"Sin sentimiento po¨¦tico no hay obra de arte"
Poeta, ensayista, narrador, viajero y perspicaz testigo del siglo, Octavio Paz, premio Nobel de Literatura de 1990, es uno de los autores m¨¢s celebrados de las letras hisp¨¢nicas y universales. Paz est¨¢ de nuevo en Barcelona, donde toma parte en un debate sobre las vanguardias art¨ªsticas organizado por el Museo Picasso.Pregunta: ?Cu¨¢l cree que es el papel de la poes¨ªa en la creaci¨®n contempor¨¢nea?
Respuesta: En la evoluci¨®n de la poes¨ªa, no por ella misma como g¨¦nero literario, sino en la sociedad, ha habido c¨¢mbi0s muy curiosos. A principios de este siglo, estuvo ¨ªntimamente aliada a los movimientos pict¨®ricos de vanguardia. Apenassi necesito recordar la influencia de Apollinaire en el movimiento cubista y, un poco m¨¢s tarde, la de Pierre Reverdi, o el papel central de Andr¨¦ Breton, Paul ?luard o Louis Aragon en el movimiento surrealista. En nuestra lengua tambi¨¦n hubo esta relaci¨®n, aunque menos n¨ªtida que en la literatura y el arte franceses. M¨¢s tarde, la poes¨ªa se desplaz¨® hacia zonas m¨¢s ¨ªntimas de la! atenci¨®n p¨²blica, pero tambi¨¦n influy¨® poderosamente en los fen¨®menos art¨ªsticos del siglo.
P: ?Y qu¨¦ influencia tiene la poes¨ªa sobre el arte actual?
R: Ahora somos testigos del fen¨®meno opuesto: la paulatina separaci¨®n entre poes¨ªa y artes visuales. Los poetas han dejado de ser inspiradores de los artistas, que por desgracia sufren muchas veces la manipulaci¨®n por parte de intereses financieros y de la publicidad. Yo creo que, sin sentimiento po¨¦tico no hay arte. Ni la pintura es realmente pintura, ni las otras artes son artes, sino fabricaciones. ?ste es otro de los s¨ªntomas de la desaparici¨®n del concepto de vanguardia.
P: Usted fue uno de los primeros pensadores occidentales en vaticinar el colapso de la URSS, pero, ?no le sorprendi¨® el modo en que sucedi¨®?
R: En lo personal s¨ª me sorprendi¨®; pensaba que ser¨ªa necesario un conflicto m¨¢s serio con el exterior para que las contradicciones del sistema sovi¨¦tico estallaran. Pero el colapso se hallaba en la naturaleza misma del r¨¦gimen. La URSS se enfrentaba a un triple problema; primero, la transformaci¨®n de la econom¨ªa rusa en una econom¨ªa moderna, cosa que el socialismo autoritario logr¨® s¨®lo a medias; segundo, la implantaci¨®n de un sistema que al menos justificase que se hablara de socialismo en el imperio sovi¨¦tico. En eso el r¨¦gimen fracas¨®: nunca fue socialista. Y en tercer lugar, la carrera de armamento con EE UU, que tambi¨¦n perdieron. Perdieron en los tres ¨¢mbitos. En el fondo, era un problema de orden moral: cuando una sociedad pierde la fe en s¨ª misma, se deshace.
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