Certificados de artesan¨ªa
El Registro Civil, sin informatizar, realiza 500.000 documentos anuales a mano o por fotocopia
Aqu¨ª se nace, se vive y se muere. Al menos, oficialmente. Entre inscripciones y partidas de nacimiento, fes de vida o certificaciones de defunci¨®n, el Registro Civil de Madrid emiti¨® el a?o pasado medio mill¨®n de papeles a los ciudadanos de forma artesanal.No estamos informatizados por falta de presupuesto", se quejan los jueces. "Tenemos m¨¢quinas electr¨®nicas, pero no hay cintas", a?aden los funcionarios. En esta casa de la calle de Pradillo, que tambi¨¦n acoge las bodas civiles, las inscripciones de nacimiento siguen siendo tarea de amanuenses y las fotocopias, el colmo de la modernidad. Adem¨¢s, si llueve con fuerza, se inunda el s¨®tano donde se almacenan los libros.
La mujer llega con el beb¨¦ en brazos. Baja al semis¨®tano, donde media docena de escribanos, provistos de gruesos libros, tienen la tarea de registrar a los nuevos ciudadanos (38.976, el a?o pasado). Lo hacen a pluma, porque esa tinta resiste mejor el paso del tiempo, pero la herramienta est¨¢ cotizada. "Hemos pedido m¨¢s plumas, porque se est¨¢n acabando, pero en el Ministerio [de Justicia] remolonean para comprarlas", explica una secretaria judicial.Inundaciones
Cuando la madre que ahora inscribe a su hijo necesite la partida de nacimiento del peque?o tendr¨¢ que esperar cuatro o cinco d¨ªas. La explicaci¨®n para este plazo est¨¢ en la segunda planta de este edificio de escaleras angostas y pasillos superpoblados. En una sala, casi una veintena de personas se afana sobre viejas m¨¢quinas Hispano-Olivetti, manuales. Con ellas, se escriben algunas partidas de nacimiento (los extractos). Las partidas literales (la mayor¨ªa) se fotocopian de los gruesos tomos apilados en los estantes. El a?o pasado se gestionaron 192.000 documentos de nacimiento, un papel imprescindible para muchas cuestiones.
"Si estuviera informatizado, ser¨ªa cosa de dar a un bot¨®n y la gente se llevar¨ªa los documentos en el acto", coinciden dos de los cinco magistrados que dirigen el Registro. Uno de ellos, Luis de la Haza, lamenta haber trabajado en balde: "Durante tres a?os hemos estudiado el posible programa inform¨¢tico para el Registro y ahora todo se ha parado, parece que por falta de dinero".De la Haza considera que esa modernizaci¨®n frustrada, aun Sede del Registro Civil, en la que podr¨ªa requerir cambios en la Ley del Registro Civil, evitar¨ªa la profusi¨®n de errores (hay un departamento dedicado a subsanarlos). "Si al menos se microfilmaran los libros...", suspira.
En el Ministerio competente, el de Justicia, no dan ninguna explicaci¨®n sobre el Registro, ni sobre sus carencias. Para cualquier dato, remiten al propio Registro. Y en la calle de Pradillo, 66, cuentan y no paran. "Aqu¨ª escasean hasta los bol¨ªgraf¨®s", ironiza la magistrada Susana Salvador. "El edificio no re¨²ne condiciones. Cuando llueve fuerte, el s¨®tano se inunda y ah¨ª se almacenan los libros registrales, que son ¨²nicos. El aire acondicionado hace que en unos sitios te hieles y en otros te ases. Las escaleras son demasiado estrechas para permitir una evacuaci¨®n r¨¢pida, y por aqu¨ª pasan unas 5.000 personas al d¨ªa...", enumera De la Haza.
Los dos magistados envidian a otros registros madrile?os, como el Mercantil, donde se obtienen en el acto los datos informatizados de sociedades. "A lo mejor es porque all¨ª cobran y, en cambio, aqu¨ª todos los certificados son gratis", bromean.
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