Los cachorros de Pedro Toledo
Los ejecutivos del antiguo Banco de Vizcaya han dejado el BBV para nutrir a los competidores de la entidad
Desde que se supo que ?ngel Corc¨®stegui iba a dejar el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) para incorporarse al Banco Central Hispano (BCH), en el sector financiero ha comenzado a correr un malintencionado chascarrillo: "?Sabes que el BBV ahora se llama VBB?" "?Y eso?" "Es que ahora es el Viejo Banco Bilbao". La maldad no deja de tener su punto de realidad. Seis a?os despu¨¦s de la fusi¨®n entre los antiguos bancos Bilbao y Vizcaya en el BBV, los directivos del Vizcaya brillan por su ausencia y, para colmo, han nutrido a los principales competidores.El abandono de la nave BBV era un proceso l¨®gico. "La fusi¨®n planteaba que dos y hasta, tres personas de una gran calidad pod¨ªan ocupar un mismo puesto que al final solamente ser¨ªa para uno", reconocen fuentes del banco. La cuesti¨®n era cu¨¢l de los dos bancos que se fusionaban perder¨ªa a sus miembros. Y fueron los del Vizcaya, que adem¨¢s eran menos numerosos, los que acabaron march¨¢ndose. "Se daban cuenta que perd¨ªan la batalla, si se puede llamar as¨ª, o que iban a perderla y por eso se marchaban a otras entidades; pero no es que los m¨¢s listos se quedaran y los menos listos se fueran o al rev¨¦s", prosiguen esas fuentes.
Los hombres del V comenzaron a intuir que perder¨ªan la batalla a los pocos meses de la fusi¨®n que los consejos de administraci¨®n de los bancos firmaron el 27 de enero de 1988 con gran pomposidad. Adem¨¢s, los hombres del B, que sal¨ªan de la fracasada adquisici¨®n de Banesto, mostraban m¨¢s ¨ªmpetu. El buen entendimiento de Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn, presidente del Bilbao, con Pedro Toledo, presidente del Vizcaya, allan¨® el camino; pero lo que, tal vez, nunca pensaron es que la integraci¨®n iba a suponer un proceso de fagocitaci¨®n de uno por otro. Un proceso que, desde la presidencia compartida, vieron formarse y crecer, pero que no pudieron evitar. Pedro Toledo muri¨® el 12 de diciembre de 1989 y S¨¢nchez Asia¨ªn decici¨® dejar el cargo, que recaer¨ªa, tras fuertes luchas internas entre las dos partes, en Emilio Ybarra, vicepresidente del BBV y ex vicepresidente del Bilbao. El ex Vizcaya Alfredo S¨¢enz, que opt¨® a la presidencia, qued¨® de vicepresidente junto a Javier G¨²rpide, otro ex Bilbao.
Las espadas llegaron al consejo, formado, principalmente, por representantes de las m¨¢s ricas y sonoras familias de Neguri. La muerte de Toledo y la elecci¨®n de nuevo presidente, que dur¨® cerca de dos meses, provoc¨® tantos quebraderos que el Gobierno decidi¨® intervenir. De la mano del Banco de Espa?a llegaron al consejo cinco hombres buenos (Manuel Clavero Ar¨¦valo, Jos¨¦ Llad¨®, Pl¨¢cido Arango, Juan Entrecanales y Juan Urrutia) con la intenci¨®n de sembrar la paz y de asegurar la fusi¨®n.
La desaparici¨®n de Toledo pudo haber supuesto el fin del BBV, pero ya se hab¨ªa avanzado mucho en la fusi¨®n y no cab¨ªa la marcha atr¨¢s. El principio del ¨¦xodo, no obstante, hab¨ªa comenzado un a?o antes con la marcha de Francisco Luz¨®n a la presidencia del Banco Exterior el 30 de noviembre de 1988. Luz¨®n, que dos meses antes hab¨ªa sido ratificado en el cargo de consejero director general del BBV, que ten¨ªa en el BIV cuando se complet¨® la organizaci¨®n del nuevo banco, acept¨® una oferta del ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga (ex Vizcaya), para organizar una gran banca p¨²blica, la actual Argentaria.
