La noche de la gata

Mi nombre es Gal se titula una canci¨®n que Roberto Carlos escribi¨® hace ya unos cuantos a?os. Con ella abri¨® su actuaci¨®n la cantante brasile?a. Era la primera vez que se presentaba en Madrid y no podr¨¢ quejarse: consigui¨® la mejor entrada de lo que se lleva celebrado hasta ahora del Johnny Music Festival.Gal Costa mostrando los senos; una imagen que dej¨® estupefactos a sus compatriotas; ocurri¨® durante los recitales de La sonrisa del gato de Alicia, el vig¨¦simo disco de la int¨¦rprete femenina m¨¢s importante de Brasil. Gal Costa se paseaba como un felino sobre un tejado que ocupaba todo el escenario, aunque la teatralidad oper¨ªstica de la propuesta provoc¨® duras cr¨ªticas. En el ¨²nico concierto espa?ol de su gira europea no hubo lugar para el trabajo del director art¨ªstico. Tampoco para exhibiciones mamarias. Pero, en contra de lo anunciado, Gal Costa se trajo completa a la. excelente banda, secci¨®n de vientos incluida. A sus 48 a?os, la cantante de Bah¨ªa demostr¨® sus tablas ante una plaza nueva para ella, y sali¨® por, la puerta grande.

Suya es esa voz cristalina que Caetano Veloso defini¨® como un diamante f¨ªsicamente incorruptible en medio de la basura. De Caetano precisamente cant¨® varias canciones. Hubo temas de su ¨²ltimo disco: ra¨ªces afrobayanas (Revolta ol¨®dum); esp¨ªritu tropicalista (Baby); bossa nova (Saudosismo), rock (Brasil), y samba (Quando bate una saudade). En una arrebatadora versi¨®n de la Aquarela do Brasil, Gal Costa habl¨® de ese Brasil maravilloso que intenta sobreponerse a una realidad bastante menos colorida.