La perfecci¨®n palpitante

Con el recital de Christian Zacharias, el Festival Mozart de Madrid alcanz¨® una de sus cimas m¨¢s altas. Se trata de un pianista de fabulosa t¨¦cnica, superexigente musicalidad y profunda formaci¨®n, al que podr¨ªa aplicarse por entero la idea del pedagogo italiano Guido Agosti cuando dice: "Hoy el instinto no es suficiente y resulta inimaginable un m¨²sico sin cultura".Todo lo tiene Zacharlas: una imaginaci¨®n incre¨ªble para crear sonido hasta hacer suyo el instrumento que toca; un control de ataques que le permite la m¨¢s amplia gama din¨¢mica; una expresividad cantable que se libera de la tiran¨ªa r¨ªtmica sin da?arla y un repertorio de rubatos que aplica con exactitud a Mozart o a Schumann, los dos autores seleccionados en su programa.

Mozart en la Fantas¨ªa en re (K 397) y en la Sonata en do menor K 457), aparece sorprendentemente prebethoveniano. Entre ambas obras, incluy¨® el pianista el maravilloso Rond¨® en re mayor (K 485), con lo que el conjunto adquiri¨® bella coherencia, l¨®gica y contraste. En cuanto a la sonata, a la que Hans Dennerlein denomin¨® Pat¨¦tica, nos descubre los mundos interiores del compositor, m¨¢s conflictivos de lo que tantas veces se supone. Zacharias descubre m¨¢s que interpreta, ya que este t¨¦rmino parece subrayar la visi¨®n personal antes que la fidelidad inquisitiva a lo escrito por los autores.

No son menos apasionantes las dos medidas de Schumann: la ¨ªntima y po¨¦tica de las Escenas de ni?os y la dram¨¢tica de Kreisleriana, verdadera investigaci¨®n en el mundo fant¨¢stico y musical de Hoffmann. Dedicada a Chopin, pero obediente a la sugesti¨®n de Clara Schumann, Kreisleriana es un prodigio de humildad y diversidad resuelto a trav¨¦s de formas largamente renovadoras. As¨ª lo transmiti¨® Christian Zacharias, con su arte, su poder¨ªo, su inteligencia y su p¨¢lpito fuera de serie. Como ¨²nica propina regal¨® uno de sus milagrosos Scarlatti hoy por hoy sin competencia posible.