"Madrid todav¨ªa huele a barrio, a vecindad"
A finales de los setenta, el buen ladr¨®n Curro Jim¨¦nez le rob¨® a Pedro Almod¨®var su jefa de producci¨®n, antes del boom de Pepi y Luci. Casi diez a?os despu¨¦s, la chica coincide con el otro Almod¨®var, Agust¨ªn, en un rodaje de Trueba. Opta por ser infiel sabiendo con qui¨¦n y, sin tomarse con Aranda un tiempo de silencio, Almod¨®var le da su alternativa en Matador y ella acepta las leyes de El Deseo, SA. En la calma del rodaje, o cada vez que alguien bordea el ataque de nervios, ella sigue atada a Pedro Almod¨®var por propia voluntad. Y, a pesar de estar muy solicitada, es el director manchego quien no arranca una pel¨ªcula si no siente cercanos sus tacones. Treinta y seis a?os y m¨¢s t¨ªtulos que habitantes tiene su pueblo natal, Cedillo de la Torre, en Segovia, con un censo de 120 almas.Pregunta. Todo en una profesi¨®n con mayor¨ªa de hombres y haciendo pel¨ªculas de tem¨¢tica machista. ?Tambi¨¦n en El )eseo?
Respuesta. La estructura el cine, en general, es machista. Desgraciadamente, el poder econ¨®mico est¨¢ en manos de los hombres. Son mayor¨ªa en la direcci¨®n, la producci¨®n, la direcci¨®n de fotograf¨ªa, decoradores o el¨¦ctricos. Las mujeres son sastras, scripts, maquilladoras, peluqueras y alguna foto fija.
P. Tan dura debe de ser la carencia como delicado el exceso de medios.
R. Ya lo creo. Tuvimos un rodaje en Palma de Mallorca con menos de dos millones de pesetas- todo era: "por favor, muchas gracias, qu¨¦ amable"-, y convertimos un hotel con todas las habitaciones iguales en casas diferentes. Tener mucho dinero tambi¨¦n es apasionante, pero la responsabilidad no te deja dormir. Cuanto m¨¢s dinero malgasta un productor, m¨¢s profunda es su fosa.
P. La gente siempre se refiere a Esther Garc¨ªa casi con un gui?o. "Es una chica muy lista", dicen.
R. Es una forma coloquial de hablar de la intuici¨®n femenina, quiz¨¢ porque voy un poco m¨¢s all¨¢ de las cosas, pero me gusta o¨ªrlo. Soy un poco madre, quiz¨¢ por ser la mayor de cinco hermanos. Para templar los ¨¢nimos, con escuchar un poco basta. En un rodaje de 14 semanas, los roces son inevitables.
P. ?El mejor momento del rodaje de una pel¨ªcula es el ¨²ltimo d¨ªa?
R. ?Qu¨¦ va! Por nada del mundo quieres que se termine: al menos a m¨ª me asalta una gran inseguridad. Pero, aunque lo pasamos muy bien, estamos agotados. El mejor d¨ªa es el primero, cuando todo el mundo est¨¢ fresquito. Lo m¨¢s emocionante, el primer pase, a solas con el director, el montador y pocos m¨¢s, comprobando si la pel¨ªcula es tal y como la hab¨ªas imaginado. Unas veces te gusta, otras te horroriza.
P. Y de ocurrir esto ¨²ltimo, ?se lo dice a Almod¨®var?
R. Con Pedro, como mucho, hay diferencias en detalles. Se lo digo y me escucha. Pero soy muy discreta, apenas me entrometo porque mi parcela no es muy creativa en relaci¨®n al acabado final de la pel¨ªcula.
P. ?Trabajar en El Deseo es tocar techo?
R. Muchos lo creen, y yo quiero seguir aqu¨ª, aunque me encantar¨ªa rodar o repetir con Trueba, Aranda, Colomo, Gonzalo Su¨¢rez o Pilar Mir¨®. Pero, casi en secreto, te dir¨ªa que lo que m¨¢s ilusiona es rodar con gente joven.
P. Pues va a tener una avalancha de guiones.
R. Leo encantada tres o cuatro a la semana. Por desgracia, no encuentro muchas cosas.
P. Cuente alguna an¨¦cdota de rodaje.
R. En Tacones, despu¨¦s de construir un parterre de margaritas naturales, pegamos un cartel en la pared y al muro le salieron quince due?os. Pero luego hay gente encantadora, que no rechista aunque le conviertas la casa en un plat¨®.
P. Su jefe se queja de Madrid, dice que la ciudad est¨¢ aburrida.
R. Parece que nos hemos enfriado un poco, pero yo, que soy m¨¢s de la tienda que del hipermercado, creo que Madrid todav¨ªa huele a barrio, a vecindad.
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