'Tendemos el mismo, numero de peri¨®dicos que en 1938"
El logotipo de la asociaci¨®n que, desde primeros de abril, preside Enrique Arias, es un oso campechano, con un madro?o al hombro y un hatillo de prensa bajo el brazo. Tiene 54 a?os y 30 en el oficio de vender lo que acontece plasmado en un papel. Porque papel es el mote cari?oso que tienen los peri¨®dicos en el idioma de os quiosqueros. Vendedores de prensa, por favor", corrige cortesmente. Cuando era s¨®lo un aprendiz, los diarios se vend¨ªan a grito pelado, y ¨¦l, voceador de nuevas por vocaci¨®n, ensayaba a conciencia cada cantinela, y acud¨ªa a cert¨¢menes, donde se entonaban, las noticias como se canta el gordo de la loter¨ªa. Nunca lo gan¨®, pero no se queja. Adem¨¢s de su despacho en la asociaci¨®n, regenta uno de los 1.200 quioscos de prensa de nuestra ciudad. Pregunta. Estar¨¢ usted muy bien informado. Respuesta. No crea que tenemos tiempo para leer todos los peri¨®dicos, pero como la clientela se acostumbra a comentar las noticias con nosotros, especialmente f¨²tbol y pol¨ªtica, hay que echar un vistazo. Para que no digan que en casa del herrero, cuchillo de palo.P. ?C¨®mo se ve la ciudad desde un quiosco?
R. En mi caso trabajo en Campamento, mi clientela es fija, muy de barrio y mayoritariamente femenina, excepto en fin de semana. Son como vecinos, igual te dejan un recado que te cuentan la mili de sus hijos.
P. ?Qu¨¦ le espera en su nuevo cargo?
R. Nada que no conozca, porque vengo de la junta directiva. Son los problemas de siempre. Inseguridad, mala distribuci¨®n y competencia desleal.
P. Vamos por partes.
R. Un quiosco bien surtido expone mercanc¨ªa por valor de casi dos millones de pesetas y no es un puesto blindado. El puesto en s¨ª ya cuesta casi siete millones de pesetas. La distribuci¨®n es lent¨ªsima. Cuando hay noticias importantes, los ejemplares se agotan enseguida. Y, para colmo, tambi¨¦n hay prensa en tiendas tipo 24 horas, o en algunos almacenes donde se lee pero no se compra. Luego creen que aqu¨ª se puede hacer lo mismo. Una cosa es que te consulten una revista, y otra que te arranquen las p¨¢ginas del Segunda mano para ahorrarse 200 pesetas.
P. Pero ustedes en el quiosco tambi¨¦n venden libros y hasta v¨ªdeos.
R. No es lo mismo, s¨®lo nos dedicamos a cosas muy puntuales, ediciones especiales y colecciones.
P. A?ora sus ¨¦pocas de voceador de prensa.
R. En absoluto: Ahora est¨¢ totalmente prohibido, y con raz¨®n. Ser¨ªa denigrante para el vendedor andar por los sem¨¢foros, con la brazada de peri¨®dicos. Eran otros tiempos, cuando se vend¨ªan muy bien los vespertinos. El Alc¨¢zar, Informaciones y Madrid. Y se voceaban, sobre todo, los sucesos, un g¨¦nero que parece acaparado hoy en d¨ªa por la televisi¨®n.
P. Y en Madrid, ?leemos mucha prensa?
R. Seg¨²n l¨¢s ¨²ltimas estad¨ªsticas, las cifras no han variado desde 1938. Madrid es la ciudad con m¨¢s quioscos de prensa, pero en relaci¨®n a la densidad de poblaci¨®n la mejor dotada es Bilbao.
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