Los nuevos centuriones de ltalia
Berlusconi pide ma?ana la confianza para su pol¨¦mico y variopinto Gobierno
Velan sus armas los 25 ministros nombrados el pasado martes por el nuevo presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, que ma?ana lunes, se presentar¨¢ ante el Senado para pedir la confianza. Se trata del Gabinete m¨¢s pol¨¦mico de la posguerra, una amalgama de culturas e inculturas pol¨ªticas, de intereses p¨²blicos y privados. Son los nuevos centuriones de Italia, que han suscitado tantas cr¨ªticas en su pa¨ªs como en el extranjero.Fuera, el principal motivo de esc¨¢ndalo ha sido la presencia de cinco ministros de Alianza Nacional, tres de ellos procedentes del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI). Dentro, ese problema resulta peccata minuta comparado con los temores que suscita el nombramiento de un primer ministro que es, adem¨¢s, el propietario del segundo grupo empresarial privado italiano, el due?o de tres de las cuatro cadenas nacionales privadas de televisi¨®n existentes, a lo que "puede unir" desde ahora, el control ¨²ltimo de otras tres cadenas estatales.
?Qui¨¦n podr¨¢ detener, en esas condiciones, a un Berlusconi que se ha llevado al Gabinete varios elementos claves de su grupo empresarial, Fininvest? El escritor marroqu¨ª Tahar Ben Jelloun escrib¨ªa recientemente en este diar¨ªo que, si alguien como Berlusconi hubiera ganado las elecciones en un pa¨ªs africano, los diarios del primer mundo habr¨ªan titulado: "Golpe de Estado".
Los europeos escandalizados por el nombramiento de ministros neofascistas se quedar¨ªan, por otra parte, pasmados si pudieran ver hasta qu¨¦ punto sigue siendo fluido y cordial el di¨¢logo que mantienen en televisi¨®n la izquierda, incluida la comunista, y el l¨ªder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, que, ya durante la campa?a electoral, fue reconocido por Achille Occhetto, el l¨ªder del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), como un oponente m¨¢s aceptable que Berlusconi. Probablemente, entre otras cosas, porque Fini nunca hubiera llegado tan lejos sin la inesperada ayuda del propietario de Fininvest.
Con un programa y unos modales de derecha civilizada, lejos de un Jean-Marie Le Pen y de los neonazis alemanes, el h¨¢bil Fini tiene todav¨ªa motivo para sonrojarse en esos debates, cuando se le recuerda que sigue calificando a Benito Musgolini como el "pol¨ªtico m¨¢s importante del siglo" o que sus secuaces mantienen las sedes del partido llenas de bustos y recuerdos del Duce, aunque el propio Fini les haya pedido que no levanten el brazo.
Hay en el MSI pol¨¦mica frente a la nueva l¨ªnea, y aires de protesta capitaneados por Mirko Tremagli¨¢, el misino que aspiraba a ser ministro y no ha llegado a serlo porque, de joven, fue voluntario del ¨²ltimo baluarte de Mussolini, la Rep¨²blica de Salo. Giuseppe Tatarella, en cambio, abogado y periodista de Bari, de 59 a?os, lleva toda una vida en el MSI. Pero entendi¨® incluso antes que ciertas proclamas y actitudes no tienen futuro pol¨ªtico. Le ha correspondido, por ello, una vicepresidencia en el Gobierno, junto a la cartera de Comunicaciones, de la que depende el futuro de las televisiones, algo que Berlusconi no pod¨ªa encomendar a un hombre suyo.
Tambi¨¦n ha militado siempre en el MSI Adriana Poli Bortone, otra meridional, profesora de Literatura y ahora ministra de Agricultura. Altero Matteoti, toscano, empresario y flamante ministro pronuclear del Medio Ambiente, es el secretario de organizaci¨®n misino.
