El Papa pide que cese la violencia, al inaugurar el S¨ªnodo de Obispos de ?frica

"Basta de violencia, de tragedias y de luchas fraticidas", dijo ayer el Papa Juan Pablo II, en la homil¨ªa de la misa solemne que celebr¨® en la Bas¨ªlica de San Pedro para inaugurar el S¨ªnodo de Obispos de Africa. Toda la c¨²spide de la curia romana, y casi 200 cardenales y obispos africanos tomaron parte en la ceremonia m¨¢s vistosa y colorista que jam¨¢s se haya visto en el Vaticano, ya que la nutrida representaci¨®n del continente africano llen¨® el templo de ritos aut¨®ctonos.El Papa hizo su entrada tras una procesi¨®n de religiosos y religiosas que danzaban al son de marimbas, tambores y sonajas, para dirigir un ceremonial que fue seguido por m¨¢s de 1.000 personas con oscilaciones de brazos alzados y coros africanos que prolongaron la misa durante m¨¢s de dos horas y media.

Las alusiones de Juan Pablo II a la violencia enontraban un contexto preciso en los sucesos de Ruanda, pa¨ªs del Africa meridional ensangrentado por violentos enfrentamientos tribales que estallaron la semana pasada. Debido a esa situaci¨®n, los obispos ruandeses no lograron llegar ayer a Roma.

"En Ruanda y en Burundi, como en toda Africa, la Iglesia est¨¢ llamada a dar su contribuci¨®n preciosa e insustituible para promover una obra de reconciliaci¨®n urgente y radical, que haga del continente africano una tierra donde reine la paz y el amor por la vida", dijo el Papa. Pero el Pont¨ªfice situ¨® la violencia en un horizonte m¨¢s amplio, cuando aludi¨® a las "pr¨¢cticas hostiles a la vida" que "las llamadas civilizaciones progresistas" quieren "imponer" al continente africano.'

El matrimonio mon¨®gamo y el celibato del clero ser¨¢n algunos de los temas candentes de esta reuni¨®n que se prolongar¨¢ durante un mes, y que tendr¨¢ que ocuparse de las importantes diferencias culturales, en estos y otros campos, que caracterizan al continente africano. La Iglesia se enfrenta al problema de quedar como un elemento culturalmente extra?o en esas tierras, de tradiciones muy alejadas de la r¨ªgida moral cat¨®lica.