Vigiliancia del fraude en M¨¦xico

Durante los ¨²ltimos a?os he observado que en Espa?a proliferan los toros sospechosos de pitones y los inexplicablemente atolondrados. Al enterarme que el resultado de la investigaci¨®n de estas anomal¨ªas no se conoce hasta el final de cada temporada y, a veces, con retraso de dos anos, viene a mi memoria el m¨¦todo empleado por las autoridades mexicanas en estos casos.En la Plaza Monumental M¨¦xico, al morir el astado, primero se le cubren los pitones con unos conos de cuero y despu¨¦s se coloca la cabeza sobre una base de ruedas para que no se lesionen las astas en el arrastre. Al llegar al destacadero, les son retiradas las encornaduras para ser revisadas por los veterinarios adscritos a la presidencia del festejo. Despu¨¦s son enviados a los laboratorios de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico para un an¨¢lisis m¨¢s exhaustivo y a los dos d¨ªas la prensa da a conocer el dictamen. Asimismo, cuando hay duda sobre la edad de los ejemplares, se examinan la mazorca de los pitones y la dentadura. Cuando la res dio muestras de invalidez o comportamiento extra?o, se analizan las v¨ªsceras y el resultado igualmente se da a conocer con oportunidad.

Estos sistemas evitan que se cometan los fraudes que denigran a la fiesta. Y, adem¨¢s: all¨¢ no se permite lidiar bajo la responsabilidad del ganadero cuando en el reconocimiento hay la menor duda sobre la integridad de las astas. Sin embargo, si llegase a ocurrir el fraude, se consigna al responsable y se multa e inhabilita a la ganader¨ªa un m¨ªnimo de dos a?os.

Orden de aprehensi¨®n

En la temporada 1992-93 en la plaza de M¨¦xico, a una ganader¨ªa se le descubrieron dos toros con menos edad de la reglamentaria, castig¨¢ndosele con multa y cinco a?os de suspensi¨®n. El a?o pasado, en San Luis de Potos¨ª, al reconocer el encierro, el juez de plaza (presidente) descubri¨® que estaban afeitados e inmediatamente suspendi¨® el festejo y dio parte a las autoridades. La polic¨ªa judicial encontr¨® responsables a un picador y un banderillero de la cuadrilla de uno de los alternantes. Se libr¨® la orden de aprehensi¨®n contra ellos y el matador fue suspendido durante dos a?os en esa ciudad.

Aunque en las principales plazas de M¨¦xico como Guadalajara, Aguascalientes, Le¨®n, Monterrey, Puebla y Tijuana no es usual que se corran animales afeitados, las autoridades extreman su vigilancia con el auxilio de las facultades de Veterinaria.

Si el m¨¦todo se usara en Espa?a, devolver¨ªa la credibilidad a la fiesta.

Raymundo V¨¢zquez Villalobos es cronista taurino mexicano.