El embri¨®n de Argentaria no contaba apenas con equipo para hacer lo que Solchaga quer¨ªa y Luz¨®n tir¨® de su gente de confianza en el BBV. En muy pocos meses se llev¨® al. grupo p¨²blico alrededor de 35 directivos de mayor o menor rango en el BBV todos procedentes del antiguo Vizcaya, la mitad del total de ejecutivos que se han incorporado.
Desde entonces -"el gran trasvase", como dicen en el BBV- no se produjeron grandes acontecimientos de ese tipo, mientras el banco cubr¨ªa sus etapas de fusi¨®n y tomaba el m¨²sculo para ser hoy una entidad con hechura internacional y presencia consolidada en la industria. Eso no ha impedido que siempre haya habido un poso de vencedores y vencidos y que los del antiguo Vizcaya encajaran mal que. cayeran sobre Toledo, todas las culpas del caso Filesa de financiaci¨®n a partidos.
La aparente calma que, se viv¨ªa en el BBV acab¨® con la crisis de Banesto. Ybarra recibi¨® del gobernador del Banco de Espa?a la petici¨®n de ejecutivos para solucionar la situaci¨®n de Banesto mientras se encontraba una salida. El presidente del BBV cedi¨® a 16 ejecutivos. Los 16 eran ex Vizcaya, empezando por el que iba a ser presidente de Banesto, S¨¢enz. Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander, que tambi¨¦n recibi¨® la llamada del gobernador, s¨®lo prest¨® a un ejecutivo.
Evidentemente, el alto n¨²mero de directivos que dejaba el BBV para enderezar Banesto dejaba al descubierto no s¨®lo que el banco vasco estaba interesado en quedarse con ¨¦ste, sino que en el BBV hab¨ªa exceso de recursos humanos. Comprar Banesto habr¨ªa sido. la mejor soluci¨®n. El problema es que el BBV perdi¨® la subasta por Banesto ante el Santander y que los directivos tendr¨ªan que volver a casa.
Pero s¨®lo fue en teor¨ªa, ya que el astuto Bot¨ªn le ofreci¨® a S¨¢enz y a todos los directivos seguir en Banesto. La oferta y su aceptaci¨®n por S¨¢enz provoc¨® un gran crisis interna en el BBV, que se plante¨® pedir la anulaci¨®n de la venta de Banesto al Santander por defecto de forma. Cuesti¨®n que habr¨ªa tenido todas las de ganar, seg¨²n expertos jur¨ªdicos, pero que fren¨® fulminantemente, Rojo. Ybarra tambi¨¦n podr¨ªa haber exigido cumplir a S¨¢enz el estatuto del consejero del BBV, que impide ocupar cargo en otra entidad durante dos a?os. El hecho es que, a rega?adientes o como fuera, Ybarra tuvo que aceptar la marcha de 11 directivos al principal competidor.
Cuando el escalofr¨ªo de Banesto ya parec¨ªa pasado, ?ngel Corc¨®stegui, consejero director general del BBV, se va al BCH, otro de los principales competidores. Corc¨®stegui era el tercer delf¨ªn de Pedro Toledo junto a Luz¨®n y S¨¢enz. Se hab¨ªa incorporado al Vizcaya en 1987, poco antes de la fusi¨®n. Cuentan que, despu¨¦s de firmarse el pacto entre Toledo y Asia¨ªn, el primero mantuvo un largo paseo con Corc¨®stegui. Toledo explicaba todas sus ideas para un gran banco y Corc¨®stegui tomaba notas. Toledo apenas tuvo tiempo de llevar las ideas a la pr¨¢ctica.
Ahora los tres delfines de Toledo est¨¢n en los otros tres grandes grupos bancarios. Tras la marcha de Corc¨®stegui, apenas quedan altos cargos del antiguo V. El presidente, el ¨²nico vicepresidente (G¨²rpide), el ¨²nico consejero director general (Pedro Luis Uriarte), son B. Tambi¨¦n S¨¢enz de Azc¨²naga, ex Vizcaya y uno de los que estuvo en Banesto en, comisi¨®n de servicios, ha dejado el banco -sigue de consejero- tras pedir la jubilaci¨®n anticipada a los 57 a?os. De los 10 miembros de la comisi¨®n delegada, s¨®lo Santiago Bergareche es V. Y es que en estos casos "el equipo que se queda es el que gana la batalla", como dice un antiguo B.
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