Escudos espa?oles para Mostar

Los cascos azules espa?oles se han convertido en escudos. La guerra de Bosnia-Herzegovina es un raro laboratorio: donde los antiguos yugoslavos se mataban, los soldados se interponen. Una tarea de paz. Los cascos azules espa?oles se est¨¢n desplegando en la martirizada Mostar como fuerza de interposici¨®n para asegurar el cumplimiento del alto el fuego entre croatas y musulmanes tras la firma del acuerdo de paz firmado el pasado 23 de febrero.La Agrupaci¨®n Madrid ha comenzado a recibir refuerzos para completar su tarea. Despu¨¦s de un primer contingente de 25 hombres, otro s 120 embarcaron ayer en el aeropuerto de Sevilla con destino a Bosnia. Adem¨¢s de proteger los convoyes de ayuda humanitaria, vigila el alto el fuego, controla el armamento pesado, patrulla por la peligrosa l¨ªnea del frente a lo largo del caudaloso Neretva y da cobertura a la guarnici¨®n eslovaca que maneja los transbordadores para salvar las dos orillas. Los puentes fueron las primeras v¨ªctimas del conflicto. Ahora se vislumbran indicios de que la paz, por fin, se abre paso en los Balcanes. Los cascos azules est¨¢n empe?ados en asegurar que ambas partes dejan de matarse y en congelar la l¨ªnea de frente al menos en la actual situaci¨®n.

Los nuevos cometidos espa?oles se concentran en Mostar, ciudad arrasada por los feroces y sucesivos enfrentamientos entre serbios, croatas y musulmanes bosnios. Unos 200 espa?oles han montado dos bases en Mostar, una en el este, musulm¨¢n, y otra en el oeste, croata.

"Estamos satisfechos del grado general de cumplimiento del alto el fuego, aunque sigue habiendo violaciones espor¨¢dicas, sobre todo por las noches", confirman mandos de la agrupaci¨®n espa?ola. Para conocer el origen de las supuestas violaciones Espa?a ha desplazado este mismo lunes un radar antimortero con 22 hombres como dotaci¨®n, que permite localizar con un error de muy pocos metros el origen del disparo.

Uno de los puntos m¨¢s dif¨ªciles es el del control del armamento pesado. Los mandos aseguran que gran parte de este material est¨¢ bajo su control. No obstante, musulmanes y croatas mantienen zonas vivas, tambi¨¦n vigiladas por unidades de la ONU, para repeler un posible ataque de los serbios.

Los espa?oles se han volcado en tareas casi diplom¨¢ticas. As¨ª, forman parte tambi¨¦n de varias comisiones, una de ellas integrada por civiles y militares espa?oles, que est¨¢n negociando el intercambio de prisioneros heridos, e incluso cad¨¢veres. En Mostar, adem¨¢s, otro comit¨¦ tripartito se encarga de estudiar sobre el terreno las quejas y denuncias de ambas partes sobre violaciones del acuerdo de paz. Un tercer comit¨¦ est¨¢ estudiando c¨®mo acometer las tareas de reconstrucci¨®n de la ciudad, la posible conexi¨®n de las redes de agua y electricidad, asi como el restablecer la l¨ªnea f¨¦rrea de Mostar a Jablanica. La vuelta de los trenes ser¨ªa un hermoso s¨ªntoma de paz.