"Paseo a mi perra 'Cuca' por el Pinar de Chamart¨ªn"

Ha sido llegar y besar el santo. En apenas a?o y medio de estancia en Estados Unidos, el cient¨ªfico madrile?o Manuel Serrano Marug¨¢n, de 29 a?os, ya sabe lo que es la fama cient¨ªfica, esa que recorre los correos electr¨®nicos de punta a punta del planeta. El pasado invierno descubri¨® en el laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York un gen muy relacionado en el desarrollo del c¨¢ncer. La publicaci¨®n del hallazgo en la prestigiosa revista Nature paso inadvertida, pero un equipo de la Universidad de Utah ha confirmado la importancia de este gen en la revista Science. Periodistas de todo el mundo se han interesado ya por el padre de un gen que facilitar¨¢ el descubrimiento de nuevos m¨¦todos de diagn¨®stico y tratamiento de los tumores. Serrano reconoci¨® ayer, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, que para hacer un descubrimiento trascendente hay que tener grandes dosis de suerte.

Pregunta. ?Cu¨¢ndo se dieron cuenta de la importancia del gen MTS1 (supresor de tumores m¨²ltiples)?

Respuesta. Desde el primer momento supimos que era un candidato id¨®neo para ser un supresor de tumores. Las alteraciones que tuviera ese gen y que afecten a la estructura de la prote¨ªna que codifica podr¨ªan ser causantes de divisiones incontroladas, lo que dar¨ªa origen a tumores.

P. ?D¨®nde radica la relevancia del gen?

R. Hasta ahora parec¨ªa que cada tumor era distinto, el gen mutado en uno no estaba en otro. Luego se pens¨® que era todo un r¨¦cord cuando se descubri¨® que el gen p53 estaba implicado en la mitad de los tipos de c¨¢ncer, pero ahora hemos encontrado alteraciones de nuestro pl6 en el 75% de los c¨¢nceres. Y creemos que puede aumentar hasta el 100% a medida que descubramos nuevas alteraciones del gen.

P. ?Qu¨¦ repercusiones m¨¦dicas tendr¨¢ el descubrimiento?

R. A corto plazo, las primeras van a ser en el campo del diagn¨®stico. Por ejemplo, en hijos de afectados por el melanoma familiar, un tipo de c¨¢ncer hereditario, podremos detectar de forma inmediata si el gen est¨¢ afectado y se podr¨¢ prevenir la enfermedad, limitando la exposici¨®n al sol.

P. ?Cambiar¨¢ su vida a partir de ahora?

R. Estas cosas pasan pronto, en unas semanas mi vida ser¨¢ normal. Pero al menos me quedar¨¢ la satisfacci¨®n de haber participado en un acontecimiento de relevancia cient¨ªfica.

P. ?Por qu¨¦ no se ha hecho este descubrimiento en Espa?a?

R. Eso me pregunto yo, porque en Espa?a hay muy buenos cient¨ªficos y ahora est¨¢n relativamente bien financiados. Yo recib¨ª una beca de 100.000 pesetas al mes para hacer mi tesis doctoral en el Centro de Biolog¨ªa Molecular de Madrid.

P. Ah¨ª empez¨® su suerte.

R. Tuve la fortuna de trabajar en el laboratorio de Margarita Salas y Jos¨¦ Miguel Hermoso y de sacar importantes trabajos en buenas publicaciones. Pero mientras all¨ª se tienen que conformar con coger a gente inexperta, como hicieron conmigo, aqu¨ª empiezan fuerte con quien quieren.

P. Luego no le toc¨® lavar las probetas...

R. Claro que no. Desde que entras por la puerta todo est¨¢ preparado para que la maquinaria cient¨ªfica rinda al 100%.

P. ?Se ha olvidado de su perra Cuca?

R. Por supuesto que no.. Cada vez que voy a casa de mi familia, la saco a pasear por mi barrio, el Pinar de Chamart¨ªn. Echo de menos la ciudad y sobre todo sus museos. Manhattan tiene mucha vida cultural, pero el ambiente de Madrid no desmerece en absoluto.