La familia real brit¨¢nica en pleno presidi¨® en Portsmouth los actos conmemorativos
La reina madre, de 93 a?os, era ayer la m¨¢s veterana de los veteranos, no menos de 20.000, que acudieron a Portsmouth, en el sur de Inglaterra, a celebrar la primera jornada de los eventos del 50 aniversario del desembarco de Normand¨ªa. Nueve miembros de la familia real brit¨¢nica -incluida la princesa de Gales que ten¨ªa previsto acudir hoy a Portsmouth-, con la reina Isabel II a la cabeza, presidir¨¢n los actos, deslucidos la mayor¨ªa de los celebrados ayer por una lluvia torrencial.
El momento cumbre de la jornada del s¨¢bado, un mero pre¨¢mbulo a la de hoy domingo y ma?ana lunes, fue la cena ofrecida por Isabel II en el Guildhall de Portsmouth a la que estaban invitados trece jefes de Estado o de Gobierno de otros tantos pa¨ªses aliados.La reina, con su habitual brevedad, record¨® el significado de una conmemoraci¨®n marcada por la victoria de hace casi 50 a?os. "Esta operaci¨®n militar fue una gesta gloriosa que demostr¨® lo que se puede lograr, contra todos los pron¨®sticos, cuando los gobiernos y pueblos act¨²an juntos con convicci¨®n por una causa com¨²n", asegur¨® Isabel II, antes de a?adir: "Podernos mirar hacia atr¨¢s con orgullo. Esta conmemoraci¨®n nos ha tra¨ªdo el pasado al presente y ojal¨¢ que sea una inspiraci¨®n para el futuro".
Pero la reina tuvo tambi¨¦n un recuerdo sutil para los conflictos que palpitan a¨²n por el mundo. "Desde entonces", a?adi¨® Isabel II, "hemos comprobado lo fr¨¢gil que es la paz que esa victoria nos proporcion¨®. Diversos acontecimientos por todo el mundo, incluso muy cerca, aqu¨ª en Europa, nos lo demuestran cotidianamente".
"Nos toca ahora", prosigui¨® la reina, "asegurarnos de que las plegarias que hicieron posible la paz hace cincuenta a?os han sido verdaderamente escuchadas, mediante un decidido esfuerzo por nuestra parte para crear un mundo en paz".
El d¨ªa, intempestivo, hubiera impedido ayer una nueva operaci¨®n desembarco, aunque las previsiones metereol¨®gicas son mejores para el lunes, como ya ocurriera en 1944. La turbia primavera inglesa oblig¨® entonces a Eisenhower a posponer un d¨ªa la magna operaci¨®n. Esta vez, fue el primer ministro brit¨¢nico, John Major, quien se disculp¨® ante Bill Clinton, cuando ¨¦ste lleg¨® por la ma?ana a la base a¨¦rea de Mildenhall, por el "mal tiempo" ingl¨¦s.
La princesa Margarita, vestida primaveralmente de rosa, fue la primera persona de la familia real en acudir a Portsmouth. En Southwick House, donde hace cincuenta a?os el general Dwight Eisenhower prepar¨® meticulosamente el desembarco, la princesa, flanqueada por el ministro brit¨¢nico de Defensa, Malcolm Rifkind, escuch¨® de nuevo el relato de c¨®mo se prepar¨® la operaci¨®n Overlord.
M¨¢s tarde un solemne toque de retreta marc¨® el momento simb¨®lico del embarque de los centenares de miles de soldados rumbo a la costa francesa. Unos 5.000 veteranos venidos de Norteam¨¦rica y de Canad¨¢, adem¨¢s de los propios brit¨¢nicos, escucharon emocionados un sonido lleno de recuerdos. Bandas de m¨²sica de Canad¨¢, Francia, los Estados Unidos y el Reino Unido animaron el acto.
Cumbre de autoridades
Nunca en esta mediana ciudad portuaria se hab¨ªan visto tantas realezas, uniformes y sombreros. Adem¨¢s de la estrella principal, el presidente Bill Clinton, estuvieron presentes el pr¨ªncipe Bernardo de Holanda; el rey Harald de Noruega; el rey Alberto de B¨¦lgica; el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand; el primer ministro canadiense, Jean Chr¨¦tien; el de Nueva Zelanda, Jim Bolger; el de Australia, Paul Keating; el presidente polaco, Lech Walesa; el checo, Vaclav Havel; el eslovaco, Ing Michael Kovak; el Gran Duque de Luxemburgo; y el ministro griego de Defensa, Gerasimus Arsenis. Aparte de John Major, anfitri¨®n ayer, durante todo el d¨ªa, del presidente Bill Clinton.
La reina madre, en excelente estado f¨ªsico pese a haber nacido con el siglo, mantuvo el tipo durante toda la jornada, probablemente llena de recuerdo para ella, que accedi¨® al trono de Inglaterra junto a su esposo, Jorge VI, en 1936.
El d¨ªa del desembarco, la reina madre pas¨® la jornada en casa, es decir, en el palacio de Buckingham, con su esposo el rey. Mientras sus hijas, las dos j¨®venes princesas, fueron enviadas al castillo de Windsor. Hoy, cincuenta a?os despu¨¦s, la conmemoraci¨®n les ha unido a todos en Portsmouth.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.