Aviones de la OTAN atacan a los serbios en Gorazde

Dos aviones F-16C estadounidenses bombardearon ayer posiciones serbias en torno a la ciudad de Gorazde, en la primera intervenci¨®n militar de la Alianza Atl¨¢ntica contra fuerzas terrestres serbias desde el inicio del conflicto que desangra Bosnia. La operaci¨®n, recomendada por el jefe de los cascos azules en Bosnia, el general brit¨¢nico Michael Rose, y ordenada por las Naciones Unidas, tiene por objeto evitar el acoso sobre esa ciudad y proteger a las fuerzas de la ONU. Las tropas serbias hab¨ªan desafiado a la comunidad internacional al tomar la orilla derecha del r¨ªo Drina y la entrada en algunos barrios del sur de la ciudad de Gorazde, enclave musulm¨¢n protegido por la ONU y habitado por 65.000 personas.

La decisi¨®n final del bombardeo, que el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, hab¨ªa dejado en manos del jefe de la Fuerza de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia, general Michael Rose, se adopt¨® con gran rapidez en Sarajevo.La casualidad hizo que en la capital bosnia se hallaran ayer tres elementos clave: el general Rose, el general Laprele, jefe m¨¢ximo de Unprofor en la antigua Yugoslavia, y el enviado especial de Estados Unidos, Charles Redman, quienes adoptaron la decisi¨®n de solicitar al representante especial del secretario general de las Naciones Unidas, el japon¨¦s Yasuhi Akashi, la orden de ataque.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, expres¨® su esperanza de que esta lecci¨®n de firmeza por parte de la OTAN sirva para que los serbios se retiren y busquen una soluci¨®n negociada del conflicto, pero advirti¨® que, si no es as¨ª, los ataques pueden repetirse.

Seg¨²n fuentes de la OTAN, ¨²nicamente intervinieron dos aviones norteamericanos F-16C que regresaron a su base de Aviano, en Italia, sin da?os despu¨¦s de haber atacado al menos dos posiciones serbias en los alrededores de la ciudad de Gorazde.

Aunque la OTAN no inform¨® oficialmente sobre otros detalles del ataque, fuentes de la ONU afirmaron que los aviones lanzaron dos bombas que destruyeron un tanque serbio y da?aron un puesto de mando de las fuerzas artilleras que acosan la poblaci¨®n musulmana.

Cinco minutos

Los apenas cinco minutos que dur¨® la operaci¨®n fueron suficientes para silenciar la artiller¨ªa serbia a partir de ese momento. El presidente Clinton declar¨® m¨¢s tarde en Washington que este ataque era "una clara expresi¨®n de la voluntad de la OTAN y de las Naciones Unidas". "Hab¨ªamos dicho que actuar¨ªamos si as¨ª se nos ped¨ªa. Lo hemos hecho y volveremos a hacerlo si se nos vuelve a pedir", declar¨®. El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, hab¨ªa anunciado en la ma?ana de ayer la disposici¨®n de su pa¨ªs a intervenir. La orden ¨²ltima de ataque la dio el representante personal del secretario general de la ONU en Bosnia, Yasushi Akashi.

Bill Clinton dijo que no esperaba acciones de represalia por parte de los serbios, a los que exhort¨® a retirarse de Gorazde y a volver a la negociaci¨®n. El presidente norteamericano a?adi¨® que la OTAN tiene la obligaci¨®n de "ser firme" en sus amenazas.

A lo largo del d¨ªa de ayer, los milicianos serbios arrasaron pueblos enteros en su imparable avance hacia el casco urbano de Gorazde. Seg¨²n el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Peter Kessler, se produjeron horribles matanzas. Los refugiados que llegaban despavoridos a la ciudad desde las aldeas del sur del enclave relataban pat¨¦ticas historias de decapitaciones. Las personas que viv¨ªan en la zona oriental de Gorazde abandonaron sus casas precipitadamente. Unos 15.000 civiles buscaban refugio en la zona occidental de la ciudad.

Las detonaciones eran constantes. La artiller¨ªa serbia rompi¨® los frentes de las afueras, y bombarde¨® el centro de la ciudad. Se desconoce el n¨²mero de muertos y heridos.

Los defensores de la ciudad volaron un puente sobre el Drina, minaron dos tanques de 25.000 litros de amon¨ªaco y uno con 40.000 litros de metanol y amenazaron con hacerlos saltar por los aires si los serbios no deten¨ªan su avance, seg¨²n inform¨® Radio Sarajevo.

Las tropas de Radovan Karadzic, apoyadas por carros de combate y artiller¨ªa pesada, tomaron la estrat¨¦gica orilla derecha del r¨ªo Drina, que parte en dos el enclave de Gorazde, situado en Bosnia oriental. Los francotiradores comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la poblaci¨®n civil desde las colinas lindantes. Los observadores de la ONU, que van desarmados, tambi¨¦n fueron blanco del fuego de los francotiradores.

Gorazde es uno de los seis enclaves protegidos por una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. A diferencia de Sarajevo, Bihac, Tuzla, Srebrenica y Zepa, Gorazde es el ¨²nico enclave que no cuenta con la protecci¨®n directa de cascos azules. Estaba previsto en breve desplegar un batall¨®n de soldados ucranios, unos mil hombres. Estados Unidos, ante la gravedad de la situaci¨®n ofreci¨® aviones norteamericanos para trasladar estos cascos azules desde su base en Ucrania hasta la misma Bosnia-Herzegovina.

El mando del cuerpo de Ej¨¦rcito serbio en Herzegovina s¨®lo confirm¨® la toma de la orilla derecha del r¨ªo Drina. El avance serbio, realizado con total impunidad pese a las advertencias internacionales, se produjo, al parecer, en varias direcciones. Desde el suroeste, donde han conquistado la estrat¨¦gica colina de Uhotica, y desde el norte, en la t¨ªpica acci¨®n de doble pinza, con el rin de estrangular el enclave y sumarlo al territorio que ya controlan. En su avance, los soldados serbios han destruido aldeas y han asesinado a la poblaci¨®n civil que no logr¨® huir previamente.

Fuentes musulmanes han acusado a los serbios de utilizar tropas procedentes de Montenegro y la Rep¨²blica Serbia, as¨ª como parte de las armas pesadas retiradas del cerco de Sarajevo.

Los artilleros serbios cesaron su ataque contra la ciudad inmediatamente despu¨¦s del bombardeo de los aviones de la OTAN, seg¨²n fuentes de las organizaciones humanitarias. La portavoz de ACNUR en Belgrado, Lyndall Sachs, declar¨®: "La ciudad est¨¢ tranquila y se aprecia un alivio incre¨ªble en la poblaci¨®n".