciones o el 3% del capital de Banesto y est¨¢ en la picota no s¨®lo porque la entidad ha sido intervenida y porque pag¨® un precio medio de 3.100 pesetas por t¨ªtulo, cuando ahora valen 700 pesetas, sino tambi¨¦n porque ¨¦l grupo Oasis, que el preside, ha sido se?alado con el dedo amenazador del Banco de Espa?a, preocupado por la excesiva concentraci¨®n de riesgos.El acta de intervenci¨®n del 28 de diciembre de 1993 dice: "Seg¨²n informaciones orales facilitadas por los representantes de banco, ¨¦stos han iniciado trabajos orientados a clarificar definitivamente las relaciones con este grupo [Oasis]. A partir de las informaciones parciales disponibles, cabe afirmar que los quebrantos no ser¨¢n inferiores
25.000 millones de peseta?, dice el acta, que cifra los riesgos del grupo en 61.000 millones de pesetas. El Banco de Espa?a, por tanto, estima que Banesto se puede ver afectado en 25.000 millones por el grupo Oasis, que posee hoteles en Canarias y en Canc¨²n (M¨¦xico) y diversos intereses en el transporte a¨¦reo. "Fui el primero que puso un charter desde Espa?a a Canc¨²n. No es por decirlo, pero fui yo quien puso a Canc¨²n en el mapa de Europa, aparte de situarlo en Espa?a", dijo Pedro Pueyo en una entrevista con EL PA?S.
Los datos difundidos el d¨ªa de la intervenci¨®n movilizaron a los banqueros que prestan a Oasis. Algunos reunieron a sus comit¨¦s de cr¨¦dito y los clientes, touroperadores, comenzaron a mirar con recelo a la empresa. La comisi¨®n permanente del Banco Bilbao Vizcaya analiz¨® la situaci¨®n -es el principal acreedor de Oasis con 50 millones de d¨®lares (7.000 millones de pesetas)- el mismo d¨ªa que venc¨ªa un plazo de principal e intereses de 1.200 millones de pesetas, a primeros de enero pasado. Oasis hizo honor, pagando. El operador alem¨¢n TUI, que arrenda todo el a?o un hotel de Oasis en Canarias, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se neg¨® a pagar el alquiler anual de 1.300 millones de pesetas hasta "conocer la situaci¨®n". Finalmente, pag¨®. Pueyo, tras arduas reuniones con sus banqueros, consigui¨® tranquilizar los ¨¢nimos al cabo de varias semanas. En los ¨²ltimos d¨ªas, logr¨® que Banesto concediera un cr¨¦dito de 500 millones de pesetas al grupo Oasis.
A pesar de sus dificultades, el empresario es un punto de referencia para la junta general de accionistas que convocar¨¢ pr¨®ximamente el presidente de Banesto, Alfredo S¨¢enz, con quien, precisamente, discuti¨® hace un par de semanas, cuando le exigi¨® una declaraci¨®n oficial sobre los cr¨¦ditos que mantiene el grupo Oasis con Banesto. Pueyo obtuvo finalmente el papel donde, con mucha cautela, se confirma que los cr¨¦ditos ascienden a 20,7 millones de d¨®lares o 3.000 millones de pesetas. Seg¨²n el auditor de Oasis, Coopers & Lybrand, la deuda total del grupo se eleva a 72,6 millones de d¨®lares o 10.200 millones de pesetas y el valor patrimonial de la compa?¨ªa es de 395,3 millones de d¨®lares o 55.640 millones de pesetas. Los beneficios del grupo consolidado de 1993 rondan los 12 millones de d¨®lares "en linea con los del a?o anterior". El auditor afirma que "no ha terminado de examinar las cuentas financieras a 31 de diciembre de l993". Pueyo, por su parte, se?ala que la crisis ha afectado a todo el sector tur¨ªstico pero al menos mantendremos los resultados de l992".
