Advertencia
NO DEBER?A echarse en saco roto la advertencia lanzada por el fiscal de la Operaci¨®n Mago, Javier Zaragoza, sobre el riesgo de corrupci¨®n que corren las instituciones en Espa?a a causa del dinero del narcotr¨¢fico. Seg¨²n sus palabras, este peligro es inminente en Galicia: esa regi¨®n est¨¢ a punto de convertirse en una "peque?a Sicilia" y en cabeza de playa del narcotr¨¢fico internacional en Espa?a e incluso en Europa. En Galicia, seg¨²n el fiscal que ha llevado el peso de la acusaci¨®n p¨²blica en el proceso contra una de las organizaciones criminales m¨¢s relevantes en Espa?a, comienzan apercibirse algunos de los rasgos que caracterizan a las sociedades dominadas por las mafias: miedo, silencio, sensaci¨®n de impunidad, ajustes de cuentas, asesinatos encubiertos en forma de desapariciones y cierta tolerancia con el negocio de la droga por aquello de que redunda en beneficio de la zona.La denuncia del fiscal Zaragoza no es nueva. Se sabe que uno de los objetivos del narcotr¨¢fico es corromper a las instituciones del Estado (aparato policial, sistema judicial, poder pol¨ªtico ... ) para neutralizarlas o hacerlas c¨®mplices de su criminal negocio. Pero en la boca del fiscal Zaragoza esa denuncia es mucho m¨¢s amenazante: el escenario que dibuja no est¨¢ en ning¨²n pa¨ªs lejano, sino en Espa?a y en Galicia; los datos en que se funda proceden de la observaci¨®n y del examen en vivo de la infraestructura y de los m¨¦todos de actuaci¨®n de la red de narcotraficantes que se hab¨ªa constituido como terminal del cartel de Medell¨ªn en Espa?a.
Hace algunos a?os, una denuncia parecida fue hecha por el antiguo diputado socialista por Pontevedra y ex alcalde de Vilanova de Arousa Jos¨¦ Sito V¨¢zquez. "Esto tiene un fin o acabamos un d¨ªa convirti¨¦ndonos en Sicilia o en Chicago a?os veinte", fue el nada tranquilizador pero realista mensaje de este pol¨ªtico gallego, que desde los a?os ochenta ha venido luchando para impedir que el contrabando, primero, y el narcotr¨¢fico, despu¨¦s, se hicieran con el control econ¨®mico de la zona. Es posible que de haber tomado las autoridades m¨¢s en serio aquella denuncia, en lugar de minimizar la posici¨®n de Espa?a en el negocio mundial de la droga, la situaci¨®n actual no mereciera la dram¨¢tica calificaci¨®n del fiscal Zaragoza. Bien es verdad que se habr¨ªa necesitado algo m¨¢s que la pol¨ªtica, represiva al uso, cuyas contradicciones e insuficiencias son manifiestas. La mayor de ellas: que se le escapa al menos el 80% del negocio que amenaza con corromper a las instituciones y sume en el dolor y la angustia a sociedades enteras.
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