El Gobierno franc¨¦s, dispuesto a defender la pureza del idioma por decreto
Un proyecto de ley prev¨¦ penas de c¨¢rcel y multas para quienes lo incumplan
Los franceses van a hablar y escribir en un puro franc¨¦s por decreto. La pr¨®xima primavera, el Parlamento discutir¨¢ un proyecto de ley presentado por el ministro de Cultura, Jacques Toubon, destinado a convertir en "obligatorio el uso del franc¨¦s en todo el territorio nacional en lo referido a mensajes escritos, hablados o audiovisuales en lugar p¨²blico o medio de transporte en com¨²n". Las sanciones contra quienes no respeten la ley podr¨¢n ir hasta los seis meses de c¨¢rcel y los 50.000 francos de multa (1.240.000 pesetas). Con ello se intenta detener el retroceso del franc¨¦s.
El proyecto de ley responde a la irritaci¨®n francesa ante el auge del ingl¨¦s, convertido en el esperanto de millones de personas. Incluso como idioma diplom¨¢tico, a pesar de su precisi¨®n, el franc¨¦s retrocede, desaparece. S¨®lo la Iglesia, que lo utiliz¨® para la redacci¨®n original de su nuevo catecismo, contin¨²a apreciando la sutileza de la lengua de Voltaire.Jacques Toubon no soporta que en la publicidad se hable de marketing en vez de mercatique, que los j¨®venes se aislen con el walkman en las orejas y no con el baladeur, que los fabricantes de coches hablen maravillas de su air bag y no digan nada del coussin gonflable o que los periodistas den por descontado que Sarajevo es la capital del sniper y no del tireur isol¨¦.
En definitiva su irritaci¨®n ante el auge del llamado franglais, entendido como mera colonizaci¨®n, le ha llevado a proponer una ley que retoma y adec¨²a a los progresos de la difusi¨®n de la informaci¨®n la del 31 de diciembre de 1975, una ley "relativa al empleo de la lengua francesa" que fracas¨® porque nunca hubo la voluntad pol¨ªtica de aplicarla.
El presidente Mitterrand ha expresado, en diversas ocasiones, su inquietud ante el retroceso del franc¨¦s. En 1985, ante una Academia de la Lengua que celebraba su 3500 aniversario, se preguntaba: "?Deberemos traducir al ingl¨¦s las ¨®rdenes que demos a las m¨¢quinas? ?Un pa¨ªs que sabe construir el cohete Ariane tiene que perder su idioma?".
Contra el ingl¨¦s
La respuesta la obtuvo cinco a?os despu¨¦s, visitando la sede del Institut Pasteur, centro pionero en la investigaci¨®n cient¨ªfico m¨¦dica, el ver que todas las publicaciones del Institut estaban escritas en ingl¨¦s.. La nueva ley exige que en los coloquios internacionales que se celebren en Francia el idioma del pa¨ªs sea oficial y utilizado, sin que eso impida a los asistentes de otros pa¨ªses a hablar en el suyo o, como parece inevitable, en ingl¨¦s. De ah¨ª el Ministerio de la Francofon¨ªa y se recuerde que hay 47 Estados en el mundo en los que se habla en franc¨¦s.
Las ofertas de empleo en ingl¨¦s publicadas en los peri¨®dicos deber¨¢n ir traducidas, al igual que los mensajes publicitarios, y la versi¨®n francesa deber¨¢ figurar en caracteres de igual tama?o como m¨ªnimo. Todos los centros que reciben subvenciones p¨²blicas podr¨ªan perderlas sino dan prioridad al franc¨¦s como idioma de comunicaci¨®n. En los supermercados o almacenes deber¨¢n retirarse de la venta los productos cuyo manual de instrucciones, lista de ingredientes o literatura sobre hipot¨¦ticos efectos secundarios no est¨¦ en franc¨¦s.
Jacques Toubon no duda en citar a Regis Debray cuando sostiene que "en materia de creaci¨®n, la internacionalizaci¨®n es lo contrario de la universalidad y que s¨®lo exaltando lo singular se expresa lo que hay de mejor y une a los hombres". De momento su ley s¨®lo tendr¨¢ dos excepciones: las impuestas por el comercio exterior y las de la legislaci¨®n internacional referida a los transportes a¨¦reos.
Babelia
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