Ahora, las acciones de Banesto son un campo de batalla. Para mantener sus posiciones en Banesto, Pueyo, tuvo que acudir a la ampliaci¨®n de capital de febrero de 1993, con 500 millones de pesetas. Luego hizo lo mismo a primeros de agosto, en la macroampliaci¨®n. El Banco Santander le prest¨®, en cuarenta y ocho horas, 3.000 millones, para comprar t¨ªtulos de Banesto, y acept¨® como garant¨ªa 3.353.000 acciones, entre viejas y nuevas, que casi doblaban, a valor de mercado, los 3.000 millones. Pero el Santander es tan exigente como eficaz: una cla¨²sula del contrato establec¨ªa que el valor de la garant¨ªa deb¨ªa ser equivalente al 180% del pr¨¦stamo. Al reanudarse la cotizaci¨®n de Banesto, a partir del 1 de febrero, los t¨ªtulos bajaron a 750 pesetas, lo que redujo el valor de la garant¨ªa que pose¨ªa el Santander por debajo de los 3.000 millones prestados. El banco envi¨®, pues, un requerimiento notarial: Pueyo deb¨ªa ofrecer, en treinta d¨ªas, que vencen el pr¨®ximo 3 de marzo, una nueva garant¨ªa para cubrir la cl¨¢usula del 180%. En otros t¨¦rminos: deb¨ªa aportar bienes por 3.000 millones. Eso es lo que hizo, al presentar, esta semana, unos terrenos en M¨¦xico, valorados en 35 millones de d¨®lares. Al Santander no le gustaron.
"Vamos a emprender acciones legales porque parece que lo que quieren es quedarse con las acciones de Banesto. No entendemos por qu¨¦ no les gusta la nueva garant¨ªa", explica Pueyo. Seg¨²n dijo, el d¨ªa 21 [hoy] los abogados presentar¨¢n una demanda contra el Banco Santander para paralizar cualquier intento de vender los 3,3 millones de t¨ªtulos de Banesto hasta tanto se sustancie, por v¨ªa judicial, qui¨¦n tiene raz¨®n, Pueyo o el Santander.
Este hombre, que puede viajar, en una misma semana, desde Atlanta a Canc¨²n, pasar por Buenos Aires para visitar al presidente Menem en la Casa Rosada y saltar desde all¨ª al despacho de Fidel Castro, en La Habana, para discutir con el comandante y su mano derecha en el Gobierno, Roberto Robaina, c¨®mo crear una econom¨ªa de mercado en la isla, hasta altas horas de la madrugada, est¨¢ ahora sin moverse de Madrid. "Durante veinte a?os he trabajado duro en el sector tur¨ªstico y nunca he tenido mucho que ver con las finanzas. Y ahora estoy aqu¨ª, en una situaci¨®n ins¨®lita por culpa de ellas. Yo no me he dedicado nunca a cambiar papeles", dice.
Pueyo aterriz¨® en Banesto a finales de 1989. El entendimiento fue r¨¢pido. El banco, seg¨²n le explic¨® Mario Conde, quer¨ªa. invertir en el sector tur¨ªstico. Por aquella ¨¦poca, la autocartera de Banesto se hab¨ªa engrosado tras la compra de casi cinco millones de t¨ªtulos adquiridos a Juan Abell¨® y a la sociedad Cartera Central, de Alberto Cortina y Alberto Alcocer, respectivamente. Despu¨¦s que los auditores valoraron Oasis en 300 millones de d¨®lares o 30.000 millones, de pesetas de entonces, se decidi¨® un intercambio en enero de 1990. Banesto adquir¨ªa un 15% de Oasis y ¨¦sta pasaba a controlar el 1,5% del banco. No se movi¨® dinero. Fue un intercambio de activos. El 26 de julio de 1990 el acuerdo se ampliaba: Oasis controlaba 2.962.086 acciones y Banesto el 50% de la compa?¨ªa tur¨ªstica. Conde dej¨® la gesti¨®n de Oasis en las mismas manos, es decir, de Pueyo, y ¨¦ste, a su vez, seg¨²n consta en el contrato, le cedi¨® los derechos de voto, a Conde siempre que el presidente de Banesto fuese ¨¦l. La participaci¨®n de Pueyo en Oasis se canaliza a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Kielsestein, sociedad de Liechtenstein, mientras que la de Banesto en la empresa tur¨ªstica se puso a nombre de una sociedad domiciliada en la isla de Man: Brightsun.
