La objeci¨®n de conciencia crece un 70% este a?o
La marca de la objeci¨®n de conciencia se ha instalado en las playas madrile?as. En lo que va de a?o, 5.000 j¨®venes se han declarado objetores para no ir al servicio militar, un 70% m¨¢s que en el primer semestre del a?o pasado, seg¨²n el Ministerio de Justicia. Frente a una avalancha que no deja de crecer, se ampl¨ªan en 500 las plazas de la mili civil (cerca de 4.500), que este a?o podr¨¢ cumplirse en 67 localidades, frente a las 41 de la temporada pasada. Ahora, 16.000 j¨®venes est¨¢n pendientes de llamamiento y otros 3.000 se incorporar¨¢n a partir de este mes a la prestaci¨®n social sustitutoria.
Igual que hay en Madrid calle de la moda o del sonido, la de San Bernardo se ha convertido en la calle de la objeci¨®n. En ella se encuentran los dos lugares de visita obligatoria para quien rechace el servicio militar y opte por el civil, la prestaci¨®n social sustitutoria. ?sta ha sido la elecci¨®n de 33.695 j¨®venes madrile?os desde que se reconoci¨® legalmente el derecho a la objeci¨®n de conciencia, en 1985.El paseo comienza en San Bernardo, 45, sede del Ministerio de Justicia. En el lateral de la calle de la Manzana, los j¨®venes re cogen la instancia de declaraci¨®n ante el Consejo Nacional de Objeci¨®n de Conciencia (CNOC). Deben rellenarla y presentar el carn¨¦ de identidad.
Jos¨¦ Luis, estudiante que remata Arquitectura, acaba de hacerlo. Sus razones no son antimilitaristas. "No me importar¨ªa hacer la mili si estuviera bien planteada. Pero tal como est¨¢, no ense?a nada. Prefiero hacer algo ¨²til y compatible con otras cosas explica.
Antes de seis meses, el tiempo m¨¢ximo que la Administraci¨®n puede tardar en reconocer a un objetor su condici¨®n de tal, Jos¨¦ Luis ir¨¢ unos metros m¨¢s all¨¢, a San Bernardo, 21. All¨ª se ubica la Oficiha para la Prestaci¨®n Social de los Objetores de Conciencia (OPSOC), donde se gestionan destinos y llamamientos. Estos d¨ªas andan atareados. A lo largo de junio deben llamar a 3.130 objetores para que se incorporen a Sus destinos en un plazo de 6 a 12 Teses. Para noviembre est¨¢ prevista una nueva leva de otros 3.000 j¨®venes.
Mientras el arquitecto en ciernes regresa a su casa, Jos¨¦ ?ngel realiza unas consultas. Lo suyo es antimilitarismo puro y duro. "Fui insumiso [opuesto tanto a la mili como a la prestaci¨®n social] durante dos a?os, pero no me gustaba la posibilidad de ir a la c¨¢rcel, as¨ª que al final estoy con la prestaci¨®n".
-?Se siente ¨²til?
-M¨¢s o menos. La ventaja es que sigo con mi trabajo.
A lo que aspira Jos¨¦ ?ngel es a quitarse "el l¨ªo" de enmedio, pero dura 13 meses (la mili son s¨®lo nueve), tiempo en el que se dispone de 33 d¨ªas de vacaciones. El sueldo es el de los soldados 1.500 pesetas al mes.
"Conveniencia"
En la oficina de prestaci¨®n, un chaval se queja de los dos a?os que lleva esperando un destino. El es uno de los casi 16.000 quintos civiles que est¨¢n pendientes de llamamiento en Madrid.
-?Qui¨¦n me coge para un trabajo si a¨²n no tengo hecha la prestaci¨®n? -se pregunta.
-Hombre, hay un cierto atasco -reconoce el muchacho de informaci¨®n.
La congesti¨®n obedece, en parte, a que muchos estudiantes con pr¨®rroga se deciden a objetar al final de sus estudios. Hay que incorporarlos con cierta prioridad, porque la prestaci¨®n hay que hacerla antes de los 30 a?os. "Lo que pasa es que hay objetores de conciencia y de conveniencia", sentencia el chico.
Sean de una u otra clase, lo que s¨ª parece evidente es que cada vez son m¨¢s. Madrid se sit¨²a como segunda comunidad, despu¨¦s de Catalu?a, por n¨²mero de objetores: 17 de cada 100 son madrile?os.
La cifra ha crecido desde los 1.012 j¨®venes de 1986 hasta los 6.773 del a?o pasado, cuando se incorporaron a filas 28.687 reclutas madrile?os. S¨®lo en lo que va de este a?o se han registrado 4.967 nuevos objetores en la regi¨®n, un 70% m¨¢s que en el primer semestre de 1993.
La objeci¨®n ha ido creciendo como mancha de aceite. Ya no es un fen¨®meno de capitales: tambi¨¦n se extiende a la periferia. As¨ª, entre 1991 y 1993, la cifra se ha multiplicado por seis en Las Rozas o por cuatro en El Escorial y Galapagar. No ha descendido en ning¨²n gran municipio madrile?o, seg¨²n los datos oficiales de Justicia.
A la vista de la avalancha de objetores, el Ministerio de Justicia ha ampliado las plazas disponibles y piensa seguir haci¨¦ndolo, a fin de agilizar los atascos y poder absorber la creciente demanda.
Si el a?o pasado se pod¨ªa hacer la mili civil en 42 localidades, la bolsa de puestos que se hace p¨²blica este mes marca 67 ayuntamientos. Entre los nuevos municipios donde se puede cumplir la prestaci¨®n social figuran Bustarviejo, Cercedilla, Chinch¨®n, El Molar, La Cabrera, Montejo de la Sierra o Villarejo de Salvan¨¦s.
Cruz Roja
"Los ayuntamientos se han dado cuenta de la ventaja de disponer de objetores. Han descubierto que son responsables y buenos trabajadores", se?alan en Justicia.
La prestaci¨®n social puede cumplirse tanto en entidades p¨²blicas como en casi 130 organismos privados o no gubernamentales sin ¨¢nimo de lucro. La Cruz Roja es el principal destino: un tercio de las plazas. Protecci¨®n civil, conservaci¨®n del medio ambiente, servicios sociales, sanitarios y cooperaci¨®n en el exterior son las ¨¢reas donde se hace la mili civil.
Sin embargo, a veces salta la pol¨¦mica. Recientemente, Izquierda Unida denunci¨® que algunos objetores cumpl¨ªan trabajos propios de funcionarios en el Ayuntamiento de Madrid, extremo que fue negado por el primer teniente de alcalde, Luis Mar¨ªa Huete.
En el Ministerio de Justicia aseguran: "No queremos quitar puestos al, mundo del trabajo. Controlarnos para que no ocurra. Los objetores no son de plantilla", agregan.
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