"No soy pro Oscar; por m¨ª no ir¨ªa a la ceremonia"
ENVIADA ESPECIALFernando Trueba y su equipo de Belle ¨¦poque, un grupo joven y lleno de talento como pocos, esperan en Hollywood con m¨¢s buen humor que nervios el desarrollo de la ceremonia de esta noche, que puede depararles el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera. Aunque la competencia es muy fuerte: podr¨ªa decirse que a Trueba le han tocado las chinas, dado que los otros tres filmes candidatos
-Adi¨®s a mi concubina, El olor de la papaya verde y El banquete de bodas- constituyen tres vigorosos ejemplos del nuevo cine del sureste asi¨¢tico.
Pregunta. Parece que no es usted un fan¨¢tico de Hollywood.
Respuesta. Es que no soy mit¨®mano. No me gustan ni el Teatro Chino ni las letras de Hollywood puestas en una colina, pero me encanta conducir por Los ?ngeles y los nombres de las calles.
P. ?Y el Oscar que puede caerle?
R. Yo no soy pro Oscar, por m¨ª no ir¨ªa a la ceremonia; pero... mira que admiro a Woody Allen, pero me parece m¨¢s de divo negarse a ir que acudir. No deja de ser una cura de humildad vestirse de mono como todos, asistir, y, si te lo conceden, dar las gracias. En cuanto a recibir el premio, creo que todo esto hay que verlo con mucha frialdad. Aunque el tener un Oscar, por fr¨ªo que uno sea, es cojonudo.
P. Acaba de dar usted una charla en el American Film Institute. ?De qu¨¦ ha hablado?
R. De la comedia. Les he dicho que cuanto m¨¢s seria e importante es una pel¨ªcula menos me interesa. Por buena que sea La lista de Schindler, y lo es, nunca ser¨¢ mejor que ET o Tibur¨®n. Y les he puesto como ejemplo Los viajes de Sullivan, de Preston Sturges, que es la mejor pel¨ªcula para alguien a quien le gusta la comedia. Comparto su filosof¨ªa sobre lo que es el cine, sobre que el mayor compromiso y responsabilidad, en los que nos dedicamos a esto, es entretener de la mejor manera posible, de la forma m¨¢s inteligente posible.
P. Con Belle ¨¦poque, ?reacciona el p¨²blico norteamericano muy distinto del espa?ol?
R. Es curioso, pero, en el fondo, no. Hay tres o cuatro cosas que r¨ªen menos, y muchas otras en las que r¨ªen m¨¢s. Por ejemplo, en Espa?a, donde m¨¢s celebraban la secuencia del principio, con los guardias civiles, era en el Pa¨ªs Vasco. Pues en Estados Unidos a¨²n se r¨ªen m¨¢s que all¨ª.
P. Belle ¨¦poque es una pel¨ªcula sobre la tolerancia.
R. No me gusta predicar, pero es una de las cosas que uno querr¨ªa que se entendieran un poquito: la tolerancia hacia lo que los dem¨¢s hacen, quieren. Estamos pasando un fin de siglo en donde todo el mundo saca lo peor, el polic¨ªa que lleva dentro: racismo, nacionalismo, intolerancia, religi¨®n. Parece que todo esto va unido. Uno piensa que la religi¨®n fue inventada para lo contrario, pero no.
P. En Los ?ngeles vive su ¨ªdolo, Billy Wilder.
R. S¨ª, y est¨¢ enterrado otro: Lubistch. Enrique Herreros me llev¨® el otro d¨ªa a ver su tumba. En cuanto a Wilder, lo que m¨¢s admiro de ¨¦l es precisamente que, incluso en sus pel¨ªculas m¨¢s agrias, como Perdici¨®n o El gran carnaval, no deja de comprender a sus personajes, aunque se est¨¦n metiendo en la mierda. No es moralista, y es solidario.
P. ?Qu¨¦ hay de Azcona, de Garc¨ªa S¨¢nchez y de usted, los guionistas, en Belle ¨¦poque?
R. Hay mucho de los tres; es una mezcla feliz. Tambi¨¦n hay mucho de Georges Brassens, que es una persona que est¨¢ en m¨ª, y cuya muerte sent¨ª como la de un amigo; igual me pas¨® con Jean Renoir, con Jean Eustache.
P. No es usted mit¨®mano, pero s¨ª cin¨¦filo.
R. El cine es mi vida. No hay nada mejor que ver que a la gente le gusta lo que has hecho, verlos salir contentos.
P. El cine espa?ol, ?tiene motivos para re¨ªrse?
R. Es todo bastante pat¨¦tico, aunque ¨²ltimamente veo una cierta voluntad pol¨ªtica de mejorarlo. Para buscarse la vida, el cine espa?ol... Imag¨ªnate que estuvi¨¦ramos en un pa¨ªs que no tuviera c¨®digo de circulaci¨®n ni se?ales de tr¨¢fico. Eso es lo que pasa con nuestro cine. Lo primero que hay que hacer es racionalizar un poco el mercado. Hacer el cine que podr¨ªa no necesitar demasiada subvenci¨®n. Adem¨¢s, yo creo que, cada vez m¨¢s, a la gente le preocupa que se hagan pel¨ªculas in¨²tiles. Yo no hablo m¨¢s que en mi nombre, pero creo que la gente piensa que habr¨ªa que ir m¨¢s a un tipo de subvenci¨®n autom¨¢tica, que est¨¦ en funci¨®n del mercado, del p¨²blico y de la audiencia, con la excepci¨®n de las primeras pel¨ªculas y de determinado cine, m¨¢s complicado y experimental, que no puede dejarse a merced de la taquilla, lo cual, adem¨¢s, es injusto.
M¨¢s informaci¨®n en p¨¢gina 48.
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