El 's¨ªndrome de Atenas'
Tras el 124, a los socialistas se les ha quedado la misma cara de pasmo indescriptible, casi c¨®smico, que a los cruyffistas tras el 18-M en Atenas. Y es que, salvando las distancias, si algo en com¨²n tienen ambas feligres¨ªas es (o era) su inconmovible fe en las capacidades taumat¨²rgicas de su jefe carism¨¢tico, que en cualquier circunstancia, por adversa que fuere, les redimir¨ªa in extremis. As¨ª ocurri¨® en el refer¨¦ndum de la Alianza Atl¨¢ntica, en las ¨²ltimas elecciones legislativas y, paralelamente, en las pasadas ligas de f¨²tbol, en concreto en la ¨²ltima, ganada por un penalti fallado en el ¨²ltimo minuto por sus rivales, que, con todo a su favor, se sumieron en la ineptitud m¨¢s absoluta ante la presi¨®n psicol¨®gica del l¨ªder invicto.En cada una de esas circunstancias pintaban bastos para ambas cofrad¨ªas, y en todas ellas, a ¨²ltima hora, el l¨ªder salv¨® la papeleta con su carisma en una mano y el miedo al coco franquista en la otra, y con un f¨²tbol osado y potra genuinamente madridista el entrenador, pero los dos dieron la vuelta a encuestas y pron¨®sticos, sembrando de paso una leyenda de invencibilidad que ten¨ªa a sus fieles levitando en el limbo de los que se saben invulnerables.
Pero hete aqu¨ª que lleg¨® el 18-M, y en una t¨®rrida tarde ateniense, bajo el influjo de los dioses del Parten¨®n, el legendario profeta del gol se convirti¨®, por obra y gracia del populismo futbol¨ªstico de Berlusconi, en un mero vendedor de humo, mientras sus huestes volv¨ªan traum¨¢ticamente a la carnalidad, a su sino hist¨®rico de decepciones orgi¨¢sticas. Se hab¨ªa quebrado el mito Cruyff, y ahora no son pocos de sus devotos los que se temen que vaya a perder la pr¨®xima Liga mediante una pifia de su fiel escudero Koeman en el ¨²ltimo minuto.
Los felipistas, tres cuartos de lo mismo. Quien m¨¢s, quien menos confiaba en una postrera bajada de su profeta del Sina¨ª con las tablas de la victoria electoral entre los brazos; ni encuestas ni Roldanes podr¨ªan con los poderes del jefe, sempiterno flagelador de derechistas con olor a calcetines (V¨¢zquez Montalb¨¢n dixit), compa?eros de viaje y tontos ¨²tiles. Al final, la contundencia de las cifras hizo que el s¨ªndrome de Atenas se cebara tambi¨¦n en ellos, y a¨²n no acaban de cre¨¦rselo mientras musitan primero y farfullan despu¨¦s soluciones quir¨²rgicas de urgencia.
Tras el 18-M, Cruyff se carg¨® a Zubizarreta en un auto de fe que, lejos de enardecer a sus fieles, les intranquiliz¨® a¨²n m¨¢s, mientras predicaba la contenci¨®n salarial, la estabilidad ("no ficharemos a lo loco") y el rejuvenecimiento. Claro que para llevar a cabo sus planes regeneracionistas tiene a una plana mayor absolutamente identificada con sus planteamientos (o con sus dadivosas ubres, que para el caso es lo mismo), incluido el nepotismo, con carta de naturaleza en la praxis cruyffista.
Peor, much¨ªsimo peor lo tiene Felipe para superar el depresivo s¨ªndrome ateniense que atenaza a los suyos. -
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