"Fellini era por encima de todo un poeta"

Fellini por Vilallonga es el retrato apasionado y ameno de un hombre que quiso ser poeta. Jos¨¦ Luis de Vilallonga (Madrid, 1920) mantuvo en 1965 una larga conversaci¨®n con Federico Fellini, -fallecido en octubre pasado, s¨®lo cuatro meses antes de la muerte de su mujer Giulietta Masina-, que ahora sale a la luz en forma de libro y que refleja los sue?os, dudas y miedos del cineasta italiano. Fellini por Vilallonga (EL PA?S-Aguilar) se presenta hoy a las 20 horas en el Instituto Italiano de Madrid.Pregunta. ?Por qu¨¦ ha tardado casi 30 a?os en publicar este encuentro con Fellini?

Respuesta. Mi intenci¨®n era hacerle una entrevista corta para una agencia de prensa francesa. A medida que ¨ªbamos hablando me interes¨® tanto lo que me iba contando que pens¨¦ que lo mejor era hacerla para m¨ª. Luego trat¨¦ de colocar esta historia y todas las agencias me dec¨ªan que era demasiado larga, que s¨®lo pod¨ªan publicar una parte. Me negu¨¦ y dije que o se publicaba entera o nada. As¨ª que mand¨¦ el texto a la agencia que me lo hab¨ªa encargado y nunca m¨¢s o¨ª hablar de ¨¦l. Hace tres meses me llamaron los editores en Par¨ªs y me dijeron que poniendo en orden los papeles lo hab¨ªan descubierto. De ah¨ª ha salido el libro.

P. Fellini cuenta que nunca frecuent¨® a los arist¨®cratas porque tem¨ªa "la compa?¨ªa de seres que viven en un mundo al que yo no tengo acceso". ?C¨®mo fue el encuentro de un artist¨®crata como usted con Fellini?

R. Yo no he ejercido nunca de arist¨®crata. Yo era un actor de cine y ¨¦l me conoci¨® como tal. Cuando ¨¦l hizo La dolce vita se le ocurri¨® invitar a una serie de arist¨®cratas romanos para rodar un encuentro en un castillo. Al cabo de unos d¨ªas se qued¨® muy extra?ado ante el encanto y la sencillez de estos personajes y se hizo muy amigo de ellos.

P. ?D¨®nde se encontraba la genialidad de Fellini?

R. En todo lo que hac¨ªa. Ve¨ªa todo de una manera distinta a los dem¨¢s. La genialidad es una palabra dificil de aplicar, porque ahora se dice de todo el mundo que es un genio. La genialidad viene del hecho de que cuando t¨² est¨¢s con una persona todo lo que te ocurre y todo lo que oyes y ves es absolutamente diferente. Eso me pas¨® continuamente con Fellini.

P. ?Qu¨¦ fue lo que m¨¢s le impresion¨® de Fellini?

R. El que no hab¨ªa banalidades en nada de lo que dec¨ªa o hac¨ªa. Cuando le conoc¨ª, Fellini era un hombre ya muy importante. Me invit¨® a cenar a su casa con ¨¦l y su mujer. Estaba convencido de que llegar¨ªa a una casa felliniana y me encontr¨¦ con un piso propio de un dentista acomodado, en el que todo. estaba protegido bajo celof¨¢n, los sillones, los libros, las pantallas de luz. Era surrealista ver ¨¢ ese hombre metido en ese decorado...

P. ?C¨®mo era Giulietta Masina?

R. Era la perfecta peque?o burguesa italiana, muy s¨®lida. Su conformidad compensaba la locura de su marido. Ella era el perro guardi¨¢n que custodiaba la intimidad de su marido, aunque eso era muy dif¨ªcil.

P. ?Qu¨¦ misterio escond¨ªa la relaci¨®n Federico Fellini-Giulietta Masina?

R. Fue una relaci¨®n de amor-odio muy importante. A ella la genialidad de su marido le molestaba mucho. Se peleaban para a continuaci¨®n terminar abrazados llorando. No pod¨ªan vivir el uno sin el otro. Lo que de verdad era admirable es que nunca se aprovecharon el uno del otro. Se ten¨ªan un gran respeto art¨ªsticamente.

P. El libro refleja un personaje muy dubitativo.

R. Vamos a ver como lo digo para que luego no parezca que hablo mal de ¨¦l. Fellini era por encima de todo un poeta, aunque un personaje totalmente inculto. Su gran ilusi¨®n fue ser poeta, pero en la clase social al que ¨¦l pertenec¨ªa se asimilaba poeta a maric¨®n. Por eso no se atrevi¨® a decir a su padre, un representante de comercio muy mediocre y sin imaginaci¨®n, al que ¨¦l ten¨ªa un gran respeto, que quer¨ªa ser poeta. As¨ª que se decidi¨® por el periodismo. Un periodista que ley¨® muy pocas cosas pero que por otra parte tampoco las necesitaba. El ten¨ªa su propia vida. Todo esto influy¨® para crear ese personaje dubitativo que fue Fellini. Pero yo creo que el que no duda es un imb¨¦cil.