KIO ocult¨® datos b¨¢sicos sobre el origen de su capital al rellenar los impresos de Econom¨ªa
El Grupo KIO y sus sociedades interpuestas omitieron datos b¨¢sicos sobre el origen de sus fondos al rellenar los correspondientes impresos de la Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores. En una decena de esos documentos, que est¨¢n en poder de EL PA?S, las sociedades relacionadas con KIO dejaron en blanco el apartado correspondiente a esta pregunta: "?Tiene el titular de la inversi¨®n extranjera la calificaci¨®n de entidad p¨²blica de soberan¨ªa extranjera?" "No contest¨¢bamos nada ante la dificultad de ser veraces; no sab¨ªamos qu¨¦ decir, y no contest¨¢bamos" ha reconocido al respecto el abogado Juan Jos¨¦ Folchi, desde cuyo despacho se realizaban las gestiones de KIO ante Econom¨ªa.
Los jueces deben dilucidar, entre otras cuestiones, de qu¨¦ nauraleza eran las inversiones de KIO en Espa?a, porque de ello depend¨ªa el tratamiento que se daba a las mismas. As¨ª, si se trataba de inversiones de un Estado extranjero, la autorizaci¨®n de las mismas correspond¨ªa al Consejo de Ministros. Si eran inversiones privadas -como fueron presentadas sistem¨¢ticamente por KIO-, bastaba con la autorizaci¨®n de a Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores. Este punto constituy¨® uno de los centros de ataque del PP contra el Gobierno, porque el PP mantiene que son inversiones de un Estado extranjero y no pasaron por Consejo de Ministros.El dato cobra mayor relieve al haberse descubierto que KIO utiliz¨® fondos en Espa?a para pagar comisiones pol¨ªticas durante la guerra del Golfo. Los fondos salieron a trav¨¦s de sociedades participadas por KIO y contaron con el visto bueno de Transacciones Exteriores, a la que se le ocultaron y omitieron datos claves sobre el origen de la propiedad de KIO.
Declaraci¨®n solemne
Las sociedades Kokmeeuw, Riquel BV y Coggia IBV -controladas por KIO y con sede en Holanda- invirtieron en Torras un total de 37.332,9 millones el 20 de diciembre de 1991. Empleados del despacho de Folchi -como Carin Parker, Graham Pearson, Jos¨¦ Carlos Calder¨®n o el propio Folchi- figuran en los documentos de Transacciones Exteriores bajo el ep¨ªgrafe Declaraci¨®n Solemne que formula el firmante. En ninguno de los documentos se rellen¨® la casilla correspondiente a la pregunta de si el titular de la inversi¨®n ten¨ªa la calificaci¨®n de entidad p¨²blica de soberan¨ªa extranjera.
Es decir, los gestores de KIO en Espa?a siempre dijeron que las inversiones que hac¨ªan ten¨ªan como ¨²ltimo propietario a "personas f¨ªsicas [particulares] kuwait¨ªes" o, en el peor de los casos, como demuestran los documentos en poder de EL PA?S, ni siquiera rellenaron las casillas al respecto.
Preguntado Folchi si el funcionario que recib¨ªa los informes no hizo ver la irregularidad, el abogado coment¨®: "Es que seguramente no sab¨ªa qu¨¦ es lo que ten¨ªa que decir".
Un alto cargo de Transacciones Exteriores rest¨® importancia al hecho. "Las inversiones se presentaban como procedentes de empresas radicadas en la CE y, por tanto, ya daba igual lo que pusieran a continuaci¨®n porque una empresa de un pa¨ªs comunitario puede invertir en Espa?a sin necesidad de ser autorizada por el Consejo de Ministros", coment¨®. "Adem¨¢s", agreg¨®, Ia carga de la prueba corresponde a quien rellena el formulario y, si introduce datos que luego resultaban ser falsos, puede ser acusado de falsedad en documento p¨²blico".
Se da la circunstancia de que a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, KIO rellenaba esos impresos ante Hacienda especificando que, tras sus inversiones, no estaba el Estado de Kuwait. Pero en esas mismas fechas, y concretamente el 7 de agosto de 1990, el entonces ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, declaraba en Bogot¨¢ d¨ªas despu¨¦s de la invasi¨®n de Kuwait: "Los fondos de KIO en Espa?a son propiedad de dos sociedades del holding que est¨¢n radicadas o residenciadas en Holanda. Se trata de sociedades privadas, las cuales a su vez son propiedad de KIO, que a su vez pertenece al Gobierno de Kuwait".
El ministro afirmaba algo radicalmente opuesto a lo que dec¨ªan en documentos p¨²blicos los gestores de KIO. El problema ya lo hab¨ªa rese?ado por escrito en un informe el director general de Transacciones, Manuel Conthe, quien en junio de 1987 dec¨ªa que se hab¨ªa producido "cierta negligencia" en Hacienda por autorizar las inversiones como si fueran privadas.
Extra?amente, el 9 de febrero del a?o pasado, Solchaga se rasgaba las vestiduras en el Parlamento al se?alar que se acababa de descubrir lo que ¨¦l mismo ya manifestaba tres a?os antes: que KIO estaba bajo la tutela del Estado kuwait¨ª. Ante ese descubrimiento, Solchaga anunci¨® que enviar¨ªa al fiscal general del Estado la documentaci¨®n correspondiente para analizar si se hab¨ªa producido falsedad en documento p¨²blico. Hasta hoy, no se conoce resultado judicial alguno.
"Despu¨¦s de tantos a?os, hoy es el d¨ªa en que todav¨ªa no conozco el estatus real de las inversiones de KIO", comenta Folchi. Toda una confesi¨®n teniendo en cuenta que fue secretario del Grupo Torras, asesor de Torras Hostench London y colaborador directo de Javier de la Rosa durante a?os.
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