Argumentario
Franco persigui¨® al Opus De?. Los hombres m¨¢s preclaros de la obra, como L¨®pez Rod¨®, L¨®pez Bravo y Vila Reyes, fueron purgados. Algunos acabaron en la c¨¢rcel. Matesa exportaba. Monse?or Escriv¨¢ de Balaguer y ?ngel Suqu¨ªa sufrieron en silencio porque Franco no acababa la Almudena. La Iglesia vio con impotencia c¨®mo se descuidaban sus proyectos m¨¢s queridos.Sin Franco, jam¨¢s se habr¨ªa pintado el Guernica. Al propio Franco le gustaba pintar. Bombardear, tambi¨¦n, pero lo dej¨®.
Es un error considerar monol¨ªtico el franquismo. De su propio seno surgieron las fuerzas a las que debemos la democracia. Los del SEU dejaron locales a los comunistas y a los del FELIPE. Gabriel Cisneros y Robles Piquer estaban en desacuerdo con muchas cosas del r¨¦gimen y no les pas¨® nada. Franco ten¨ªa un rostro humano, descubierto por Ba¨®n. Sus m¨¢s ¨ªntimos recuerdan c¨®mo le disgustaba firmar sentencias de muerte mientras desayunaba. Tuvieron que pasarle la firma a otra hora.
En la c¨¢rcel, con Franco, los presos com¨ªan todos lo mismo y a costa del Estado. Los soldados tampoco ten¨ªan que pagarse el rancho mientras duraba la mili.
Juli¨¢n Grimau y Enrique Ruano, entre otros, se tiraron por la ventana entre tortura y amenaza de tortura. O sea, que hab¨ªa resquicios. No era tan asfixiante. El Gobierno no pidi¨® la excomuni¨®n. Y pod¨ªa haberlo hecho.
El problema de Franco es que estaba mal aconsejado. Y hab¨ªa suficientes libertades. Por ejemplo, era absurdo perseguir con tanta sa?a a mon¨¢rquicos y democristianos. Franco respetaba tanto a los sindicatos que puso al frente de los mismos a su mejor gente, como Gir¨®n y Garc¨ªa Carr¨¦s. Franco y Aza?a no se entend¨ªan por su car¨¢cter. Ambos eran tozudos. Aza?a, adem¨¢s, engre¨ªdo. Si Aza?a se hubiera sumado al alzamiento, todo habr¨ªa sido distinto.
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