Samba holandesa contra la trinchera brasile?a

Dallas vuelve a desatar pasiones. La ciudad tejana se maquilla de naranja y amarillo para ofrecer un espectacular choque de culturas: Holanda-Brasil. El barcelonismo espera con ansiedad: ?cu¨¢ntas veces le romper¨¢ Romario a Koeman la cintura? Se supone que cada seleccionador aterriz¨® en Estados Unidos con los deberes aprendidos y una carpeta llena de informaci¨®n sobre los rivales. Ahora, el reto es ajustar el juego a la pizarra y parece que el brasile?o Carlos Alberto Parreira es de los que mejor han cumplido esta tarea.El partido ha si do etiquetado como una final anticipada. En el rinc¨®n amarillo se calienta una selecci¨®n brasile?a que se ha ganado adeptos por la constancia de su juego y las fantas¨ªas de Romario. No ha sido especialmente goleador, pero su portero Taffarel s¨®lo ha sido batido en una ocasi¨®n, por el sueco Andersson. Brasil es el equipo menos goleado. Muchos brasile?os le reprochan que su juego no sea paulista o carioca, sino un compendio de las sospechosas virtudes aprendidas en Europa. La cr¨ªtica imparcial contempla la selecci¨®n brasile?a con el aliento cortado de un ni?o que ve quemarse la mecha de un cohete y que espera la explosi¨®n.

Las preocupaciones t¨¢cticas se centran en las bandas. Gran parte de las ofensivas brasile?as han nacido del derroche de los laterales Jorginho, Mazinho, Caf¨² o Leonardo. Holanda es el primer rival que le complica la pizarra con extremos r¨¢pidos como Overmars y Roy. No es ning¨²n secreto que los laterales brasile?os est¨¢n inc¨®modos en las trincheras si est¨¢n obligados a defenderse. Sancionado Leonardo, Branco, con 30 a?os, es el ¨²nico lateral zurdo que le queda a Brasil. No obstante, algo ha cambiado en Brasil. La destrucci¨®n de Mauro Silva y Dunga ha merecido m¨¢s elogios que la fantas¨ªa de Ra¨ª y Zinho, algo impensable en la filosof¨ªa amarilla.

El seleccionador holand¨¦s, Dirk Advocaat, se confiesa satisfecho por la supervivencia de siete europeos entre los ocho cuartofinalistas, pero lamenta la mala fortuna de emparejarse con Brasil. "Ser¨¢ un partido interesante", comenta, "a causa del conflicto de estilos. El nuestro se basa en el movimiento de los jugadores y el brasile?o en las habilidades individuales". Holanda est¨¢ catalogado como el Brasil europeo.

Cuando un reportero local pregunt¨® a Advocaat si le afectaba la presi¨®n, el seleccionador holand¨¦s contest¨®: "Tanta que he ganado cinco kilos".