Festival de modestos
Rominger aprovecha el ¨²ltimo final en alto para ganarse unos cuantos segundos m¨¢s
No llovi¨®. La etapa del ¨²ltimo final en puerto fue un festival de modestos, una exhibici¨®n de poder y soberbia, y unos kil¨®metros de conformismo. Gan¨® en el Naranco un desconocido holand¨¦s de 25 a?os, aprovechador de una temprana escapada; el sobrado Tony Rominger sac¨® varios segundos en 800 metros; el Banesto y el ONCE se conformaron a su suerte. A¨²n quedan dos eta pas de monta?a. Y una contrarreloj.Malas caras en la salida. Agoreros. "Todo puede quedar trastocado hoy", dec¨ªa uno bajo la lluvia de Cangas. "Es uno de esos d¨ªas perros. Todo lo que has ganado en esta Vuelta se puede echar hoy a perder. Y no tienes mucho que ganar", a?ad¨ªa otro. Y llegaba el pesimista: "Con la lluvia, estas carreteras se hacen charol. El firme no est¨¢ muy bien, y el polvillo del carb¨®n -la etapa atravesaba zonas asturianas mineras- con el agua forma una pel¨ªcula resbaladiza". M¨¢s negro: "La bajada del Padr¨²n es mortal. Y no te, vale no arriesgar. Te la puedes dar en cualquier momento". Bla, bla, bla, bla. No llovi¨®.
Era el d¨ªa de los modestos. Los grandes parec¨ªan conformes con sus ganancias y p¨¦rdidas. "Cuando analice la Vuelta", dec¨ªa Manolo Saiz, director del ONCE, "pensar¨¦ que he fracasado. Ven¨ªa a ganarla, y aunque haya ganado seis etapas hasta ahora, no he podido con Rominger". Otros se daban por contentos: "Nuestro objetivo, dec¨ªa Javier M¨ªnguez, del Banesto, "era ganar la general por equipos, pillar un puesto del podio y vencer en una etapa. Tenemos a dos en el podio, y eso vale por la etapa".
Malas caras y seis puertos por delante. Terreno para muchas cosas. Pero la partitura se interpret¨® a ritmo de Albinoni y su adagio. Sin nervio. Tres de esos que marchan a una hora en la general -Cadena, Roscioli y Voskamp- se piraron en el kil¨®metro seis. Pronto, los 10 minutos de ventaja. El CastelIblanch y el Artiach, con un cierto pique, se pusieron en plan patr¨®n. Delante, en el pelot¨®n, y tirando como pod¨ªan. Pero la fuga no se rompi¨® por el trabajo trasero. Roscioli, Cadena y Voskamp no se pod¨ªan ni ver. Al principio, s¨ª. Pero se vieron aprovechados. Uno que se llevaba las metas volantes; otro que no trabajaba en las subidas pero esprintaba en las pancartas de los puertos. Cadena y Roscioli, que se entend¨ªan en espa?ol, se pusieron a discutir bajando el San Emiliano. Voskamp, que s¨®lo habla holand¨¦s, se hart¨® y se lanz¨®. Inici¨® una b¨²squeda agonizante.
El holand¨¦s parec¨ªa quedarse clavado subiendo, pero bajaba bien. Por detr¨¢s, el resto. Nadie mov¨ªa un dedo de m¨¢s. Los Mapei, tirando, y los dem¨¢s, a rueda. "Es m¨¢s f¨¢cil atacar", dijo Rominger. Y cuando sab¨ªa que no pod¨ªa ganar la etapa, que Voskamp era inalcanzable, que nadie iba a moverse, Rominger meti¨® otra marcha, baj¨® un pi?¨®n y aceler¨®. Quedaban 800 metros para la meta. Parec¨ªan despistados. Con fuerza saltaron detr¨¢s Zarrabeitia y Delgado -"a Pedro le veo m¨¢s fuerte que en los ¨²ltimos, dos a?os", dijo Rominger-; Z¨¹lle y Rinc¨®n no pudieron. Segundos y puntos para Rominger.
Su primer d¨ªa libre
Cuando Guido van Calster, director del TVM, habla del futuro del ciclismo belga-holand¨¦s, el pesimismo le mata. "No future", dice, parafraseando a Sex Pistols. "Mira qu¨¦ an¨¦cdota: veo a un buen aficionado y le digo que se venga de becario a hacer la Volta.. Y ¨¦l, que no, era malo en absoluto, me pregunta que eso cu¨¢nto dura, Y cuando le respondo que ocho d¨ªas, ¨¦l me dice que qu¨¦ hace con su chica ese tiempo". Fatalista, Van Calster, que hizo gran parte de su carrera como ciclista en Espa?a, en el BH y en el Kas, apostilla: "La buena vida acaba con el ciclismo. Nosotros, en nuestra ¨¦poca, en tiempos de crisis s¨®lo ve¨ªamos salida en la bici. Ahora, a los 18 a?os ya tienen coche y piso. ?Para qu¨¦ se van a matar sobre la bici?".Van Calster se llev¨® a la Vuelta un equipo extra?o: un par de veteranos de vuelta de todo -Theunisse y Millar- y un llegador para chuparse una etapa -Skibby-. Con el abandono de los tres, s¨®lo le quedaba Harmeling para luchar por las metas volantes. El martes, Harmeling se parti¨® una ceja, y ayer sali¨® con un collar¨ªn. Hace un par de semanas ya Van Calster hablaba de Voskamp. "Es joven y bueno. A ver si aprende".
Sometido a la disciplina, Voskamp trabajaba para todos ellos y aprend¨ªa. Lleg¨® tarde al profesionalismo, a los 23 a?os, y ¨¦sta es su segunda temporada y su segunda Vuelta. El a?o pasado qued¨® 92? y no se dej¨® ver. Estudi¨® hasta los 20 a?os como t¨¦cnico alimentario. "Pero este a?o me hab¨ªa prometido hacer algo. As¨ª que en mi primer d¨ªa libre, sin trabajar para nadie, aprovech¨¦ la oportunidad".
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