Los viajeros de la EMT apechugan con los apretujones de la huelga de Metro
Al metro le abandon¨® su clientela. Muchos se pasaron al autob¨²s, que no hac¨ªa huelga pero pag¨® los platos rotos. "Cuando los unos se ponen en huelga, los otros se hacen los remolones", se quejaba una se?ora en la parada del 2, porque los autobuses atiborrados de viajeros pasaban de largo. Abajo, en los vest¨ªbulos del suburbano, Manuel, limpiador de una contrata privada, se permit¨ªa el lujo de pasar la mopa deu n tir¨®n, "normalmente no puedo hacerlo, porque est¨¢ todo el rato pasando gente".Las carreteras y las calles, por el contrario, vieron pasar muchos m¨¢s coches y atascos de lo habitual. As¨ª, en las autov¨ªas de Toledo y La Coru?a, las filas de veh¨ªculos, de hasta 12 kil¨®metros, no se rompieron hasta pasadas las once de la ma?ana. El resto de los accesos tambi¨¦n pasaron sus apuros, y las principales calles y plazas de la capital sufrieron atascos intermitentes durante buena parte de la ma?ana.
Numerosos usuarios que no hab¨ªan le¨ªdo el peri¨®dico ignoraban que el metro abr¨ªa sus puertas a pesar de la huelga, aunque fuera s¨®lo al 50%. A lo largo del d¨ªa se corri¨® la voz de que el metro iba como la seda y aument¨® el ¨ªndice de ocupaci¨®n. Seg¨²n el comit¨¦ de empresa, en la ma?ana de ayer s¨®lo un 37% de los viajeros habituales baj¨® a los andenes. La direcci¨®n de la compa?¨ªa, por su parte, afirmaba que dos tercios de los usuarios habituales viajaron en el suburbano.
Los conductores de autobuses y taxis tuvieron m¨¢s trabajo que otros jueves. A las tres de la tarde, las paradas de la Gran V¨ªa eran un hervidero, los autobuses tardaban varios minutos en cargar a todos los viajeros que pugnaban por subir al veh¨ªculo y algunos se colaban por la puerta de atr¨¢s para no quedarse en tierra.
PASA A LA P?GINA 3
El estricto cumplimiento de los servicios m¨ªnimos diluy¨® la huelga de Metro
VIENE DE LA P?GINA 1
Los empleados de Metro -son 5.725 de plantilla- cumplieron. ayer a rajatabla los servicios m¨ªnimos. Tanto es as¨ª que un usuario repet¨ªa insistente: "No hay huelga, hoy se va de miedo". Estaba equivocado, pero ten¨ªa raz¨®n. Los trenes pasaban cada 8 o 15 minutos, seg¨²n las l¨ªneas, y los andenes y coches mostraron bastantes claros durante toda la ma?ana. Los relojes instalados en los andenes permitieron a cualquier viajero curioso comprobar el cumplimiento de los servicios m¨ªnimos.
Algunos establecimientos comerciales del metro cerraron sus puertas ante la falta de clientes; otros, como el propietario del quiosco de prensa de la estaci¨®n de Cuatro Caminos, se lamentaba sentado entre paquetes de peri¨®dicos invendidos: "Estoy aburrido, todos se han ido en autob¨²s". Hasta las loteras de la Puerta del Sol desertaron ayer de sus puestos. Eran muy pocos los que entraban o sal¨ªan de las otros d¨ªas voraces bocas del metro de la plaza.
Ni un alfiler
Sin embargo, hubo quien no falt¨® a su cita diaria con los pasillos: los vendedores ambulantes se plantaron all¨ª como si nada, tal vez por temor a perder su sitio.
En los coches de la Empresa Municipal de Transportes, mientras tanto, no cab¨ªa un alfiler. Todos quer¨ªan llegar a tiempo al trabajo y prefirieron los agobios sobre el asfalto a la incertidumbre de los andenes.
Una vez superada la resaca del primer d¨ªa de huelga en el Metro, sindicatos y direcci¨®n aguardan a que sea el otro el que d¨¦ el primer paso. Un miembro del comit¨¦ de huelga, Luis Gonz¨¢lez, aseguraba que esperaban en cualquier momento una llamada de la direcci¨®n para negociar. El comit¨¦ -donde CCOO es mayoritaria- pide el 4,5% de aumento. La empresa ofrece el 3,5%, y pone como condici¨®n un plan de productividad.
Para los sindicatos, la poca afluencia de viajeros demuestra que los servicios m¨ªnimos impuestos eran innecesarios: "Ha ocasionado un recorte injusto del derecho de huelga de los trabajadores" puntualiza Luis Gonz¨¢lez.
P¨¦rdidas por la huelga
El Metro perdi¨® ayer, aproximadamente, 40 millones de pesetas por la espantada de casi medio mill¨®n de viajeros. El metro tiene diariamente mill¨®n y medio de usuarios, y la empresa ingresa 80 pesetas por cabeza. Considerando una p¨¦rdida de viajeros del 65%, se obtienen los 40 millones.
Ayer, el portavoz del Gobierno regional, Ram¨®n Espinar, volvi¨® a la carga contra los trabajadores en huelga, tal como hizo el mi¨¦rcoles el gerente del Consorcio de Transportes, Fidel Angulo. Seg¨²n Espinar, los trabajadores de Metro, "con salarios bien pagados y empleos consolidados de por vida, deber¨ªan ser m¨¢s solidarios y desconvocar la huelga".
Los trabajadores respondieron ayer a ambas manifestaciones. "No somos unos privilegiados porque hace cuatro a?os gan¨¢bamos 80.000 pesetas y en este tiempo nos han subido un 50%, cuando la inflaci¨®n ha sido de casi el 40%".
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