Pueyo hizo diversas operaciones con Banesto, al tiempo que otras empresas suyas, diferentes de Oasis, recibieron apoyo crediticio importante. "Yo lo que veo es que hab¨ªa una batalla entre el Banco de Espa?a de la que yo no era muy consciente y de la que salgo terriblemente perjudicado, tanto profesional como a t¨ªtulo personal. Yo no he participado en ning¨²n artificio contable. He comprado cosas, las he pagado", protesta.
Pueyo intervino en la compra a Banesto de la empresa Gescam, que pose¨ªa activos financieros y edificios del banco, entre ellos el de la Castellana 7, su antigua sede social. Banesto anunci¨¦ al Banco de Espa?a, el 30 de septiembre de 1991, que esta operaci¨®n se cerrar¨ªa con unas plusval¨ªas de 8.657 millones de pesetas, con cargo al ejercicio 1991. Pero no ser¨ªa hasta un a?o m¨¢s tarde, el 25 de octubre de 1992, que se formalizar¨ªa de modo definitivo. Entretanto, Pueyo se hizo con Gescam y redujo el capital de la sociedad, para devolver a Banesto aquello que no entraba en el acuerdo: la caja. Cuatro transferencias por un total de 22.000 millones de pesetas reingresaron el dinero los d¨ªas, 5 y 19 de mayo de 1992. "Aqu¨ª tiene la copia de las tranferencias. Puede preguntar en Banesto a ver que le dicen", se?ala Pueyo. En efecto: una fuente autorizada de Banesto, consultada por ¨¦ste peri¨®dico, confirm¨® que dicha devoluci¨®n tuvo lugar.
Otras sociedades del empresario mallorqu¨ªn como Kielsestein, el accionista de Oasis, y Cobra, empresa a¨¦rea que comparte con Banesto, tambi¨¦n poseen cr¨¦ditos del banco, aunque, seg¨²n Pueyo, por cantidades muy inferiores a los 61.000 millones apuntados por el banco emisor. "Esos cr¨¦ditos no tienen problemas. Est¨¢n en regla. Ninguno de ellos se ha dejado de pagar", dice Pueyo. "En cuanto a Kieselstein, se trata de una fundaci¨®n que reune a diferentes intereses con inversiones muy diversas. Lo que yo puedo asegurar es que no est¨¢ Mario Conde ni ning¨²n otro s¨²bdito espa?ol".
As¨ª las cosas, el magnate an¨®nimo, ahora m¨¢s popular, a pesar de sus esfuerzos por pasar inadvertido, tiende a ser oscuro objeto de deseo de cara a la pr¨®xima junta de accionistas del banco. S¨¢enz, l¨®gicamente, tendr¨¢ necesidad de reunir los votos para sacar adelante el plan de recapitalizaci¨®n. Por ello mira con atenci¨®n a Corsair y J. P. Morgan, primeros accionistas, con un 8%, Mario Conde, segundo, con algo m¨¢s del 4%, y, claro, a Pueyo, con sus casi 5 milllones o 3%, tercer accionista... si la batalla con el Santander no complica las cosas.
La disputa con el Banco Santander
El verdadero oasis de Pedro Pueyo, un empresario mallorqu¨ªn en el ojo del hurac¨¢n despu¨¦s de la intervenci¨®n de Banesto, es su 3% en el capital del banco o el 3%, que hace de ¨¦l el tercer accionista de la entidad, tras el fondo Corsair y el propio Mario, Conde. El Banco Santander prest¨® a las sociedades de Pueyo 3.000 millones de pesetas para acudir a la ampliaci¨®n de capital del verano pasado, tomando como garant¨ªa del pr¨¦stamo 3.353.000 acciones de Banesto. Ahora que el t¨ªtulo ha perdido el 65% de su valor, el Santander ha exigido por v¨ªa notarial nuevas garant¨ªas a Pueyo bajo amenaza de vender las acciones si antes del 3 de marzo no hay acuerdo.Pueyo present¨® unos terrenos en M¨¦xico, por valor de 35 millones de d¨®lares pero el Santander no los ha acept¨® la pasada semana. El empresario tur¨ªstico presentar¨¢ una demanda ma?ana lunes para impedir la venta del paquete. Pueyo estima que el Santander quiere quedarse las acciones.
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