Tiene pasado neofascista otro de los ministros de Fini, el de Transportes, Publio Fiori, romano de 56 a?os, abogado del Estado, que ocup¨® altos cargos en gobiernos anteriores sin ning¨²n esc¨¢ndalo, porque militaba en la Democracia Cristiana desde hace 15 a?os. Al entrar la DC en crisis, volvi¨® a las fuentes.
El quinto ministro de Alianza Nacional, Domenico Fisichella, ministro del Patrimonio Cultural, es siciliano, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas conocido por sus ideas derechistas y su fidelidad mon¨¢rquica en un pa¨ªs donde la Corona fue de la mano del fascio.
Hay mucho profesor novicio de pol¨ªtica, pero sobre todo abogados, en el equipo ministerial de Forza Italia que arropa a Berlusconi. Y la sombra del MSI se proyecta tambi¨¦n sobre alguno.
Cesare Previti, por ejemplo, calabr¨¦s de 60 a?os, fue dirigente mismo en su juventud. Asesor legal de Fininvest y consejero de varias empresas del grupo, ser¨¢ el ministro de Defensa. Con anterioridad fue consejero de administraci¨®n de Selenia y Alenia, dos empresas de armamento.
Periodista de Finirivest es Giuliano Ferrara, romano de 41 a?os, educado en Mosc¨², donde su padre fue corresponsal de L'Unit¨¢, comunista ¨¦l mismo y luego ferviente admirador del socialista Bettino Craxi. Protagonista de la televisi¨®n gritada de Berlusconi, ha sido encargado de las Relaciones con el Parlamento. Tambi¨¦n era socialista hasta hace poco Antonio Guidi, un tetrapl¨¦jico esp¨¢stico de 49 a?os, dado a conocer como experto en minusval¨ªas por la televisi¨®n de Berlusconi. Ser¨¢ ministro para la Familia, un cargo al que aspiraba el Opus Dei.
Profesores y vecinos
De los profesores de Forza Italia, el m¨¢s conocido ser¨¢ Antonio Martino, siciliano de 52 a?os, catedr¨¢tico de Econom¨ªa, thatchenano ac¨¦rrimo y poco amigo de la Europa de Maastricht, nuevo ministro de Exteriores. Ya lo fue su padre en 1954. Viene luego el polit¨®logo Giuliano Urbani, ministro de la Funci¨®n P¨²blica, padrino intelectual del aterrizaje pol¨ªtico de Berlusconi. Profesores son tambi¨¦n el ministro de Universidades, Stefano Podest¨¢, economista, y el de Comercio Exterior, Giorgio Bernini, jurista bolo?¨¦s de 65 a?os. Roberto Radice, ministro de Obras P¨²blicas, es un rico fabricante de barcos y vecino de Berlusconi.Cuando se llega a la Liga Norte, se entra en un mundo profesional e intelectual totalmente distinto. Roberto Maroni, el primer ministro no democristiano de Interior que tiene Italia desde hace cuatro d¨¦cadas, es un abogado de empresas, de 39 a?os, que estuvo pr¨®ximo a los comunistas en el pasado. Giancarlo Pagharini, ministro de Presupuestos, es otro lombardo hasta la m¨¦dula, en las palabras y los hechos, que, de controlar balances en Arthur Andersen, pasa a redactar los del Estado.
Vito Gnutti, ministro de Industria, representa a la peque?a empresa y se muestra decidido a que ni los Agnellis ni los De Benedettis se queden con ninguna m¨¢s de las sociedades que privatizar¨¢ el Estado.
Francesco Speroni, licenciado en Pol¨ªticas, se har¨¢ cargo de las Reformas Institucionales con una experiencia profesional de t¨¦cnico de vuelo de Alitalia. El quinto ministro de la Liga es Domenico Comino, de 41 a?os, agricultor de aspecto moderno y fornido, al que Umberto Bossi, l¨ªder de la Liga, ha comparado con Terminator. Le corresponden los Asuntos Europeos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.