Negociacion incierta

EL PARLAMENTO de Bosnia ha aprobado la creaci¨®n de la Federaci¨®n Bosnio-croata, tal como hab¨ªa sido acordado en Washington el mes pasado por los dirigentes del Gobierno de Sarajevo, de mayor¨ªa musulmana, y el de Zagreb, m¨¢ximo responsable en su d¨ªa -en abril de 1993- de que la comunidad croata de Bosnia rompiera su alianza con aqu¨¦l. El nuevo acuerdo tiene un gran alcance: bosnios de mayor¨ªa musulmana y croatas han luchado ferozmente unos contra otros durante un a?o y hasta hace escasas semanas: Mostar fue uno de los teatros tr¨¢gicos de estos combates. S¨®lo una causa muy poderosa les incita ahora a unirse en un mismo Estado, eligiendo un presidente com¨²n (el croata Zubak, que ser¨¢ sustituido por un musulm¨¢n dentro de seis meses). La causa es obvia: la amenaza serbia, que a ambos querr¨ªa destruir; el objetivo de impedir la Gran Serbia, que eliminar¨ªa del mapa a los bosnios y a los croatas instalados en Bosnia, y... una masiva presi¨®n norteamericana. La federaci¨®n tiene, pues, un objetivo militar prioritario, la defensa com¨²n contra el agresor serbio y la reconquista de territorios estrat¨¦gicos, pero podr¨ªa llegar a ser el embri¨®n de un nuevo Estado que, en federaci¨®n con la Rep¨²blica de Croacia, podr¨ªa suponer un contrapoder a Serbia en los Balcanes.Mientras en Sarajevo se produc¨ªa este acto de conciliaci¨®n, se intensificaban los combates en el norte de Bosnia. Todos los combatientes quieren crear nuevas realidades sobre el terreno. Los esfuerzos negociadores no tienen tanto ¨ªmpetu. En Talloires (Saboya francesa) no hubo acuerdo sobre el reparto territorial recomendado por la Uni¨®n Europea, Rusia y EE UU: 51 % para la nueva federaci¨®n y 49% para los serbios; ni siquiera lo aceptan los serbios, a pesar de que sanciona gran parte de sus conquistas militares. Ayer fracas¨® un nuevo intento de reunir a los combatientes en Ginebra. La comunidad internacional ha aceptado hasta ahora las realidades creadas por la fuerza de las armas. Los militares bosnios, croatas y serbios han tomado buena nota y quieren crear otras nuevas.

La convocatoria de Ginebra se hizo en unas condiciones que revelan el fracaso end¨¦mico del tratamiento del problema bosnio por parte de la ONU y de la Uni¨®n Europea. Los bosnios hab¨ªan puesto como condici¨®n para asistir a la reuni¨®n de Ginebra que los serbios se retiraran del enclave de Gorazde, en el que se mantienen, violando todos los compromisos contra¨ªdos con la ONU. La comunidad internacional asegur¨® haber impuesto la retirada a los serbios de este enclave. En realidad les ha consentido, como en todas las anteriores ocasiones, no cumplir su palabra. La consecuencia inevitable es una actitud serbia cada vez m¨¢s desafiante.

Para que la negociaci¨®n ginebrina pueda tener ¨¦xito no s¨®lo har¨¢ falta flexibilidad por parte de las partes beligerantes. Hoy quiz¨¢ una condici¨®n fundamental es que los representantes de los organismos internacionales (ONU, Uni¨®n Europea, grupo de contacto) adopten una actitud firme, con el respaldo en los casos precisos del uso de la fuerza, frente a la violaci¨®n serbia, en las zonas protegidas por la ONU, de los compromisos que han contra¨ªdo. Y la alianza bosnio-croata podr¨¢ formar una fuerza militar m¨¢s efectiva para intentar reconquistar zonas estrat¨¦gicas e impedir la consolidaci¨®n de lo que algunos quisieran que fueran las nuevas fronteras de la Gran Serbia.