Desconfianza
Cuentan que ciertas voces del PSOE solicitan un giro a la izquierda, para cambiar a CiU por IU como c¨®nyuge pol¨ªtico. Y para justificarlo, sin que parezca mero juego defenestrador, se alega el supuesto escoran¨²ento a la izquierda del electorado, espoleado quiz¨¢ por el deterioro econ¨®mico. Pero cabe rebatir esa interpretaci¨®n tan sesgada. ?Por qu¨¦ no sucedi¨® lo mismo el 64 del 93, cuando el empleo ca¨ªa en picado, en vez de hacerlo ahora que la recuperaci¨®n ya es evidente y la flexibilidad laboral est¨¢ creando empleo? Quiz¨¢ porque, dada la incertidumbre econ¨®mica y la propia naturaleza de los comicios, en las legislativas de 1993 se vot¨® instrumentalmente, con c¨¢lculo estrat¨¦gico, imponi¨¦ndose en consecuencia el voto ¨²til y el voto del miedo.En cambio, en las europeas del 12 de junio pasado, como el clima econ¨®mico mejoraba y no hab¨ªa nada decisivo en juego, se ha votado expresivamente, en un gesto ¨¦tico de fidelidad o protesta que ha impuesto el voto leal (ese 30% que ha osado votar al PSOE) y, sobre todo, el voto de castigo anticorrupci¨®n. Los electores del PSOE que han desertado hacia el PP no lo han hecho para votar a favor de Aznar, sino en contra de Guerra o Gonz¨¢lez. Y lo mismo cabe decir de quienes hayan emigrado hacia IU: su salida no es un apoyo al delirante programa de Anguita, sino un expl¨ªcito rechazo del partido socialista.
Por lo dem¨¢s, cabe negar la mayor: en el resultado electoral del 124 no hay tal giro a la izquierda. Por el contrario, globalmente, el electorado ha optado por el centro-derecha. En efecto, las legislativas del 93 todav¨ªa las gan¨® la izquierda, pues en conjunto (PSOE+IU) obtuvo el 48% de los votos, frente al 41% que sum¨® la derecha que cuenta (PP+CiU+PNV). En cambio, en las europeas del 94 las tornas se han volcado: la izquierda queda en minor¨ªa, con el 441/6 y 31 esca?os, frente a la mayor¨ªa del centro-derecha, con el 48% y 33 esca?os. As¨ª que, puestos a exigir del Gobierno coherencia con los resultados, habr¨ªa que pedirle que girase hacia la derecha, como el electorado.Pero a¨²n hay m¨¢s. Con los resultados del a?o pasado, el Gobierno se hall¨® en disposici¨®n de optar entre dos coaliciones posibles para formar mayor¨ªa parlamentaria: con CiU o con IU. Y eligi¨® la m¨¢s coherente con su programa y que menos exigencias presupuestarias le hac¨ªa (pues mucho se habla del precio de CiU, pero ?y el que IU pondr¨ªa, en t¨¦rminos del deficitario crecimiento del gasto social?). En cambio, con los resultados del 124 s¨®lo habr¨ªa hoy dos posibles coaliciones mayoritarias: la natural o de derechas, con PP, PNV y CiU (33 esca?os), y la antinatural o de centro-izquierda, con PSOE, IU y CiU (34 esca?os). Pero si el ¨²nico ¨¢rbitro que decid¨ªa el a?o pasado qu¨¦ coalici¨®n se formaba era el PSOE, hoy, con los datos del 124, este ¨¢rbitro ser¨ªa CiU, que participa en las dos ¨²nicas coaliciones mayoritarias ahora posibles y que, por tanto, impone aquella en la que ocupe la mejor posici¨®n relativa. Y por eso CiU escoge al PSOE, frente al cual goza de mayor poder del que dispondr¨ªa respecto del PP en una hipot¨¦tica coalici¨®n natural de toda la derecha espa?ola.
Y entonces, ?por qu¨¦ no se halla dispuesta CiU a votar una moci¨®n de confianza? ?Por qu¨¦ su coalici¨®n impl¨ªcita con el PSOE no se transforma en expl¨ªcita? Por desconfianza: CiU no se f¨ªa de la capacidad del Gobierno de resistir las presiones combinadas de IU, los sindicatos y la fracci¨®n guerrista del PSOE, que trata de encubrir su responsabilidad sobre la corrupci¨®n con la amenaza de radicalizarse y aliarse con los poscomunistas. Pero sobre todo CiU desconf¨ªa de Gonz¨¢lez mismo, que hasta ahora, como demostr¨® palpablemente al cerrar en falso el 33? congreso, se ha revelado incapaz de cumplir el compromiso electoral de cambio sobre el cambio contra¨ªdo el 6-J, que le exig¨ªa tirar de la manta de Filesa y sanear los bajos fondos de su partido. Ahora bien, esta desconfianza de CiU es perfectamente explicable, pues es la misma que ha empujado al conjunto de los espa?oles a distanciarse electoralmente de Gonz¨¢lez con su voto de castigo.
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