Los griegos despiden a Melina Mercuri como la diosa de la belleza y la libertad
M¨¢s de mill¨®n y medio de personas acompa?aron a la actriz socialista en su ¨²ltimo paseo por Atenas
Desde primeras horas de la ma?ana, el trayecto que separa los tres kil¨®metros que hay entre la catedral y el cementerio principal, situado frente a la Acr¨®polis que la actriz tanto am¨®, empezaron a ser ocupados por griegos procedentes de todo el pa¨ªs.Dentro de la catedral, desde las doce de la ma?ana fueron llegando los escasos elegidos para asistir a la misa de cuerpo presente oficiada por 16 obispos ortodoxos que result¨® ser una ceremonia espectacular llena de belleza. El lateral derecho del templo estaba ocupado por familiares y amigos de la actriz. Su marido Jules Dassin era rodeado por gentes del mundo del arte. A la izquierda Andreas Papandreu y Dimitra, junto a todos los miembros del Gobierno griego, encabezaban el sector pol¨ªtico en el que se encontraban representados todos los partidos de Grecia.
Entre las delegaciones extranjeras estaba Jo¨¢o de Deus Pinheiro, representante de Cultura de la Uni¨®n Europea; el ministro de Cultura franc¨¦s, Jacques Toubon; el ministro de Trabajo espa?ol, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, y el ex ministro de Cultura franc¨¦s Jack Lang, ¨²nico extranjero que intervino en la ronda de discursos que se produjo durante el funeral.
Lang dijo en franc¨¦s, que Melina representaba la mujer-mujer, la mujer-bandera, la mujer-llama por personificar la belleza, la libertad y la raz¨®n. El ex ministro franc¨¦s, gran amigo de la pol¨ªtica griega, agradeci¨® a Melina el haber convertido a Grecia en la patria de los intelectuales de todo el mundo y asegur¨® que nunca en su vida hab¨ªa visto tanta adoraci¨®n por una persona como la demostrada por el pueblo griego estos d¨ªas por Melina.
La defensa de la libertad
Pero puede que el discurso m¨¢s emotivo fuera el del obispo ortodoxo Crisostomos. M¨¢s all¨¢ de las preocupaciones celestiales, Crisostomos record¨® el p¨¢pel jugado por Mercuri frente a la dictadura de los coroneles y equipar¨¦ el nombre de Melina a la de la lucha de todo el pueblo griego por la libertad y los derechos humanos. El obispo termin¨® pidiendo coraje a Jules Dassin y al PASOC, partido en el que milit¨® Mercuri, trabajo para todos los griegos que no lo tienen.
Un vestido de terciopelo rojo
Despu¨¦s de la ceremonia ortodoxa, el cuerpo de Melina Mercuri fue trasladado hasta el veh¨ªculo militar que habitualmente se utiliza para trasladar los restos de los primeros ministros fallecidos. Cuatro campeones ol¨ªmpicos se ocuparon de llevar el ata¨²d hasta el coche, que a partir de ah¨ª ser¨ªa escoltado por las calles de Atenas por todo el equipo ministerial de Andreas Papandreu. Centenares de coronas blancas de flores extendidas sobre kil¨®metro y medio de calle, hab¨ªan llegado de todo el mundo desoyendo la petici¨®n a sus admiradores de que el dinero para este ¨²ltimo homenaje no se gastara en flores sino que fuera destinado a la construcci¨®n del Museo de la Acr¨®polis que quer¨ªa Melina.La corona m¨¢s grande y espectacular hab¨ªa sido enviada por el Pasok y en ella se pod¨ªa leer: "Melina inmortal".
El recorrido destap¨® las emociones de los griegos al paso por las plazas y calles con gritos de dolor mezclados con aplausos, a la vez que una permanente lluvia de p¨¦talos de rosas ca¨ªan desde balcones y terrazas de las casas a lo largo de todo el trayecto.
El viudo, Jules Dassin, junto al hermano de la actriz, Espyros Mercuri, avanzaba con dificultad junto al f¨¦retro. Al final despu¨¦s de tres horas de ceremonia, antes de que el cuerpo de Melina Mercuri desapareciera para siempre, Dassin orden¨® que abrieran la caja. Se acerc¨®, bes¨® el rostro de su mujer y de una bolsa sac¨® un vestido rojo de terciopelo que introdujo en el ata¨²d. Jules Dassin cumpl¨ªa as¨ª uno de los ¨²ltimos deseos de su mujer. Su otro gran deseo, la devoluci¨®n de los frisos del Parten¨®n, queda pendiente.
Babelia
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