Washington opta por un jurista moderado y muy respetado para ocupar la vacante del Supremo

Bill Clinton prefiri¨® evitarse m¨¢s problemas y, finalmente, se decidi¨® por un jurista de buena reputaci¨®n, descartando a dos viejos amigos y aliados, para el importante y perpetuo cargo de miembro del Tribunal Supremo. El elegido es Stephen Breyer, un juez de 55 a?os actualmente en ejercicio en Boston, quien no se espera que tenga problemas, en el duro calvario de la ratificaci¨®n en el Senado.

Para quedarse con Breyer, el presidente tuvo que descartar a uno de los miembros con m¨¢s peso de su Gabinete, el ministro del Interior, Bruce Babbitt, y a un juez de su nativo estado de Arkansas, Richard Arnold. La Casa Blanca intuy¨® que ambos hubieran sido blanco f¨¢cil de la oposici¨®n en los debates de ratificaci¨®n.

Stephen Breyer es uno de los jueces m¨¢s respetados del pa¨ªs. Sin una orientaci¨®n pol¨ªtica definida, Breyer puede ser apoyado tanto por los dem¨®cratas como por los republicanos. De hecho, el l¨ªder de la oposici¨®n en el Senado, Bob Dole, ha predicho que el elegido del presidente no encontrar¨¢ problemas por parte de su grupo.

Con la elecci¨®n de un moderado para la vacante dejada por el juez Harry Blackmun, que dejar¨¢ su puesto este verano, la tendencia centrista se va imponiendo a los conservadores en el Tribunal Supremo, una instituci¨®n que gir¨® a la derecha en los ¨²ltimos a?os con los nombramientos hechos por Ronald Reagan y George Bush.

Clinton eligi¨® a Breyer cuando la prensa comenzaba a impacientarse por el largo proceso de selecci¨®n y empezaba a acusar al presidente de indecisi¨®n.